
Trabajo persigue que el registro horario reforzado conlleve una reducción real de la jornada laboral
El real decreto, ahora en consulta pública, contempla que se registren las horas extraordinarias, complementarias, tiempos de descanso o jornadas flexibles, para que sean comprobables por la Inspección
Trabajo da el primer paso para endurecer el registro horario y facilitar su control por la Inspección
El Ministerio de Trabajo va a la ofensiva para sacar adelante una de las medidas incluidas en la ley para reducir la jornada laboral, que no salió adelante en el Congreso por los votos en contra de PP, Junts y Vox. Justo después de que las derechas tumbaran la norma, puso en marcha la consulta pública para sacar adelante un real decreto que tiene que derivar en un control más efectivo del registro horario laboral.
El futuro reglamento no va a conllevar sanciones más elevadas, que sí contemplaba la ley, pero sí supone elementos para reforzar el registro, así como mejorar la transparencia, el control y la vigilancia que realiza la Inspección de Trabajo. “Es una medida que la gente quiere, que necesita”, indican fuentes de Trabajo.
Señalan también que una de las batallas soterradas de las últimas semanas no era la reducción de jornada en sí, sino su control. “Si tuviéramos un registro eficaz que permitiera la labor de la Inspección de Trabajo se bajaría más la jornada efectiva de trabajo”, indican desde el Ministerio encabezado por Yolanda Díaz porque, asumen, existe “un problema de control”.
“La idea del registro es imponer una forma fiable, no alterable y fácilmente constatable de cuáles son las jornadas” reales. “Eso producirá una reducción del tiempo de trabajo” de facto, ahondan las citadas fuentes.
El registro va a obligar a registrar el inicio y el final de la jornada y todas las circunstancias que se produzcan durante la misma. “Las horas que haga el trabajador tendrán que totalizarse”, señalan. “Tiene que saberse si es hora extraordinaria, complementaria, si se trata de jornadas flexibles. Va a ser exigente con las empresas y con los trabajadores”, añaden, porque también habrá que registrar las pausas, para tener una “radiografía” completa.
Las citadas fuentes explican que, tal y como está, el reglamento no se ha cumplido. También recalcan que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea y el Supremo señalan que el registro tiene que ser objetivo, fiable y accesible. “La traducción técnica es que tiene que ser digital y, por tanto, no manipulable y accesible para la Inspección de Trabajo, porque tiene una finalidad de control de cumplimiento de las horas”, recalcan.
Sin plazos y con periodo de adaptación
Una vez concluya esa consulta pública, el texto ya articulado después de las alegaciones comenzará el recorrido dentro del Gobierno, la consulta al Consejo de Estado, casi segura a Protección de Datos, aunque Trabajo no cree que suponga cambios. Después de ese proceso, el real decreto irá a la Comisión de Secretarios de Estado y al Consejo de Ministros para su aprobación final y publicación en el Boletín Oficial del Estado para su entrada en vigor. Sin embargo, aún no hay fecha aproximada.
A partir de ahí, Trabajo da por hecho que el reglamento será recurrido por la patronal CEOE, como ya ha ocurrido, asume, en situaciones previas. “La CEOE va a presentar batalla, no cabe duda”, asumen fuentes del Ministerio. “Lo han hecho” en otras ocasiones “y han perdido”. Ponen como ejemplo, el real decreto de los ERTE y de los ERE, porque entendieron que no podía haber un preaviso de seis meses, que el Supremo avaló. “La CEOE da batallas que siempre van destinadas a impedir reformas que van en contra de prerrogativas de los empresarios. Siempre dice que no. Saben que ahora mismo hay un registro que no tiene un cumplimiento efectivo”, recalcan las citadas fuentes.
Las empresas, además, tendrán un periodo de adaptación para poner en marcha el nuevo registro horario y se abre la puerta a ayudas para las pequeñas y medianas empresas para la adaptación.
Al margen, señalan que Inspección de Trabajo ha puesto en marcha la incorporación de 500 puestos de trabajo. “La Inspección tiene medios suficientes para el control del registro electrónico”, pero no para comprobar si este se realiza de forma manual. “Para eso nunca no había medios suficientes”, concluyen.