Angelina Jolie desata la locura en San Sebastián: «Amo a mi país, pero ahora mismo no lo reconozco»

Angelina Jolie desata la locura en San Sebastián: «Amo a mi país, pero ahora mismo no lo reconozco»

La actriz ha presentado su nueva película, ‘Couture’, en la que se ha puesto a las órdenes de Alice Wincour en una historia sobre el mundo de la moda y el cáncer

Todo sobre el Festival de San Sebastián – Los Moriarti emocionan con ‘Maspalomas’, una mirada a cómo los ancianos LGTB vuelven al armario en la residencia

“Cualquier cosa en cualquier parte del mundo que divide, o que limita las expresiones y libertades de cualquier persona, es muy peligroso”, ha advertido Angelina Jolie este domingo en la presentación de su nueva película, Couture, en el Festival de Cine de San Sebastián. La actriz ha sido crítica con la situación que actualmente se está viviendo en Estados Unidos. “Amo mi país, pero ahora mismo no lo reconozco”, ha asegurado, “son tiempos tan serios que hay que tener cuidado. Son momentos muy difíciles”.

Uno de los temas centrales de Couture es el cáncer de mama que detectan al personaje que interpreta Jolie, la directora de cine Maxine Walker, que recibe un encargo de la Semana de la Moda de París. La actriz conoce esta enfermedad de cerca, ya que tanto su abuela como su madre murieron a causa de esta; y decidió hacerse unas pruebas genéticas.

Tras comprobar los resultados, se sometió a una doble mastectomía preventiva (extirpación del tejido mamario), la extirpación bilateral de los ovarios y de las trompas de Falopio. Cuando la intérprete lo hizo público en 2013, generó lo que posteriormente fue calificado como ‘efecto Jolie’, por la conciencia que generó y el notable aumento del número de mujeres que siguieron sus pasos haciéndose los estudios pertinentes y posteriores intervenciones quirúrgicas.

La directora del filme, Alice Wincour, que regresa a San Sebastián seis años después de que compitiera con su inmersión en el espacio a través de Proxima; también experimentó de cerca este cáncer. “Nuestra conexión compartida va más allá del cine. Trabajar juntas ha sido sanador, y compartir ahora la película, también lo es”, ha reconocido al respecto Jolie, que incorporó como atrezo de su personaje un collar de su propia madre. La actriz se ha emocionado al hablar de ella y reconocer que la tuvo muy presente durante toda la producción del largometraje, en el que también ha participado como productora. “Ojalá ella hubiera tenido esta comunidad, pudiera hablarlo de forma tan abierta como yo ahora. Y ojalá la gente responda con delicadeza, y no se sienta sola”, ha añadido sobre la manera en que espera que el filme sea recibido.

Couture está igualmente conectada con la ópera prima de Jolie, El niño de la bicicleta, que rodó en 2011, en cuanto a que en ambas “hay una guerra y una esperanza, un deseo de vivir una vida que esté libre de sufrimiento”. La actriz ha señalado que ambas forman parte de la condición humana y la existencia, por cómo ya sea estando en puntos extremos de un conflicto real o a título personal, “todos estamos unidos como seres humanos”. La intérprete ha celebrado que el cine permita poder “entrar en un teatro oscuro, reunirte y compartir todos estos elementos”.

A la hora de valorar el trabajo interpretativo de Jolie, Alice Wincour ha descrito a la estrella de Hollywood como una “rebelde”, que se “dedica totalmente a sus personajes, se abandona y muestra su vulnerabilidad, que es más difícil que hacer escenas de acción. Mostrar lo que está por detrás del ruido de los medios”.

La moda como metáfora del mundo

La cineasta apostó por usar el mundo de la moda como escenario en el que las historias de varias mujeres se entrelazan. Además de la directora encarnada por Jolie, está una modelo de Sudán, Ada, que ha interpretado en su debut en el cine Anyier Anei; y cuyo personaje está basado en parte en su propia vida. “Esta película es muy importante porque es la primera vez que se muestra la industria de la moda desde la perspectiva de una mujer africana. La mayoría de las veces no se habla de ello”, ha reivindicado la joven intérprete, que ha recordado que cuando alguien procede, como es su caso, de un país donde la vida es muy diferente, en el que no es necesario Internet o no existen líneas de ferrocarril, “caer en un mundo tan caótico como el de la moda es muy complicado”.

Alice Wincour identificó que la moda funcionaba igualmente como “una metáfora del mundo, de las apariencias, donde tienes que ocultar tus heridas”. Algo que en la película se concreta con las escenas en las que las modelos reciben retoques de maquillaje para tapar los dedos de sus pies magullados por los tacones, y que beben de su interés por hablar de la vulnerabilidad del cuerpo de la mujer en el mundo de la moda: “Los cuerpos se glorifican, pero a la vez hay una fecha de caducidad. Para mi la moda es una locura y una lucha contra el tiempo. Una especie de pulso con la muerte”.