Decenas de miles de filipinos salen a la calle para mostrar su ira por la corrupción

Decenas de miles de filipinos salen a la calle para mostrar su ira por la corrupción

El motivo de las protestas es la corrupción en los proyectos de infraestructuras para controlar inundaciones, que habrían causado pérdidas al erario público de 1.771 millones de euros solo en los últimos dos años

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Decenas de miles de filipinos mostraron este domingo su ira por los millonarios casos de corrupción en proyectos de control de inundaciones, con políticos y contratistas bajo la lupa de varias investigaciones, en una jornada mayoritariamente pacífica, pero que dejó choques en la capital.

“Los diputados y los senadores son los culpables de esta corrupción rampante, son ellos quienes empezaron y algunos contratistas y oficiales son también parte”, dijo a EFE Michael, de 22 años, desde una marcha que se congregó en el manileño parque de Luneta.

Manifestaciones multitudinarias

La oficina de gestión de desastres de la capital estimó en 49.000 los asistentes convocados de organizaciones juveniles e izquierdistas, una cifra que la Policía manileña rebajó a 8.000 en un comunicado.

En su mayoría jóvenes vestidos de negro, algunos con el rostro cubierto, los manifestantes airearon su hartazgo con carteles como “nosotros trabajamos, nosotros pagamos, ellos roban”.

A kilómetros de distancia, la arteria Epifanio de los Santos de Manila acogió durante la tarde a unos 10.000 manifestantes vestidos de blanco y convocados por organizaciones religiosas a la bautizada como “marcha del billón de pesos”.

“La corrupción no se trata sólo de dinero robado, se trata de futuros robados: casas inundadas, tierras envenenadas, oportunidades desperdiciadas para nuestros hijos”, destacó el sábado la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas (CBCP, en inglés), alentando las manifestaciones de hoy.

Las manifestaciones no estuvieron limitadas a la capital, y en ciudades como la norteña Baguio o la central Iloilo se congregaron también miles de filipinos cansados de la corrupción.


Manifestación en Manila contra la corrupción

Enfrentamientos en Manila

Además de la asistencia masiva, la jornada en la capital estuvo marcada por enfrentamientos entre algunos manifestantes y las fuerzas de seguridad que dejaron al menos treinta agentes heridos y una decena de detenidos, dijo a los medios el jefe de la Policía manileña, Anthony Aberin.

Los manifestantes congregados en el parque de Luneta procedieron a marchar hacia una zona cercana al palacio presidencial de Malacañang, entre un dispositivo policial reforzado para prevenir disturbios.

Imágenes difundidas por el medio local GMA y por la propia Policía mostraron cómo un ardió un camión, utilizado para cortar el paso de la protesta, mientras que en un incidente separado las fuerzas de seguridad recurrieron al uso de cañones de agua para dispersar a una muchedumbre entre lanzamiento de piedras y otros objetos.

El presidente de la organización izquierdista Bayan, Renato Reyes, resultó herido unos enfrentamientos provocados por desconocidos.

“No sabemos quién eran estos grupos, no estaban afiliados con Bayan, pero podíamos sentir su ira (…) al final del día, el Gobierno no puede ignorar el problema de la corrupción”, dijo Reyes en un comunicado.

Corrupción millonaria bajo investigación

La corrupción en los proyectos de infraestructuras para controlar inundaciones domina desde hace semanas la agenda política en el país.

Supuestamente finalizados pero en realidad inexistentes, o de baja calidad, estos proyectos “fantasma” habrían causado pérdidas al erario público de 1.771 millones de euros solo en los últimos dos años, afirmó recientemente el secretario de Finanzas, Ralph Recto.

Filipinas hace frente cada año a una veintena de tifones, y el año pasado vivió una inusual avalancha de seis tormentas tropicales consecutivas en menos de un mes que dejaron al menos 164 muertos.

Estas tormentas desatan inundaciones y avalanchas a su paso, afectando a millones de habitantes, y los manifestantes denuncian que los billones de pesos invertidos en mitigarlas acaban en los bolsillos de unos cuantos políticos y contratistas.

Las reivindicaciones anticorrupción han provocado por el momento la dimisión del dirigente de la Cámara de Representantes, Martin Romualdez; mientras que el presidente del Senado, Francis Escudero, fue apartado la semana pasada después de que emergieran sus vínculos con uno de los grandes contratistas bajo investigación.

Temor a una violencia similar a Nepal o Indonesia

A la vista de las virulentas protestas alentadas por el hartazgo de la juventud en contextos de alto desempleo y corrupción en Indonesia y Nepal (y antes en Bangladés y Sri Lanka), el temor de las autoridades filipinas y de las organizaciones religiosas convocantes era que las manifestaciones acaben desbordándose.

“Recordad, vuestra fuerza no reside en la ira, sino en la esperanza inquebrantable”, recordó la CBCP a los manifestantes.

Incluso el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., se declaró a favor de las protestas tras haber denunciado la corrupción en su discurso a la nación de julio, y prometido investigar la lacra.

“Si no fuera presidente, quizá me uniría a ellos”, dijo hace una semana, después de que las manifestaciones en Nepal se saldaran con más de 70 muertos y la expulsión del exmandatario K.P. Sharma Oli.

Las similitudes en Filipinas con las protestas en la región abundan: desde las banderas pirata del popular manga “One Piece”, estandarte de las recientes protestas en Indonesia y Nepal vistas en abundancia en Manila este domingo, hasta el escrutinio de los llamados ‘nepo babies’, en referencia a los descendientes de los grandes contratistas de proyectos de control de inundaciones.