
El cardenal de Madrid ‘bendice’ la cumbre de cristianos LGTBI+ y exige «evitar todo tipo de discriminaciones injustas» en la Iglesia
José Cobo escribe una carta a la Asamblea Mundial de Católicos ArcoIris, reunida en la capital este fin de semana, y clama por «una Iglesia donde nos escuchemos unos a otros, de puertas abiertas, acogedora y fraterna»
“Cualquier creyente debería defender los derechos del colectivo”: cristianos LGTBI+ de todo el mundo alzan la voz en Madrid
La Asamblea Mundial de Católicos ArcoIris (GNRC), que esta semana ha convertido Madrid en la capital de los cristianos LGTBI+, vivió anoche un momento muy emotivo, con la celebración de una oración ecuménica en los Jardines de la Ermita de la Virgen del Puerto, donde se leyó una carta del cardenal de Madrid, y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, José Cobo, en el que se exigió “evitar todo tipo de discriminaciones injustas” contra el colectivo en la Iglesia, y animó a los participantes a acudir al Jubileo de las personas con orientación sexual diversa y sus familiares que tendrá lugar en Roma en octubre.
“Pedimos al Señor que nos dé sabiduría y prudencia para propiciar una Iglesia donde nos escuchemos unos a otros, de puertas abiertas, acogedora y fraterna, capaz de caminar desde el respeto, la compasión y la delicadeza”, sabiendo que “nunca haremos suficiente para alcanzar la calidad y la calidez de las acogidas de Jesús”, escribió el arzobispo de Madrid, en una presencia inusual en este tipo de actos, que tradicionalmente son recibidos con rechazo o silencio por parte de las autoridades eclesiásticas.
En esta ocasión, no fue así. Cobo, quien ya recibió hace unas semanas a los organizadores de la cumbre, que se celebra por primera vez en nuestro país y que reúne a dos centenares de representantes cristianos diversos de todo el mundo, quiso dirigir un “saludo afectuoso” a los presentes, que hoy celebrarán la Eucaristía en la sede del congreso.
“Con independencia de la complejidad de las situaciones y de nuestro mundo, la centralidad de la persona y su dignidad debería ser normativo para todos los cristianos”, apunta Cobo, quien hace un llamamiento a que “las comunidades cristianas, también en camino y deseosos de evitar todo tipo de discriminaciones injustas y procesos que nos deshumanizan, además de la acogida, debemos promover una cultura del diálogo, del acompañamiento y la efectiva inclusión de quien desea caminar en la iglesia”.
En su escrito, el cardenal de Madrid subraya cómo “en sus encuentros, Cristo sabía desvelar la humanidad de cada persona, descubría incluso las heridas y el sufrimiento, pasando a segundo plano cualquier otra consideración”, algo que todavía resta por hacer en la Iglesia con respecto al colectivo LGTBIQ+.
“Para eso estamos abriendo puertas nuevas y nuevas actitudes pastorales que posibiliten el entendimiento, y nos haga a todos sentirnos caminantes de esperanza”, concluye el cardenal de Madrid, quien desea a los participantes en el encuentro “una fecunda asamblea y un diálogo iluminado por el Espíritu Santo”.
Cristina Inogés (izquierda) y María Luisa Berzosa (a su lado), en la Asamblea de GNRC
Uno de los momentos ‘estrella’ de este congreso fue la intervención de las teólogas María Luisa Berzosa y Cristina Inogés, participantes en el pasado Sínodo de la Sinodalidad, que reivindicaron la necesidad de que la Iglesia haga ver a todos los colectivos que “estamos en casa, somos miembros adultos en la fe, y la puerta está abierta”. “Aquí se respira a Dios, un ambiente de Evangelio, de fraternidad, de acogida. Yo sí siento que estoy en casa”, señaló Berzosa. Inogés, la primera mujer en abrir un Sínodo, invitó a los presentes a “no tener miedo a caminar por un sendero, que a lo mejor no tenemos claro qué tiene a la vuelta, pero es mejor caminar a quedarse quietos”.
A lo largo de estos días, se ha intentado visibilizar la situación, y las dificultades, que tienen las personas homosexuales, trans y no binarias a la hora de poder vivir su fe en libertad, no solo en la Iglesia católica, sino en muchas confesiones cristianas. De hecho, en esta Asamblea se aprobará avanzar para que GNRC deje de ser una Asamblea ‘católica’, para abrirse a todas las iglesias cristianas, y denunciar la situación de muchos creyentes LGTBI+ que, además de la discriminación sacramental, sufren ataques y pueden llegar a ser condenados por su condición sexual en algunos países de África. En este sentido, fue sumamente reveladora la intervención de un teólogo africano, quien señaló cómo, en países como Uganda, todavía está vigente la pena de muerte para los gays. Por la ‘gracia’ de Dios.
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