Glovo, Wallapop, TravelPerk: cómo les va a las tecnológicas españolas que aspiraron a ser «unicornios»

Glovo, Wallapop, TravelPerk: cómo les va a las tecnológicas españolas que aspiraron a ser «unicornios»

El número de startups españolas con valoraciones de más de 1.000 millones se ha reducido de once a dos en tres años

De ‘unicornio’ a echar a la mayoría de la plantilla: la agonía de Devo, la perla de la ciberseguridad española

Durante la pandemia, el capital riesgo sufrió su particular fiebre del oro con los negocios digitales. Esto generó una oleada de liquidez que disparó la capitalización de las grandes tecnológicas y, al mismo tiempo, alimentó a miles de startups con rondas de financiación que impulsaron su expansión. En 2022, hasta once compañías españolas alcanzaron la categoría de “unicornio”, un título reservado a las startups valoradas en más de 1.000 millones de euros. Hoy, apenas cinco podrían seguir reclamando ese estatus y, si se aplica la definición a rajatabla, solo dos.

Una es Factorial, que ofrece una plataforma en la nube para automatizar nóminas, bajas, vacaciones y otros procesos de recursos humanos en pymes. La otra es Recover, una empresa dedicada a la producción de algodón reciclado. Las demás han caído por diferentes motivos: algunas no han podido consolidar su negocio, como Devo o Domestika, que han tenido que despedir a la mayoría de la plantilla y afrontan un futuro incierto; o bien se han hecho mayores, superando el umbral de los 10 años que suele definir a las startups.

De momento, no hay relevo generacional para ellas. Una tendencia que no es exclusiva del mercado español, sino que coincide con el retraimiento del capital riesgo hacia otras inversiones. De los 634 nuevos unicornios creados en el mundo en 2021, se pasó a la mitad un año después y a solo 110 en lo que llevamos de 2025, según datos de la plataforma PitchBook.

¿Qué es lo que ha hecho despegar a Recover y Factorial? ¿Dónde están hoy el resto de empresas españolas que fueron unicornios o llegaron a serlo? Esta es su situación actual:

Factorial

Fundada en 2016 en Barcelona por Jordi Romero, Pau Ramon y Bernat Farrero, Factorial nació como una plataforma para digitalizar la gestión de recursos humanos en pequeñas y medianas empresas. Los tres fundadores ya habían coincidido en Redbooth, un proyecto previo de software colaborativo que ahora tiene su sede en Silicon Valley. Con esa experiencia crearon Factorial, apostando por un producto universal: una herramienta para gestionar nóminas, vacaciones, fichajes y otros procesos de personal en un software en la nube, fácil de usar y pensado para compañías sin grandes departamentos dedicados a este fin.

Hoy Factorial tiene unos 13.000 clientes en 95 países y unos 1.300 empleados repartidos por su sede central de Barcelona, Berlín, Ciudad de México, São Paulo y Miami. Es uno de los casos de éxito más sólidos del ecosistema español, convirtiéndose en unicornio en 2022 tras una ronda de inversión que la valoró en algo más de 1.000 millones. Sus principales retos para seguir creciendo: ser capaz de diferenciarse del resto de opciones del mercado con productos similares y demostrar que puede mantener márgenes y rentabilidad en esta fase de crecimiento internacional.

Recover

Un caso especial dentro del panorama de startups. Un unicornio que nació de Hilaturas Ferre, una empresa familiar textil fundada en 1914 en Banyeres de Mariola (Alicante). La cuarta generación de hilanderos, encabezada por Alfredo Ferre, decidió priorizar el reciclaje textil y las fibras sostenibles a través del proyecto Recover y empezó a trabajar con marcas como Inditex o H&M. En 2020 Hilaturas Ferre vende ese proyecto al fondo STORY3 Capital. Así nace Recover como empresa independiente, permaneciendo Alfredo Ferre como CEO y la sede central en Banyeres de Mariola.

