Meta rescata la idea de las Google Glass con unas gafas con pantalla y control por gestos a través de un brazalete

Meta rescata la idea de las Google Glass con unas gafas con pantalla y control por gestos a través de un brazalete

Mark Zuckerberg defiende que el dispositivo, que evoca uno de los grandes fracasos de Silicon Valley, es ahora «el formato ideal» para relacionarse con la inteligencia artificial

La vuelta a casa que no esperabas para 2025 son las gafas inteligentes, que ahora hablan al oído gracias a ChatGPT

Hace años que las grandes tecnológicas quieren llevar las pantallas más allá de las manos. El primer experimento en serio fueron las Google Glass, unas gafas que la multinacional lanzó en 2013 con una pantalla transparente frente al ojo y con funciones de cámara, notificaciones y control por voz. Fue un aparato que se presentó como un paso hacia el futuro, pero que pronto evidenció que su tecnología no era lo suficientemente madura como para resultar útil, quedando como uno de los mayores fracasos de Silicon Valley y recordatorio de que las grandes tecnológicas no son infalibles. Doce años después Meta cree que está preparada para volverlo a intentar.

Mark Zuckerberg ha presentado este jueves unas nuevas gafas que, sobre el papel, son muy similares a las Google Glass. Una pantalla proyectada sobre el cristal derecho, cámaras, micrófonos, reconocimiento de voz. Pero también cuentan con importantes mejoras: están emparejadas con un brazalete cuya misión es reconocer los gestos de la mano, añadiendo la posibilidad de controlarlas con movimientos como teclear sobre un teclado virtual, ampliar una imagen, cerrar una aplicación o señalar. Pero la principal es la inteligencia artificial.

Porque sí, todas las tecnologías que anticipaban las gafas de Google ha mejorado mucho durante esta década. Pero la inteligencia artificial cambia el concepto. El propósito del aparato ya no es llevar un móvil en la cara, sino tener a estos asistentes virtuales mucho más cerca. Un cerebro digital que vea y escuche todo lo que ocurra alrededor del usuario y sea capaz de interpretarlo, reconocer objetos y lugares, responder preguntas en tiempo real, traducir cualquier texto automáticamente o facilitar tareas que hasta ahora requerían sacar el móvil del bolsillo o ponerse frente a la pantalla de un ordenador.


El brazalete de control gestual de las nuevas gafas de Meta.

Se llamarán Ray-Ban Display (algo así como Ray-Ban Pantalla) y salen a la venta por 799 dólares en EEUU. Meta prevé llevarlas a Canadá, Francia, Italia y el Reino Unido para principios de 2026. “Las gafas son el formato ideal para la superinteligencia personal porque te permiten estar presente en el momento mientras accedes a todas estas capacidades de IA para hacerte más inteligente, ayudarte a comunicarte mejor, mejorar tu memoria, mejorar tus sentidos”, ha afirmado Zuckerberg.

El fundador de Facebook está convencido de que este enfoque es uno de los que tienen más potencial en el campo de la IA. Por ello ha asumido los más de 70.000 millones de dólares en pérdidas que acumula desde 2020 la división Reality Labs de Meta, encargada de sus productos de hardware. El magnate está convencido de que una de los fallos estratégicos que han lastrado a su empresa ha sido quedar a expensas de otros gigantes, como Google o Apple, para que sus redes sociales lleguen a los usuarios. Meta triunfó con el Internet móvil, pero nunca controló los aparatos que lo hacían posible.


meta ray-bay display

Las gafas son el plan de Zuckerberg para que no le pase lo mismo con el Internet de la IA. De hecho, Meta es la primera gran tecnológica que ha logrado crear un mercado para un producto de estas características con las Ray-Ban Stories, sus gafas con cámara, micrófono y conexión a Internet. Fueron concebidas para grabar y publicar fácilmente en las redes sociales, pero se actualizaron para permitir esa relación más directa con la inteligencia artificial, que puede hablar al oído del usuario a través de altavoces en las patillas.

En España su precio de salida son 330 euros y según las cuentas que publicó en febrero EssilorLuxottica, la matriz de Ray-Ban, se han vendido dos millones de pares de estas gafas desde que salieron a la venta en 2023. En julio, la empresa dijo que las ventas de las Ray-Ban Stories se habían triplicado respecto al año anterior, aunque no ofreció datos concretos. Francesco Milleri, director ejecutivo de EssilorLuxottica, afirmó que este crecimiento había sido una de las claves del aumento de los ingresos de la compañía, que crecieron un 7,2%, hasta los 14.020 millones de euros.

Zuckerberg ha dicho durante la presentación que la trayectoria de ventas de las gafas inteligentes de Meta es “similar a la de algunos de los productos electrónicos de consumo más populares de todos los tiempos”. El ejecutivo también ha presentado la siguiente generación de Ray-Ban Stories, con capacidades mejoradas.

Las Ray-Ban Display tienen la montura notablemente más grande que las Ray-Ban Stories y también son más pesadas. Según las cifras oficiales de Meta, están en unos 70 gramos, por los 48 del modelo sin pantalla, que pesan lo mismo que unas Wayfarer normales. Según reveló el medio The Information, este aumento de peso y tamaño fue una línea roja para EssilorLuxottica durante meses, pero se solucionó tras la compra del 3% de la compañía por 3.000 millones de dólares por parte de Meta.

Entre los posibles problemas del modelo, además de los relativos a la privacidad que ya surgieron con el modelo anterior (“Desborda la normativa”, avisaron los juristas) está el de que Meta termine retrasada en la carrera de la inteligencia artificial. A pesar de la inversión, los de Mark Zuckerberg no han sido capaces de manterse en el grupo de compañías más punteras en este sentido, lo que podría lastrar las ventas de este tipo de productos a largo plazo.