La sanidad pública balear rechaza readmitir a Nadiya Popel, la doctora que recetaba lejía contra el cáncer

La sanidad pública balear rechaza readmitir a Nadiya Popel, la doctora que recetaba lejía contra el cáncer

La médica negacionista, que ha protagonizado un cónclave conspiranoico con Miguel Bosé donde negaba los beneficios de la vacunación para aplacar la COVID-19, denuncia una campaña en su contra. El Colegio de Médicos señalan que la doctora no puede ejercer “mientras esté suspendida” cautelarmente

La Justicia confirma la suspensión de la doctora negacionista Nadiya Popel por recetar lejía a sus pacientes

En septiembre del próximo mes se cumplirán dos años desde que el Colegio Oficial de Médicos de las Illes Balears (COMIB) acordara la suspensión provisional de Nadiya Popel, la médica que durante los peores meses de la pandemia se opuso a las recomendaciones que llegaban desde las autoridades sanitarias para controlar el virus. Hasta su expulsión cautelar por “infringir de manera reiterada” el código deontológico, ejercía como médica en el hospital público Mateu Orfila de Menorca.

En abril de este año, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Palma desestimó el recurso interpuesto por la doctora contra el procedimiento sancionador impuesto por el COMIB. El expediente se inició después de que la doctora negacionista vulnerara cinco artículos del código deontológico tras haber realizado declaraciones en los medios de comunicación contra la vacunación de la COVID-19 y los “potenciales efectos secundarios de la vacuna AstraZeneca”. La médica, a través de su abogado, ha pedido recientemente su readmisión en la sanidad pública pero el IB-Salut (servicio balear de salud) lo ha rechazado, tal como ha avanzado Diari de Menorca y ha confirmado elDiario.es.

Popel defiende que el 25 de agosto se terminaba el plazo de seis meses por la cuarta suspensión cautelar en sus funciones, por lo que pedía su readmisión, que ha sido denegada por la gerencia del IB-Salut. A través de su abogado, la doctora negacionista habría solicitado el 10 de agosto la readmisión al interpretar que la ley “impide prolongar una suspensión provisional más de medio año”. Fuentes del COMIB explican a elDiario.es que Popel no puede ejercer “mientras esté suspendida” cautelarmente.

Productos sin base científica y de origen poco claro

De acuerdo a un informe de la Comisión de Ética y Deontología del órgano colegiado, la médica puso en riesgo la seguridad de los pacientes debido a la utilización de productos sin base científica (entre ellos, lejía, agua oxigenada o disolvente industrial), no autorizados, de origen poco claro (envases con la etiqueta escrita a mano) o elaborados de forma “casera”, como en el caso del “ormus”. Asimismo, la investigación también acreditó el incumplimiento de la adecuada vía de administración y la asepsia en los procedimientos (cuyo objetivo es minimizar o evitar infecciones), además de que los establecimientos en los que realizaba los tratamientos tampoco cumplían con las medidas exigidas.

La médica puso en riesgo la seguridad de los pacientes debido a la utilización de productos sin base científica (entre ellos, lejía, agua oxigenada o disolvente industrial), no autorizados, de origen poco claro (envases con la etiqueta escrita a mano) o elaborados de forma “casera”, como en el caso del “ormus”, según puso de manifiesto un informe de la Comisión de Ética y Deontología del COMIB

Así, el COMIB incoó medidas provisionales previas al inicio del expediente de la doctora Nadiya Popel el 27 de septiembre de 2023 que implicaban dar de baja cautelarmente de la colegiación a la doctora, según constaba en un documento del COMIB al que accedió elDiario.es. Se trataba de una medida provisional antes de la incoación del procedimiento ante la supuesta comisión de 24 faltas muy graves que infringirían el Código de Deontología Médica. Una medida que más adelante fue confirmada.

Entre estos hechos, el COMIB citaba una noticia de Diari de Menorca, del 1 de septiembre de 2023, que informaba que “una paciente ha iniciado los trámites para denunciar a la doctora Nadiya Popel por haberle prescrito dióxido de cloruro, un producto que la Agencia Española de Medicamentos (AEMPS) recomienda encarecidamente no consumir en ningún caso”. La prescripción pretendía curar un hongo vaginal. “Cuando fui a la farmacia y lo expliqué, la farmacéutica me dijo que ni en broma y es cuando me dirigí a mi ginecólogo particular”, explicaba la afectada por el tratamiento de Popel en el diario local.