Un año después una ronda de financiación liderada por Goldman Sachs la convirtió en unicornio al elevar su valoración cerca de los 1.000 millones. Su modelo de negocio es producir fibras recicladas a partir de residuos textiles (ropa usada, recortes industriales), que luego vende a fabricantes de ropa, que las usan para producir tejidos más sostenibles. Inditex, Primark o C&A están entre sus clientes habituales. Su tecnología permite, por ejemplo, producir fibras recicladas con color, evitando el proceso de teñido convencional, uno de los de más impacto medioambiental de esta industria.


Fardos de residuos textiles en una planta de Recover

Recover tiene plantas en España, así como en Bangladés, Pakistán y Vietnam, los grandes polos de fabricación textil mundial. Además, planea expandirse a Brasil, México, Turquía o India. Este crecimiento plantea su mayor examen de cara al futuro, puesto que implica pasar a una producción masiva global y las consiguientes dificultades logísticas, de calidad y suministro. La competencia en su sector también es creciente, con los gigantes de la moda rápida presionados social y legalmente por sus prácticas poco sostenibles. Un sector que, a su vez, ha recibido críticas por greenwashing.

TravelPerk

La mayoría de listados de unicornios no son demasiado estrictos con la variable de la edad de las empresas. Más allá de esos 10 años de referencia, los analistas se fijan más en si las empresas siguen en fase de expansión acelerada, reinvirtiendo todos sus ingresos en crecer, y sobre todo, dependiendo de las rondas de financiación para mantenerse a flote. Fundada en 2015 y con un bache forzado por la pandemia, TravelPerk entra de lleno en esta categoría.

Esta compañía con sede central en Barcelona y oficinas en Berlín, Londres, Edimburgo, Birmingham, Miami, Boston y Chicago desarrolla una plataforma para facilitar los viajes de empresa. La idea era llevar la experiencia de Airbnb o Booking a los viajes por motivos de trabajo, centralizando la reserva de vuelos, trenes, hoteles y alquiler de coches para empleados, integrando además la gestión de gastos.

TravelPerk tuvo un crecimiento rápido en sus primeros años y tras sobrevivir a la pandemia, logró el status de unicornio en 2022. A principios de este año, otra ronda de financiación de 200 millones de dólares elevó su valoración hasta los 2.700 millones, convirtiéndola en la startup más valorada de España. Ha superado los 200 millones de dólares de ingresos anuales y según las últimas cifras que ha comunicado, en 2024 dejó de perder dinero. Tiene unos 1.500 empleados y maneja un volumen de reservas superior a los 2.500 millones.

Cabify

No es fácil convertirse en unicornio, y menos aún mantenerse. Sin embargo, es aún más extraño que una empresa que llegó a serlo reconozca abiertamente que se ha caído de la lista. Hacerlo implica reconocer que los inversores han perdido mucho dinero y complica la negociación de partida de una posible venta. No obstante, eso es lo que ha pasado con Cabify, a quien el fondo Seaya, que posee el 10% de la empresa, valoró en unos 620 millones de dólares hace un par de años.

En 2018, la empresa de alquiler de coches con conductor fue la primera startup española que superó los 1.000 millones de valoración a partir de rondas de capital riesgo (técnicamente el primer unicornio español fue eDreams, con su salida a bolsa en 2014). Su valoración fue exactamente de 1.800 millones. Siete años después, la empresa ya empieza alejarse de esa clasificación tanto por tiempo (14 años desde su fundación) como por perspectiva actual de negocio.


Fotografía de archivo en donde se ve un auto con un logo de Cabify. EFE/Mariscal

Cabify se mueve en márgenes positivos (unos 10 millones de beneficio operativo con una facturación de casi 250 millones en 2023), pero sigue perdiendo dinero debido a que sigue invirtiendo por encima de sus posibilidades orgánicas para hacer crecer su negocio. En 2023, se dejó un total de 9,3 millones, casi el doble que en el ejercicio anterior, en el que registró unas pérdidas de 4,9 millones. Emplea unas 1.000 personas entre sus oficinas de España y América Latina. Su futuro está condicionado, además, por la regulación de las VTC y las protestas del sector del taxi contra el aumento de este tipo de licencias.

