Más allá de ChatGPT: la IA entra en casa de la mano de frigoríficos, lavadoras, hornos o aires acondicionados

Más allá de ChatGPT: la IA entra en casa de la mano de frigoríficos, lavadoras, hornos o aires acondicionados

Las marcas chinas y coreanas lideran la carrera de la inteligencia artificial doméstica, una tendencia que promete «hacer la vida más fácil» pero plantea dudas sobre seguridad y obsolescencia programada

Un nuevo giro de Google hacia la IA pone en jaque la economía del clic: “Redefine las reglas del juego”

Estar en el sofá y pedir en voz alta: “hoy necesito una receta para cinco”. La televisión responde con tres opciones de platos, cocinables con lo que hay en el frigorífico. Tras elegir uno, el horno empieza a precalentarse con el tiempo y la temperatura adecuados. Después de comer, la lavadora selecciona sola el programa idóneo para el mantel o cualquier prenda que se haya manchado, según el tejido y los detalles de la comida. Lo mismo hace el lavavajillas con los platos.

Es la experiencia que han mostrado las grandes marcas presentes en IFA 2025, la mayor feria de electrodomésticos y tecnología para el hogar de Europa, que ha arrancado este fin de semana en Berlín. Especialmente las chinas y las coreanas, que han colmado el gran recinto ferial de la capital germana con eslóganes sobre el potencial de la inteligencia artificial en los aparatos domésticos.

Es una competición en la que las compañías europeas y japonesas han renunciado a participar, el menos por ahora. Sus lanzamientos en Berlín se centran en la eficiencia energética, el diseño o la personalización de sus aparatos, dejando a un lado la carrera por la inteligencia artificial.

El cerebro de la casa

Hace años que los electrodomésticos son “inteligentes”, con conexiones wifi y apps para el móvil. La novedad que proponen ahora los fabricantes asiáticos es sobreponer un agente de inteligencia artificial a todos los aparatos, con conciencia situacional y conocimiento del perfil y preferencias de los diferentes habitantes de la casa. Recuerda a la domótica de primera generación y a asistentes como Alexa. La diferencia, prometen ahora los fabricantes, es que esta vez la tecnología sí podrá cumplir el reto de “hacer la vida más fácil” al usuario.


Visitantes caminan frente a una pancarta que dice «Bienvenidos a IFA 2025. El futuro empieza ahora», durante la inauguración de la feria IFA en Berlín

“Va más allá de los dispositivos inteligentes. Ofrece hogares que realmente te comprenden, se adaptan a tus necesidades y se preocupan por lo que más importa”, ha asegurado el vicepresidente de electrodomésticos conectados de Samsung, Cheolgi Kim, durante su presentación en IFA: “Este es el comienzo de una nueva era: la tecnología te acompaña en segundo plano para que puedas vivirla con mayor plenitud”.

Ese agente de IA está potenciado por DeepSeek en el caso de marcas chinas como Hisense, Haier o TCL; y por sistemas propios, con el apoyo de Google, en las coreanas Samsung y LG. Integrado en el hogar y conectado con cada aparato, podrá calcular aspectos como el ambiente exterior para regular la temperatura de la casa, el momento más adecuado para poner en marcha la lavadora o el lavavajillas.

“Queremos permitir que el consumidor tome decisiones eficientes, pero no complicarle la vida. La sostenibilidad es muy importante, pero todos estamos muy ocupados. Queremos que sean la IA y la conectividad las que creen una red de productos y servicios que funcionen mejor, sin que el consumidor tenga que pensar en ello”, ha explicado Neil Tunstall, director ejecutivo de Haier en Europa, durante la conferencia de prensa de IFA.

Electrodomésticos que ven

La segunda pata de estos avances son los sistemas de reconocimiento de imágenes. Los modelos de IA pueden interpretar lo que aparece en un vídeo o una fotografía, así que los fabricantes han llenado su oferta de electrodomésticos con cámaras integradas. Gracias a ellas, los hornos identifican qué alimento se ha introducido, calculan el tiempo de cocción más adecuado o incluso se detienen si la comida empieza a quemarse. Las lavadoras reconocen los tipos de tejido para no estropearlos. Los lavavajillas, por su parte, miden el nivel de suciedad de los platos antes de decidir el programa.

