
Lola Consuegra, librera a los 27 años: “Para mí la literatura es política, van de la mano”
Tras abandonar unas oposiciones de cuatro años al Cuerpo Jurídico Militar, la joven ha inaugurado su propía librería, El Faro de Lola, en el céntrico barrio murciano de Santa Eulalia
Demoleer se consolida en Murcia como el festival de literatura feminista: “Es uno de los más frescos y radicales de España”
En una España en la que las influencers marcan el debate público sobre si leer nos hace mejores, donde los medios cogen el testigo alimentando un debate del que quizá lo único debatible es por qué estamos discutiendo cuestiones que hasta ayer se daban por sentadas; en medio de esta España de jóvenes con un salario medio de 1.048,19 euros y casi siete millones de opositores –a veces la causalidad sí implica correlación–, Lola Consuegra, murciana de 27 años, abandona una carrera de cuatro años de oposición para saltar al otro extremo: convertirse en autónoma y montar una librería en el centro de la ciudad.
Estudió Derecho y se embarcó en unas oposiciones al Cuerpo Jurídico Militar: “Fue mi vocación durante muchísimos años y me sigue gustando, pero el Ejército es una profesión muy exigente y pide cosas para las que estuve dispuesta, pero ya no”. Así, tras casi un lustro de preparación, las abandona para iniciar un proyecto que nada tiene que ver, pero que siempre tuvo en mente: montar su propia librería independiente, El faro de Lola. Un espacio cultural que celebró una multitudinaria inauguración el pasado 7 de septiembre y cuya respuesta sorprendió, sobre todo, a la propia dueña: “La viví disociada por completo. Pensaba que eso le estaba pasando a otra persona y yo estaba ahí de invitada”.
Exterior de El faro de Lola durante su inauguración
El faro de Lola se une así al boom murciano, femenino y feminista, del impulso a la literatura en la Región de los últimos dos años. Clubs de lectura como ‘Las Perras Románticas’, ‘Bravas Bravísimas’ o ‘Libros al fresco’, así como el festival de literatura feminista ‘Demoleer’, que el pasado mayo celebró su segunda edición triplicando el aforo del año anterior, ponen de manifiesto el reclamo de espacios culturales con un marcado corte progresista que, si bien no son una excepción en la mayoría de las principales ciudades de España –Murcia es la séptima más grande del país–, sí parecen serlo en nuestra Región, donde la iniciativa popular es la que amplía una oferta cultural al margen de los estándares tradicionales con los que las instituciones asocian la tradición, la cultura y la identidad murcianas.
¿Por qué una librería?
Porque me apasionan los libros, y porque creo que es una profesión preciosa. Los libreros y las libreras somos los intermediarios entre los autores y los lectores, somos fundamentales en esa cadena y es muy bonito recomendar un libro y pensar en la posibilidad de que se convierta en el libro favorito de esa persona. Qué mejor que estar siempre entre libros y que tu trabajo sea leerlos y venderlos.
¿Hubo crisis de identidad en el proceso en el que abandonas unas oposiciones al Cuerpo Jurídico Militar para convertirte en librera?
No, esa crisis la tuve a los dos años de oposición. Estaba agotada. Es un proceso muy duro, muy largo y que te quema muchísimo. Así que tuve una crisis muy grande y me empecé a plantear si era eso lo que quería. Mi preparadora me entendió, gracias a eso me aparté un tiempo y pude retomarlo durante un par de años más.
Sin embargo, en relación con la librería, el proceso fue diferente. Yo venía de hacer una terapia de EMDR (terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares), y eso fue lo que me hizo tomar la decisión de cambiar de rumbo. Siempre me había gustado leer, en 2020 me abrí una cuenta de libros que con el tiempo se convirtió en una comunidad de lectoras, de libreros y de editoriales que suponía un apoyo muy grande. Además, mis prioridades ya no eran las mismas que cuando elegí el camino al Cuerpo Jurídico Militar. Gracias a esa terapia se empezaron a desbloquear cosas en mi mente y un día lo vi todo muy claro, fue un momento muy liberador.
Se podría decir que no hubo una metamorfosis, sino una terapia bien conducida.
Sí, exacto. De hecho, mi psicóloga vino a la inauguración y le dije: ‘Que sepas que todo esto es culpa tuya’.
