Aparece frente al Capitolio una estatua de unos felices Donald Trump y Jeffrey Epstein dándose la mano

Para disfrute de viandantes y turistas, ha aparecido esta semana una estatua muy divertida en el parque de la Explanada Nacional de Washington D.C, justo frente al edificio del Capitolio. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, da saltitos de alegría de la mano de Jeffrey Epstein, exmagnate y delincuente sexual, en una figura de bronce que ha sido reivindicada por un grupo artístico llamado “El apretón de manos secreto”.

“Celebramos el eterno vínculo entre el presidente Donald Trump y su amigo más cercano, Jeffrey Epstein”, dice una placa colocada al pie de la estatua, que se podrá visitar hasta el domingo.

La estatua de Donald Trump y Jeffrey Epstein que ha aparecido en el National Mall de Washington DC esta semana

La relación que mantuvieran Donald Trump y el traficante sexual —convicto por abusar de decenas de niñas y explotarlas entre sus redes de contactos de personas influyentes, y que falleció en la cárcel en 2019— sigue atormentando la permanente campaña electoral en la que viven los republicanos. Es un tema recurrente en la política estadounidense y ha abierto fisuras en las bases del movimiento Make America Great Again (MAGA).

Este mismo mes, el Wall Street Journal publicó en exclusiva la felicitación que el presidente estadounidense dedicó a Epstein por su 50 cumpleaños. Trump había dibujado la silueta de un cuerpo de mujer desnuda, imitando el vello púbico con su firma. “Feliz cumpleaños, y que cada día sea otro secreto maravilloso”, escribía. La imagen provocó un escándalo en el país, y Donald Trump denunció al periódico por difundir lo que él asegura es “información falsa”.

Una pareja se fotografía frente a la estatua de Donald Trump y Jeffrey Epstein que ha aparecido en el National Mall de Washington DC esta semana

La realidad es que el presidente de EEUU mantuvo una relación estrecha con el financiero condenado por prostitución de menores desde principios de los 90 hasta mediados de los 2000. “Conozco a Jeff desde hace 15 años. Es un tipo fantástico. Es muy divertido estar con él. Incluso dicen que le gustan las mujeres guapas tanto como a mí, y muchas son jóvenes”, decía Trump a la revista New York en 2002. La problemática de su amistad ha resurgido en el debate público este año y ha indignado a buena parte de la población, después de que la Administración Trump se haya negado a difundir públicamente los archivos de Epstein, en principio debido a la presencia de pornografía infantil y para proteger a las víctimas, pero en los que también aparecen los nombres de los supuestos clientes de la red de Epstein.

El escándalo es una losa, una piedra molesta en el zapato, de la que ni Trump ni sus aliados parecen saber cómo desprenderse.

La estatua de Donald Trump y Jeffrey Epstein que ha aparecido en el National Mall de Washington DC esta semana

Ha habido protestas y críticas contra Trump por esta relación en múltiples ocasiones y formatos durante los últimos meses, y no únicamente en Estados Unidos. Hace unos días, un grupo activista proyectó, sobre el castillo de Windsor en Londres, un vídeo de varios minutos que repasaba minuciosamente la estrecha amistad entre ambos magnates. “El presidente de EEUU fue amigo íntimo de un gran pedófilo”, se titulaba.

Tampoco es la única escultura cómica y de recriminación que ha habido en la Explanada Nacional contra Trump. En el famoso parque de la capital han aparecido una pila de excrementos de bronce colocada sobre un escritorio del Congreso o otra escultura llamada “Aprobado por el dictador”, que presenta un pulgar dorado aplastando la corona de la Estatua de la Libertad.

Un hombre fotografía la estatua de Donald Trump y Jeffrey Epstein que ha aparecido en el National Mall de Washington DC esta semana