Incluso la española Cecotec ha presentado un aspirador que reconoce qué tipo de suciedad tiene delante y adapta a ello su sistema de limpieza. Sin embargo, puede que el mayor salto se vea en los frigoríficos. La fusión entre la IA y el reconocimiento de imágenes les permite no solo reconocer qué alimentos hay en su interior y en qué estado están, sino también —en los modelos superiores— modificar la temperatura y humedad de cada balda en función de si hay carne, lácteos, pescado o huevos, ofreciendo información relativa a cada uno de ellos a través de la pantalla.


Uno de los eslóganes de Hisense para sus televisiones era «La IA potencia cada píxel»

Pero las cámaras no solo apuntan hacia fuera. Los dispositivos de vigilancia y seguridad también aprovechan estas nuevas capacidades y dan un paso importante. “Por ejemplo, en lugar de tener que revisar manualmente la grabación, un usuario puede escribir ‘Un coche negro en la puerta principal’ y saltar directamente a ese clip, o preguntar ‘¿Qué ocurrió en las últimas 48 horas?’, y obtener un resumen para una revisión rápida”, explica una portavoz de Reolink, una empresa china de cámaras de seguridad presente en la feria.

“Más allá de la seguridad, la IA ayudará a que los dispositivos trabajen juntos como un ecosistema unificado, permitiendo que los hogares se adapten automáticamente a las preferencias del usuario y a posibles riesgos de seguridad, pero sin requerir ajustes manuales constantes”, coincide.

Ciberseguridad y privacidad: la otra cara de la IA

Esta evolución también tiene un lado problemático, ya conocido de otros dispositivos conectados: cuanto más inteligentes y dependientes de la red sean los electrodomésticos, más riesgos implican en términos de privacidad, dependencia de un único ecosistema de marca u obsolescencia forzada cuando dejan de recibir actualizaciones.

El aspecto de la ciberseguridad también resulta crucial. Hasta ahora, atacar una freidora de aire resultaba poco lucrativo. Con los nuevos sistemas de IA que actúan como cerebro del hogar, la situación cambia. Esa misa freidora puede convertirse en puerta de entrada a información sensible, desde datos personales hasta detalles financieros derivados de las suscripciones que se gestionan a través del televisor, por ejemplo.


El androide T1 de Booster Robotics. La robótica ha quedado en un segundo plano en esta edición de IFA

La feria de Berlín, en todo caso, no es el mejor lugar para resolver estas dudas. Las compañías insisten en que ya las han tenido en cuenta y trabajan para que no se conviertan en un problema. En el caso de Samsung, por ejemplo, los responsables de su stand subrayan que el nuevo sistema Knox, presentado este año, extiende el nivel de ciberseguridad de sus móviles y tabletas a frigoríficos, aspiradoras y lavadoras. Un reconocimiento de que a partir de ahora supondrán el mismo nivel de amenaza.

“Sí, desde el punto de vista tecnológico, las cámaras de seguridad mal protegidas pueden exponer datos sensibles”, responde por su parte la portavoz de Reolink. Esta empresa opta por la vía alternativa: impedir que los datos sensibles salgan a Internet. “Para mitigar los riesgos de privacidad y datos, nosotros adoptamos un enfoque de privacidad desde el diseño, ofreciendo almacenamiento local en el dispositivo, donde las grabaciones nunca salen de la cámara, y protegiendo el almacenamiento en la nube con cifrado de extremo a extremo”, detalla.

Por otro lado, los fabricantes ya están empezando a construir alianzas con terceras empresas para que sus sistemas de IA reconozcan mejor una serie de productos. El de Haier, por ejemplo, llamado “hOn”, tiene acuerdos con el canal de televisión Sky, con compañías de seguros, con compañías energéticas, con cadenas de supermercados y con marcas de detergentes y lavaplatos. “Queremos un sistema abierto que nos permita conectarnos con todo tipo de negocios diferentes para ayudarnos”, ha expuesto su responsable europeo.

Es pronto para saber si los fabricantes de electrodomésticos tendrán realmente en cuenta la lección que las empresas tecnológicas aprendieron por las malas. El lado positivo es que la regulación sí que está preparada, con leyes europeas que ya prevén expresamente este tipo de comportamientos.

La IFA se celebra en Berlín desde 1924. En esta edición de 2025 se han reunido más de 2.000 marcas de todo el mundo en los 26 pabellones del recinto, mostrando hacia dónde quiere empujar la industria: ahora un mejor electrodoméstico no solo es el que libera trabajo, sino también el que piense y toma determinadas decisiones por nosotros. El futuro dirá si las lavadoras son capaces de tomar mejores decisiones que sus propietarios.