Para la gran mayoría de jóvenes de 27 años dejar unas oposiciones y montar un negocio es un imposible. ¿Qué hay detrás de esta posibilidad? ¿Te consideras privilegiada frente a tu generación o crees en el ‘si quieres puedes’?
Lo del querer es poder… hasta cierto punto. Considero que el apoyo familiar es fundamental, y me siento muy agradecida y afortunada por haberlo tenido, porque no todo el mundo lo tiene. Me siento una privilegiada porque gracias a mis padres y a su esfuerzo he podido montarlo. Es cierto que una librería no es, entre comillas, un negocio caro como podría ser montar un bar. La hostelería requiere una inversión mucho mayor.
Por supuesto que soy una privilegiada. Y me encanta ser consciente de mi privilegio, porque creo que debemos serlo
Cuando dejé la oposición no sabía si mi familia me apoyaría en esto, pero lo tenía claro y estaba convencida de que trabajaría unos años si hacía falta para poder ponerlo en marcha. Afortunadamente, no ha sido así, he contado con su apoyo desde el minuto uno, y ahora tengo un préstamo, pero no con el banco.
Un préstamo sin intereses.
Sin intereses. Por supuesto que soy una privilegiada, por supuestísimo que sí. Y me encanta ser consciente de mi privilegio porque creo que debemos serlo.
El faro de Lola durante su inauguración
¿Qué opinas de la oferta cultural murciana?
Pues mira, creo que en Murcia hay muchísimo talento, muchísimo arte, y creo que ahora se empieza a notar sobre todo gracias a la música: Viva Suecia, Arde Bogotá, Maestro Espada… En literatura vamos un poco más rezagados, pero también hay autores muy reconocidos: Santos Martínez, que hace poco publicó ‘Ropasuelta’ con la editorial Hoja de Lata, Rafa Luján, que ha publicado con AdN, o Leonardo Cano, que ha ganado el Gutenberg.
Aun así, el tema de la literatura en Murcia todavía me huele un poco a armario cerrado, a rancio. Creo que se necesitan más voces jóvenes y un lugar donde se puedan reunir. Creo que en Murcia faltaba un espacio así, me daba mucha rabia verlo en otras ciudades y no encontrarlo en la mía, por eso lo abrí yo.
El tema de la literatura en Murcia todavía me huele un poco a armario cerrado, a rancio. Creo que se necesitan más voces jóvenes y un lugar donde se puedan reunir
¿Y las librerías murcianas?
El monopolio ya sabemos quién lo ha tenido en Murcia capital.
¿Diego Marín?
Exacto. También está la librería Ramón Jiménez, aunque no creo que comparta monopolio, de hecho, para mí, es un emblema bastante importante de la Región de Murcia. Creo que está muy bien que existan librerías emblema en la ciudad, pero creo que también se necesitan voces nuevas y nuevos espacios donde se dé cabida a todas aquellas personas que no encuentran su sitio y quieren tenerlo. Y también darles voz: mi intención es que aquí se abran coloquios dirigidos a dar voz a mujeres, personas trans, personas racializadas…
¿Entiendes, entonces, la existencia de El faro de Lola como un acto político?
Es que para mí la literatura es política, van de la mano. Sobre todo cuando cuestiones obvias que se daban por sentado se empiezan a discutir.
Quien dice que no le gusta leer es porque no ha encontrado el libro adecuado
Hace unas semanas la influencer María Pombo decía ante millones de seguidores que leer no nos hace mejores personas, ¿qué opinas tú?
Pues yo creo que sí. No nos hace mejores de una forma pedante ni moralmente superior, pero sí nos hace mejores. Los libros cambian la vida de las personas y también las hacen mejores porque te hacen darte cuenta de cosas que no podías ver, o te reflejan y te hacen ver que igual has sido un cabrón o cabrona de mierda.
No creo que todo el mundo deba leer porque no considero que tenga que ser una obligación, pero, para mí, quien dice que no le gusta leer es porque no ha encontrado el libro adecuado. Yo creo que leer le gusta a todo el mundo, lo que sea, da igual, pero gusta a todo el mundo.
Por último, si tuvieras que quedarte con un autor o autora, ¿quién sería?
Uf… Almudena Grandes o Elísabet Benavent, por lo que han supuesto en mi vida lectora y en mi vida en general.