Inyecciones de dióxido de cloro

El órgano colegiado recogió en su escrito el contenido de hasta siete vídeos que la controvertida médica negacionista había difundido en Telegram (tanto a través de su canal particular, como mediante el Movimiento Asistencia Integral). En estos vídeos proponía como tratamiento, por ejemplo, inyectar dióxido de cloro en cáncer de mama (también para el coronavirus, la malaria o el autismo, entre otros) pese a los riesgos que tiene, según la AEMPS, para la salud.

Debido a la utilización de otros métodos, presuntamente utilizados, a base de tratamientos no avalados por la ciencia, como el uso del peróxido de hidrógeno o el sulfuróxido de dimetilo, el COMIB consideraba que la doctora Popel había puesto en riesgo la salud de los pacientes. Cita, entre estas prácticas, la utilización de productos sin base científica, no autorizados; la vía de la administración (diferente a la admitida); la asepsia en los procedimientos y los establecimientos donde se llevan a cabo los tratamientos. Por este motivo, solicitó la suspensión cautelar.

Debido a la utilización de otros métodos, presuntamente utilizados, a base de tratamientos no avalados por la ciencia, como el uso del peróxido de hidrógeno o el sulfuróxido de dimetilo, el COMIB consideraba que la doctora Popel había puesto en riesgo la salud de los pacientes

En un artículo de opinión publicado en Diari de Menorca, Popel defiendió que los médicos del COMIB que habían tomado la decisión se habían “tomado el derecho a decidir lo que es bueno o malo” para sus pacientes, “sin tener en cuenta su voluntad”. La doctora consideraba que la decisión olvidaba “unos cuantos Derechos Fundamentales de la Constitución Española”. “Me ha parecido una experiencia penosa entre médicos y compañeros que demuestra que ni somos un gremio más inteligente, ni más humano, ni más compasivo, ni nada de nada”, concluía Popel, que afirmaba que los médicos del COMIB que habían tomado la decisión habían utilizado su posición “privilegiada” para decidir “cuál médico puede ejercer y cuál no”.

Expulsada por “falta muy grave”

Cabe recordar que la médica negacionista, tras haber cometido tres faltas muy graves de los estatutos del colegio, fue suspendida del ejercicio profesional durante 18 meses por las tres faltas cometidas -seis meses cada una- y multada con 51 cuotas colegiales mensuales. En un comunicado oficial, el COMIB recordó que la expulsión traía consigo la prohibición absoluta de su derecho a ejercer como médica, así como la pérdida de los derechos inherentes a la colegiación.

La investigación del órgano colegiado acreditó que Popel había publicitado productos con supuestas propiedades curativas, regenerativas y preventivas que no estaban apoyados por estudios con base científica demostrada y que, por tanto, no cuentan con el aval de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Estos productos se publicitaron para tratamientos de cáncer (melanomas metastásicos o tumores mamarios de gran tamaño).

La médica negacionista, tras haber cometido tres faltas muy graves de los estatutos del colegio, fue suspendida del ejercicio profesional durante 18 meses. La expulsión traía consigo la prohibición absoluta de su derecho a ejercer como médica, así como la pérdida de los derechos inherentes a la colegiación

Por otro lado, el COMIB recordó que Popel es especialista en medicina familiar y comunitaria, por lo que “carece de la capacitación y las competencias necesarias para abordar el manejo y tratamiento del cáncer”. Además, los procedimientos que recomienda para tratar el cáncer están, según el órgano colegiado, “alejados del rigor científico que rige la profesión médica”. Por tanto, fue expulsada por “comisión de falta muy grave” e inhabilitada para incorporarse a cualquier otro colegio “mientras la sanción esté vigente”.

“La deontología médica señala que los médicos que públicamente o en su ejercicio profesional, desaconsejen las medidas indicadas para proteger la salud pública, sin concurrencia de contraindicación justificada, incurren en una grave irresponsabilidad y vulneran las normas del CDM (Código de Deontología Médica) y como consecuencia pueden considerarse actuaciones de inadecuada praxis profesional”, indicaron fuentes del COMIB.

