Cinco hábitos para sentirnos mejor y estar menos cansados durante todo el año

Cinco hábitos para sentirnos mejor y estar menos cansados durante todo el año

Todos deseamos mejorar nuestra sensación de bienestar, de la mano de pequeños pero eficaces hábitos podemos acercarnos

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El concepto de felicidad es ambiguo y subjetivo, cada uno de nosotros puede tener su propia definición. Pero hay ciertos elementos que coinciden en el imaginario colectivo y, por tanto, podríamos hacer una aproximación bastante fiel si dijéramos que se trata de una combinación de factores como cierta sensación de control sobre nuestra vida y de conexión con los demás.

Pero antes tenemos que ser conscientes de que nuestro estado de ánimo puede verse afectado por todo lo que nos rodea: la situación socioeconómica, el clima, la luz, la alimentación e incluso las actividades que realizamos. Aun así, hay pequeños gestos que nos pueden acercar a esa sensación de bienestar. 

Una de las claves estaría en adoptar una serie de microhábitos, comportamientos y actividades cotidianas y prácticas, al menos es lo que dice la investigación en este campo, que sugiere que son los pequeños cambios positivos en nuestra vida diaria los que nos ayudan a sentirnos bien y a mantenernos en forma con el tiempo. Y casi nunca las personas que dicen ser más felices son las más ricas o laboralmente exitosas, sino las que cuidan sus relaciones y su bienestar.

Pequeños pero valiosos hábitos para sentirnos mejor

Las conclusiones del Informe Mundial de la Felicidad 2025, publicado por el Centro de Investigación sobre el Bienestar de la Universidad de Oxford, reafirman y constatan un hecho: la sensación de felicidad se basa en las pequeñas cosas, como la confianza, la amabilidad y la conexión social. Unas conclusiones a las que llega también este exhaustivo estudio desarrollado por la Universidad de Harvard sobre el desarrollo de adultos, que ha durado décadas. En él se citan algunos hábitos que nos pueden ayudar:

Mimar las amistades

Compartir nuestro tiempo con los demás y valorar la interacción social puede mejorar nuestro estado de ánimo o cambiar nuestra perspectiva, a la vez que puede reducir la sensación de soledad y fomentar el apoyo emocional. El Informe Mundial de la Felicidad 2024 define este factor, el de tener amigos, familia y otras relaciones sociales, como la posibilidad de tener a alguien en quien confiar o a quien recurrir en caso de necesidad.

Los estudios demuestran que pasar más tiempo con amigos y familiares o, simplemente, pasar más tiempo con otras personas, crea una conexión para tener una mayor sensación de felicidad. Y esto no va de solo recibir, sino también de cómo tratamos a los demás y qué ofrecemos. Cada vez hay más evidencia que demuestra el poder transformador de las conexiones sociales y de cómo la calidad de nuestras amistades es también una señal de nuestro bienestar.

Pero esto no debe ser un impedimento para aprender también a estar solos: saber disfrutar de nuestra compañía puede ser también una poderosa herramienta para sentirnos mejor. Quienes comprenden el valor de la soledad porque se sienten cómodas y saben aprovechar este tiempo para dedicarlo a sus intereses personales. Es una buena manera de recargar energías y reflexionar. Debemos tener en cuenta, sin embargo, que estar cómodos con la soledad no significa evitar las interacciones sociales.

Realizar actividades que nos gusten

Según el estudio de la universidad estadounidense es clave llevar a cabo actividades que nos gusten porque conectan nuestras neuronas. Nuestro cerebro secreta dopamina y serotonina, hormonas que pueden aumentar la motivación y mejorar nuestro bienestar general. Por tanto, dedicar tiempo a una actividad que nos proporcione placer es beneficioso para el cuerpo y la mente.

Cuidar de la salud física

La salud física y mental están estrechamente relacionadas. Si prestamos atención al sueño, la alimentación y el ejercicio es más fácil sentirnos bien. Las personas con mayor sensación de felicidad comprenden este vínculo y, por tanto, priorizan su salud física e integran el ejercicio regular, una alimentación equilibrada y un sueño adecuado en sus rutinas diarias. Más que tareas rutinarias, las considera componentes esenciales de su bienestar general. 

Basta con incorporar pequeños cambios, como dar un paseo cada día o sustituir esa bebida azucarada por una pieza de fruta, así como dormir lo suficiente. Parecen consejos sencillos, pero a menudo se pasan por alto. Un sueño reparador, por ejemplo, nos ayuda a regular el sistema nervioso y el estado de ánimo y es fundamental para encontrar el equilibrio. Practicar ejercicio, por ejemplo, nos podría llegar a aportar más sensación de felicidad que la riqueza, según un estudio publicado en The Lancet, lo que nos llevaría a pensar que la creencia de que el “el dinero no da la felicidad” tiene cierto sentido.

La clave está, más que en adoptar cambios drásticos, en incorporar hábitos que se prolonguen en el tiempo.

Tratar de reducir el estrés

Mantener el estrés alejado también puede ser un factor determinante en nuestro nivel de bienestar. Y disponer de tiempo libre es una de las maneras de conseguirlo. Al menos es lo que dice una investigación de la Asociación Americana de Psicología, según la cual disponer de menos de dos horas diarias de tiempo libre se traduce en unos niveles más bajos de bienestar y concluye que lo ideal son de dos a cinco horas diarias.

Ser amables

La bondad está estrechamente relacionada con la sensación de felicidad, más de lo que cabría esperar. Practicar la gratitud y la amabilidad se ha relacionado con mayores niveles de bienestar y menores de depresión y estrés porque este hábito nos permite concentrarnos en lo que va bien en nuestra vida, en lugar de hacerlo en lo negativo, y este enfoque puede marcar una gran diferencia en nuestra sensación de felicidad.

Puede ser algo tan simple como valorar una taza de café caliente o tan profundo como el amor de la familia. Las personas que manifiestan un mayor bienestar suelen tener un don para reconocer y apreciar lo bueno de su vida, no dan nada por sentado, demuestran gratitud y este acto de agradecimiento les aporta satisfacción.