Job&Talent

Pese a que fue fundada en 2009, Job&Talent es otra de las empresas españolas que aparece en la mayoría de ránkings de unicornios actuales. Su llegada a esta etapa fue tardía, cuando la compañía tenía ya 12 años, y actualmente sigue en esa etapa de crecimiento dependiente del capital riesgo, después de atravesar varios cambios de modelo de negocio y consolidarse como una plataforma de contratación para empleos temporales.

Antes de apostar por ser una opción totalmente digital que sustituyera a las ETT tradicionales, Job&Talent intentó ser un portal de empleo general y una red social laboral. Este 2025 la compañía ha cerrado otra ronda de financiación, dando entrada a BlackRock en su accionariado con una valoración total de 1.300 millones de dólares, incluyendo deuda. EEUU es ahora su principal mercado, pero asegura que España sigue siendo “clave para la empresa”. Según sus últimos datos publicados, Job&Talent tiene más de 3.000 trabajadores en todo el mundo y una facturación superior a los 2.000 millones de dólares.

Glovo

Fundada en 2015 en Barcelona por Oscar Pierre y Sacha Michaud, Glovo se convirtió en pocos años en una de las aplicaciones de reparto a domicilio más reconocibles en España y buena parte de Europa. Su modelo de negocio, basado en la inmediatez de entregas de restaurantes, supermercados y farmacias, atrajo desde el inicio grandes cantidades de fondos de firmas de capital riesgo y le permitió expandirse rápidamente a más de 20 países. En 2019 alcanzó el estatus de unicornio tras una ronda de 150 millones de euros liderada por Mubadala, el fondo soberano de Emiratos Árabes Unidos.

La trayectoria de Glovo, sin embargo, ha estado marcada por polémicas laborales y márgenes muy estrechos. En 2022 fue adquirida por la alemana Delivery Hero, que ya era su principal accionista, en una operación que la valoró en unos 2.300 millones de euros, abandonando así el estatus de unicornio. Desde entonces, la compañía ha reducido mercados y afrontado multas millonarias en España y la UE por su modelo de riders, que los tribunales han considerado falsos autónomos. Hoy Glovo mantiene su sede en Barcelona, emplea a unas 1.700 personas en plantilla y sigue siendo uno de los grandes nombres del ecosistema digital español, aunque con un futuro cercado por su polémico modelo de negocio y una competencia extrema.

Wallbox

Wallbox se erigió como una de las grandes promesas de la nueva industria de la electrificación y la sostenibilidad. Sin embargo, su trayectoria ha chocado con un mercado que no ha crecido al ritmo esperado. Aunque llegó a unicornio en 2021 tras alcanzar una capitalización de unos 1.500 millones de dólares en su salida a bolsa, sus acciones, que debutaron a 9,49 dólares en Wall Street, cotizan hoy a poco más de 4. La empresa ha entrado en una fase de repliegue forzado: cerró su planta en Barcelona, despidió a más de un tercio de su plantilla en un solo año y ha renegociado una deuda que se acerca a los 200 millones de euros. Sus pérdidas en el primer semestre de 2025 fueron de 34,5 millones.

En un intento por estabilizarse, Wallbox ha recurrido al mercado y a una importante inyección de capital público. Ha completado hasta 12 ampliaciones de capital desde 2021 y, más recientemente, la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT) le inyectó 8,35 millones. A pesar de la complicada situación, Wallbox mantiene la esperanza de que la demanda de vehículos eléctricos se reactive. Aunque sus pérdidas se han reducido en los últimos trimestres y el mercado norteamericano sigue creciendo, la compañía se enfrenta a la paradoja de un sector en el que los cargadores no pueden prosperar sin una adopción masiva de coches eléctricos.

Tras los recortes aplicados tiene unos 800 trabajadores, repartidos entre el centro de la Zona Franca de Barcelona, su fábrica de Texas y las empresas que ha adquirido (como ABL en Alemania y Coil en EEUU).

Wallapop

Uno de los casos más particulares de la lista. Pese a ser una de las apps más conocidas de España para la compraventa de artículos de segunda mano y acumular 19 millones de usuarios activos mensuales contando con Italia y Portugal —una cifra nada desdeñable para su modelo de negocio—, Wallapop nunca ha llegado a alcanzar la valoración de unicornio. La empresa no llegó a subirse al trasatlántico de las inversiones de 2021 y 2022, aunque llegó a cerrar una ronda de financiación que la valoró en 806 millones de euros en 2024 en la que entró el Instituto de Crédito Oficial (ICO) con 20 millones.