El argumento de Popel, durante todo este proceso, es la oposición a la suspensión cautelar debido a que la sentencia “no es firme”. En su canal de Telegram aseguró que iba a recurrir la sentencia al Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears (TSJIB). “Es muy cuestionable”, lamentó. “Esperamos que se pueda corregir en instancias superiores”, insistió.

elDiario.es ha contactado con Nadiya Popel, a través del Movimiento de Asistencia Integral (MAI), para preguntarle por sus razones para pedir su readmisión en la sanidad pública balear, sin que haya sido posible obtener una respuesta en el momento en que se publica esta noticia. La última vez que este diario la contactó, MAI enlazó una web en la que Popel hablaba de “lawfare” y “acoso judicial”.

Entre otras cuestiones, señalaba que la sentencia no entraba “en el fondo del asunto”, que a juicio de la doctora es “la nulidad radical o anulabilidad de la resolución del Colegio de Médicos por defectos muy graves en la tramitación y la motivación”.

Popel ejercía en Menorca

Durante la crisis sanitaria del coronavirus, Nadiya Popel ejercía como médica en el Hospital Mateu Orfila de Menorca. En ese contexto, la doctora empezó a colgar carteles contra la vacuna AstraZeneca en los paneles informativos del hospital, además de difundir información negacionista a través de su canal de Telegram. Estas opiniones fueron difundidas de forma acrítica por Antena3, citando a un diario de tirada local. “La vacuna es un arma para matar”, aseguró a elDiario.es, aunque sin aportar pruebas que avalaran sus controvertidas afirmaciones, en un reportaje en el que se denunciaba que la doctora negacionista recetaba fármacos contra la sarna para tratar la COVID-19.

Coincidiendo con las medidas sanitarias que se implementaron a partir de marzo de 2020 para combatir la COVID-19, Nadiya Popel creó el Movimiento de Asistencia Integral (MAI), como explicó en su web. “Ha llegado la hora de ofrecer un cambio y soluciones reales”, afirmó. Entre esas “soluciones”, Popel sigue ofreciendo en su web tratamiento con ozonoterapia, aunque no indica para qué tipo de patología.

Durante la pandemia, utilizó esta pseudoterapia para tratar a pacientes de coronavirus, un tratamiento que ya había generado polémica en otras comunidades autónomas. Uno de estos casos ocurrió en Huesca, donde un hombre con neumonía grave por COVID-19 recibió un tratamiento con ozono en la UCI del Hospital Universitario San Jorge y falleció a finales de 2021. Un juez de la capital oscense había autorizado la aplicación de este gas a petición de la familia y en contra del criterio médico del propio centro sanitario, por lo que un equipo médico externo se encargó de administrar el tratamiento.

Entre otras “soluciones”, propone recetas de Ivermectina como tratamiento contra el cáncer, un antiparasitario que se emplea para tratar enfermedades como la sarna, según señala la Organización Mundial de la Salud (OMS). Anteriormente, había recomendado este producto para tratar el coronavirus, algo que también desaconsejan autoridades sanitarias como la OMS.

Cónclave conspiranoico en Mallorca

En julio del verano pasado, Nadiya Popel acudió a un evento en un restaurante de Palma con Miguel Bosé, Josep Pàmies, Ángel Ruiz Valdepeñas y otros integrantes del movimiento conspiranoico y pseudocientífico. “Soy orgullosamente negacionista. No me he vacunado ni he vacunado a mis hijos”, dijo Bosé, en un acto que fue denunciado ante el Govern balear por la asociación Círculo Escéptico, entidad sin ánimo de lucro dirigida a combatir las pseudociencias.

En dicho evento, Popel presentó su Movimiento de Asistencia Integral (MAI), plataforma a través de la cual acusa a las autoridades sanitarias y científicas de perjudicar la salud de las personas, aunque sin ninguna base. “Nacemos como seres sanos y felices. Deberíamos tener una vida longeva si no nos intoxicaran por todos los medios. La gente aprenderá a proteger su salud”, concluyó. Para Círculo Escéptico, su movimiento “parece ser simplemente una marca bajo la que sigue comercializando sus tratamientos y pócimas”.