
Trabajo traslada la presión sobre la reducción de la jornada laboral a PP y Junts
Yolanda Díaz asegura que el Gobierno ha cumplido y advierte a las formaciones que prevén rechazar la norma: “Este debate les va a perseguir democráticamente”
La reducción de la jornada a 37,5 horas afrontará su primer examen parlamentario la semana que viene
“El Gobierno de España ha cumplido”. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, lanza este mensaje a pocos días de que la ley para la reducción de jornada afronte por fin su primer paso en el Congreso. El mensaje va dirigido al Partido Popular y sus 137 diputados pero también a Junts, cuyos votos son indispensables para que la norma empiece a tramitarse en la Cámara Baja a partir del miércoles que viene. Aunque en el Ministerio de Trabajo mantienen el optimismo sobre la votación, la formación de Carles Puigdemont parece decidida a tumbar una reforma que, al menos en público, ha rechazado prácticamente desde que se anunció. “Este debate les va a perseguir democráticamente”, advirtió este miércoles la ministra a los grupos parlamentarios.
Trabajo y Junts llevan meses negociando el contenido de la ley para reducir la jornada a 37,5 horas semanales. El texto salió a principios de año del Consejo de Ministros y todavía no se ha empezado a debatir en el Congreso. Para ello tiene que superar el trámite inicial en el que se votan las enmiendas a la totalidad presentadas por los grupos parlamentarios. PP, Vox y también los de Carles Puigdemont han registrado propuestas para devolver el conjunto del texto al Gobierno.
Díaz ya pospuso este primer trámite antes del parón veraniego. La idea era que el Congreso votase las enmiendas a la totalidad en el último pleno de julio, pero Trabajo llegó a un acuerdo con Junts en el que se daban algo más de tiempo para la negociación. En Sumar argumentaron que las condiciones políticas después del estallido del caso Santos Cerdán no propiciaban un debate en condiciones sobre una norma a la que en la coalición otorgan un valor político muy importante. Cerdán fue durante mucho tiempo el interlocutor del PSOE en las negociaciones con Puidemont.
Ahora en septiembre, PSOE y Sumar buscaban atrasar una semana más el debate de totalidad para seguir dando aire a las negociaciones y por eso este martes los socialistas propusieron cambiar el orden del día —en el que por defecto iba la reducción de jornada— con la idea de que se votase la semana del 15 de septiembre. Pero este mes la oposición tiene mayoría en la Junta de Portavoces debido a que la portavocía del Grupo Mixto es rotatoria y recae en estos momentos en Unión del Pueblo Navarro. Y la derecha no tiene la intención de retrasar una posible derrota del Gobierno.
La próxima semana contiene algunos factores que pueden perjudicar las negociaciones. El Pleno se condensará en dos días repletos de contenido, con el decreto de permisos parentales el martes y la reducción de jornada al día siguiente. Y todo coincidiendo con una fecha muy importante para el independentismo. El 11 de septiembre es la Diada y nadie sabe si Junts quiere llegar a esa fecha después de haber dado un espaldarazo al Gobierno o un golpe que, eso sí, lo colocaría en la misma acera que PP y Vox.
La plana mayor de la formación de Carles Puigdemont se reunió este miércoles en Waterloo para analizar la coyuntura política tras el turbulento cierre de curso y horas después del encuentro que mantuvieron esta semana el líder del partido y el president de la Generalitat, Salvador Illa. El Gobierno, todavía sin un interlocutor oficial con Junts tras la salida de Santos Cerdán, trata de hacer gestos para acercar a un socio indispensable si, como ha repetido Sánchez esta semana, su objetivo sigue siendo agotar la legislatura.
“Ha llegado la hora de debatir y de que los ciudadanos observen qué formaciones están del lado de los derechas y quiénes no. ¿El PP va a volver a golpear a los trabajadores como ha hecho con la reforma laboral en nuestro país? ¿se va a poner del lado del negacionismo laboral?”, se preguntó Díaz, que prefiere cargar la responsabilidad de esta norma en el PP y evitar las críticas públicas a Junts en mitad de las negociaciones.
“El Gobierno de España ha cumplido, las cartas, claras. Llevaremos el debate de la reducción de jornada y le va a perseguir en términos democráticos a todo el mundo. Todos los institutos demoscópicos dicen que esta es la medida que la gente, vote a quien vote, está esperando como agua de mayo. Y quien le falla no es el Gobierno sino la oposición”, insistió Díaz en unas declaraciones este miércoles en el Ministerio de Trabajo.
Díaz “sigue trabajando” para que salga adelante
Aunque algunas fuentes del grupo parlamentario de Sumar ven complicadas las negociaciones con Junts, en Trabajo no dan la votación por perdida y mantienen cierto optimismo a pesar de las señales que llegan desde Catalunya. La vicepresidenta insiste en que “sigue trabajando” con Junts y en su equipo subrayan que las dificultades no son tanto técnicas respecto a la legislación de la jornada laboral, en la que consideran que hay margen de acuerdo con la formación independentista, como políticas de una magnitud más general.
Si Junts decide no bloquear el trámite parlamentario de la norma, Trabajo ya ha señalado en varias ocasiones varias vías de negociación. La principal, y más importante para el tejido empresarial catalán, son las ayudas a las pymes para afrontar el recorte horario, que el equipo de Díaz ya planteó en su día en el diálogo social, pero que retiró ante el ‘no’ al acuerdo de las patronales. Además, Yolanda Díaz se ha abierto incluso públicamente a abordar una “reducción del absentismo” en la ley de la reducción de la jornada, un guiño a los empresarios y a Junts, que continuamente sitúan este tema entre sus prioridades.
Si la ley es bloqueada la semana que viene en el Congreso, la vicepresidenta segunda ya ha advertido que no se rendirá para sacar la medida adelante, aunque tarde más tiempo, algo en lo que ha sido respaldada por el ala socialista del Gobierno. La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, afirmó este verano en el Congreso de CCOO que aprobarían la reducción de jornada, aunque fuera “a la segunda o a la tercera”. “Yo digo incluso la cuarta”, ha afirmado este miércoles el líder de UGT, Pepe Álvarez, quien ha exigido al Ejecutivo que persista hasta lograr que el recorte horario sea una realidad para todos los trabajadores y trabajadoras.
Además, Yolanda Díaz ya ha advertido de que, si se tumba la ley, pretende aprobar por real decreto (que no exige trámite parlamentario) el refuerzo del registro diario de la jornada laboral. Una opción que eliminaría la posibilidad de negociación de la medida, una de las que más preocupa a muchos empresarios dentro de la norma.
Los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, en España y en Catalunya, están preparando por su parte una respuesta conjunta de cara a la votación del miércoles. Las organizaciones lideradas por Unai Sordo y por Pepe Álvarez han tildado de “secuestro” y “fraude democrático” las enmiendas a la totalidad de la derecha para tumbar la reducción de jornada pactada por los representantes de los trabajadores con el Gobierno sin la posibilidad siquiera de debate su texto.