Este agosto la plataforma ha vivido un sorprendente movimiento: ha sido adquirida por la multinacional coreana Naver, que ya poseía parte de la compañía, por solo 600 millones de euros. Es la cifra que Wallapop había conseguido sumando todas sus rondas de financiación anteriores, lo que implica que la app se ha vendido por lo mismo que costó crearla, sin beneficio para sus inversores tempranos. La operación, no obstante, está impugnada por el fondo 14W y otros socios minoritarios, que consideran que la valoración es demasiado baja.

La venta se ha dado además en un contexto en el que Wallapop está mejorando sus resultados, superando por primera vez la cifra de 100 millones en ingresos en 2024 y recortando sus pérdidas a 25 millones, un 50% menos que hace dos años. Tiene unos 300 trabajadores, la mayoría en su sede central de Barcelona. Naver, que posee el principal buscador de Corea del Sur y la app de mensajería más usada de Japón (Line) será quien decida ahora el futuro de la compañía.

Idealista

El caso de Idealista es singular, no solo por su longevidad en el panorama digital español (se fundó en 2000), sino por el profundo impacto social que ha ejercido. Convertida en el portal inmobiliario de referencia en España, su dominio del mercado la ha situado en una posición de poder que no está exenta de críticas. De manera similar a lo que ocurre con Glovo y su efecto en el mercado laboral, Idealista ha sido señalada por contribuir a la gentrificación y a la subida de los precios del alquiler y la compra de vivienda en las grandes ciudades.

Idealista alcanzó una valoración de 1.321 millones de euros en 2020 tras la inversión del fondo sueco EQT. En 2024, EQT vendió su participación mayoritaria a Cinven por 2.900 millones, más del doble de su inversión inicial. Esta operación marcó la mayor venta de una startup digital española en la historia.

La empresa cerró 2024 alcanzando los 300 millones de facturación en España, Italia y Portugal, y con una rentabilidad operativa de 85 millones. Sin embargo, la compañía mantuvo pérdidas netas de casi 52 millones, principalmente por efectos contables derivados de la amortización del fondo de comercio y activos intangibles tras la compra por EQT. Su plantilla es de unos 1.300 trabajadores.

Fever

Aunque arrancó en Madrid en 2011, su sede central se trasladó a Nueva York tres años después. Su aplicación permite comprar entradas para conciertos, exposiciones o espectáculos inmersivos, y ha logrado popularizar un modelo en el que mezcla la organización propia de eventos con la distribución de terceros. Durante sus primeros años se expandió con discreción, pero en 2022 dio un salto de escala al cerrar una ronda de 227 millones de dólares liderada por Goldman Sachs que la situó por encima de los 1.000 millones de valoración.

Hoy Fever es uno de los principales promotores globales de espectáculos de entretenimiento, con presencia en más de 40 países y una plantilla de más de 1.500 empleados. En el ejercicio 2024 comunicó 400 millones de ingresos y aseguró que su resultado de explotación ya es positivo, aunque sigue en pérdidas (no declaradas) por su expansión internacional.

Domestika

Domestika, una plataforma de cursos online, fue otro más de los unicornios españoles de la generación de 2022, cuando elevó su valoración a 1.300 millones de dólares. Sin embargo, en 2023 experimentó una caída del 30% en sus ingresos y redujo su plantilla en más del 60%, quedando con poco más de 100 empleados. A pesar de estos desafíos, la empresa ha logrado reducir sus pérdidas en las dos sociedades con las que opera en España. Su sede principal está en California, y mantiene estudios de producción en 12 países de Europa y América.

Devo

El caso de Devo es un recordatorio de la volatilidad del ecosistema de las startups de alto crecimiento. Especializada en ciberseguridad y análisis de datos en la nube, esta compañía de origen español con sede en Boston llegó a ser valorada en unos 2.000 millones de dólares en 2022. Apenas tres años después, acaba de despedir a la mayoría de la plantilla y ha reducido al mínimo su presencia en España.