Cinco pasos sencillos para evitar que la ropa se arrugue en la maleta o al guardarla en los cajones

Cinco pasos sencillos para evitar que la ropa se arrugue en la maleta o al guardarla en los cajones

Desde proteger la ropa hasta sacudirla antes de guardarla, estos métodos simples y rápidos ayudan a mantener el orden, organizar las prendas y cuidarlas en cualquier tipo de viaje

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Incluso para los y las más viajeras, hacer la maleta y deshacerla al llegar a su destino es lo menos agradable de una escapada, y es que este trámite, pesado pero obligatorio para realizar una excursión en condiciones, puede llegar a convertirse en un cansino dolor de cabeza cuando la ropa termina llena de arrugas al sacarla del equipaje.

No obstante, existen variedad de trucos para evitar el planchado de emergencia al llegar al destino y poder guardar la ropa en los cajones, por pequeños que sean, sin que termine deteriorada. Estos métodos harán que cada prenda luzca siempre lista e impecable, independientemente del tipo de material del que esté hecha.

Enrollar la ropa en vez de doblarla

Uno de los métodos más efectivos y cada vez más conocidos es el de enrollar la ropa en lugar de doblarla. Pero este sistema no solo permite que las prendas se vean exactamente igual que después de planchadas, sino que, además, es la mejor opción para ahorrar espacio, tanto en una maleta como en un cajón, y desplazarte al lugar que sea sin inconvenientes, de manera cómoda y con estilo.

Este truco requiere de algo de paciencia, pero a cambio, se aplica de forma muy sencilla: basta con extender cada prenda sobre una superficie plana, como la cama o el suelo, doblarla en forma de rectángulo y, por último, enrollarla de un extremo a otro, hasta que parezca un paquete comprimido.

Es un método especialmente eficaz en pantalones, tops y camisetas y ropa interior, ya que al convertirse en pequeños cilindros, ocupan muy poco espacio y no se arrugan nada. Sin embargo, también funciona en prendas más vulnerables como en vestidos de verano que, aunque sean más propensos a arrugarse, enrollándolos con delicadeza se mantendrán en perfectas condiciones para lucirlos en un día especial.

Utilizar bolsas de plástico

Las típicas bolsas que son perfectas para llevar la merienda de los más pequeños o para almacenar la comida en un día de pícnic son también un truco muy práctico para guardar las prendas en el equipaje y en el armario sin que, al sacarlas, se encuentren repletas de arrugas. Pero no solo eso, ya que el material del que están hechas es elástico, lo que permite aprovechar al máximo el espacio que proporcionan.


Este método funciona sobre todo en prendas delicadas como blusas, camisas y vestidos.

Los pasos a seguir son los siguientes y funcionan sobre todo en prendas delicadas como blusas, camisas y vestidos: primero, se selecciona la ropa y, después, se dobla o incluso se enrolla, y de esta manera, se aplican dos trucos al mismo tiempo, optimizando el espacio y aprovechando las bolsas.

Pero el truco se vuelve aún mejor si, una vez esté toda la ropa doblada dentro de varias bolsas, se organizan y clasifican por tipos de prendas, colores o incluso por tamaños. De esta forma las bolsas actúan también como separadores.

Los zapatos en bolsas separadas

Aunque suele ser menos común en los armarios, uno de los errores que más se comete a la hora de realizar una maleta es colocar los zapatos directamente junto a la ropa. Ya sea al lado o encima de ella, el peso de unas zapatillas, unas botas o incluso de unas bailarinas o chancletas, por ligeras que sean, hace que las prendas se deterioren.

Sin embargo, una solución práctica y sencilla es guardarlas en bolsas separadas, a poder ser de tela, y colocarlos con cuidado sobre la ropa. De esta manera, el calzado queda aislado y, si no ha dado tiempo a limpiarlos bien antes de la escapada, con este método ni olerán ni mancharán las prendas seleccionadas.

Usar papel cebolla

La ropa especialmente delicada puede ser un problema a la hora de hacer una maleta o guardar la ropa en un armario si no se dispone de perchas para colgarlas. Prendas como blusas de seda y camisas de tejidos finos, por ejemplo, tienen un riesgo mayor que la ropa de algodón, por ejemplo, de que se arruguen y se acaben estropeando.

No obstante, el papel cebolla, por difícil de creer que parezca, es una herramienta económica y perfecta para protegerlas. Actúa como barrera, reduce el roce y la presión directa entre telas de diferentes estilos y zapatos y, al ser ligero y flexible, apenas ocupa espacio.

El truco es muy simple: se extiende una hoja de papel sobre una superficie plana, se coloca la prenda ya doblada y, finalmente, se envuelve con el papel sobrante.

Sacudir las prendas

En el momento de deshacer una maleta y pasar la ropa al armario, es muy común cometer el error de desdoblar la ropa y colgarla o, por el contrario, de guardarla directamente como se encontraba en la maleta. Pero este fallo se puede evitar y, para ello, se recomienda algo tan simple como sacudir las prendas antes de guardarlas.

Es un truco rápido, sencillo y muy efectivo, ya que basta con realizar movimientos suaves de arriba hacia abajo para liberar la tensión acumulada durante el transporte y estirar la ropa, eliminando toda arruga y ayudando a cada prenda a que recupere su forma original. El proceso puede aplicarse tanto a camisas, como a vestidos e incluso a pantalones, consiguiendo que cualquier prenda esté lista para lucirse.