
El jurado popular es progresista (para Begoña Gómez también)
La rectitud de un tribunal llega únicamente hasta donde llega la rectitud de su Jurado.
Aunque con modestia haya intentado en innumerables ocasiones dejarle el mérito del regreso del jurado a España a Belloch, lo cierto es que el padre de la ley de jurado es Luciano Varela. Fundador de Jueces para la Democracia, radicalmente independiente y progresista, el gallego que tiene poco arte para caer bien, como el mismo dice, afirmaba hace tan solo unos meses en una entrevista que el jurado está siendo preterido en la Justicia española, “el número de juicios con jurado es ridículo, mínimo”, y que si es preciso hay que reformar la ley para “darle más poder al jurado”. El jurado, suprimido por la dictadura, fue y es una bandera irrenunciable de la izquierda jurídica y de la izquierda en general.
Por eso no se entiende la reticencia mostrada desde el Gobierno hacia esta figura cuando el juez anuncia que, de seguir el procedimiento hasta llegar a juicio, este se hará con jurado como indica la ley. ¿Qué problema le ve el gobierno más progresista de la historia al jurado popular? Estoy acostumbrada a que en los últimos tiempos todos los principios y premisas progresistas sean arrumbados o barridos por el posibilismo o la necesidad virtuosa pero ¿el jurado? Fue la derecha la que se encalabrinó contra la figura del jurado. Fueron los conservadores los que intentaron que el jurado español, si tenía que llegar porque estaba en la Constitución, llegara en formato escabinado (mezcla de legos y técnicos), y no fue así porque desde el PSOE y la izquierda en general se consideró que era un jurado popular puro la mejor forma para acercar la impartición de justicia al pueblo. Fueron los conservadores los que intentaron restringir o variar la enumeración de delitos competencia del jurado, entre otras cosas alegando que la prevaricación y la malversación de caudales públicos eran delitos demasiado técnicos para ser enjuiciados por legos. No se varió un ápice porque los progresistas consideraron que no debía variarse.
Estupores y temblores. No entiendo la postura y el argumentario que emana de Moncloa ante un paso previsto por la ley (artículos 24, 25 y 26 de la Ley del Jurado, esa de Varela y Belloch) y que no es potestativo sino obligado por el catálogo cerrado de delitos asignados a este tipo de enjuiciamiento. Por lo que sea al presidente y a su entorno lo de la justicia popular no le convence. Vayan a saber por qué. El pueblo madrileño que paró la Vuelta Ciclista era la razón encarnada ¿no? Déjenme que les diga que los jurados se lo toman muy en serio y lo hacen muy bien. He presenciado muchos juicios con jurado y este es el resumen más certero que puedo hacerles. Juicios por delitos horribles han sido sustanciados por el tribunal del jurado con acierto. Si el jurado es progresista, si lo hace bien, si es confiable para todos ¿por qué no lo sería para Begoña Gómez? A la inversa, si fuera poco fiable, si se pudiera manipular, si constituyera un riesgo ¿por qué no eliminarlo para todos?
La alergia sobrevenida que acaba de sufrir la izquierda en torno al jurado no tiene un pase. No lo tiene. Deberían alegrarse, digo yo, porque una cosa es decir que Peinado y la Audiencia y los de Badajoz y el Supremo hacen lawfare y otra pretender que usted u otro como usted vayan a hacerlo en connivencia con no se sabe quién. A Francisco Camps le juzgó un jurado popular por los famosos trajes… y le absolvió, por cinco votos a cuatro pero le absolvió. Montar un expolio porque en caso de haber juicio -porque aún podría no haberlo, el procedimiento continúa- este tenga que ser con jurado popular es incongruente, absurdo e indecente.
Peinado desgajó esta parte de la causa en marzo y no tengo noticia de que esto se recurriera por ruptura de la continencia de la causa. Desde ese momento se sabe que de haber juicio tendrá que ser con jurado. ¿Cómo que les ha sorprendido? ¿Cómo que están estupefactos? ¿Cómo que es una decisión, como si pudiera haberse sustraído del jurado? En este momento procesal cabía o esto o el sobreseimiento y está claro que el juez no cree que haya que sobreseer. En todo caso, de haber duda sobre la decisión judicial, cabe recurrirla, que se hará, y además pedir nuevas diligencias de investigación si es menester y seguir recurriendo decisión tras decisión hasta llegar a la apertura de juicio. De llegar ese momento, para lo que todo lo decidido deberá ser refrendado por la Audiencia, entraría en escena el jurado. Un jurado formado por madrileños que han sido previamente sorteados entre el censo y de los que han sido eliminados los que tienen causa de incompatibilidad. Entre ellos se tomarían un grupo suficiente para ser jurado extrayendo de una urna los nombres y aun así defensa y acusación podrán recusar hasta cuatro de ellos cada uno, tras realizar las preguntas que consideren, y sin alegar ninguna causa en particular. Aquí no hay familias acomodadas ni jueces franquistas ni brigada Aranzadi… el pueblo y el azar.
La izquierda tiene sólidos principios. No es una rama abatida por los vientos. Lo que cree lo defiende y lo respeta. Desde esa perspectiva no podía haber tenido mayor fortuna Begoña Gómez. Insisto, si creen que es una jugada, que le perjudica, que no debió suceder, que es una humillación como se ha llegado a decir, entonces aplíquenle el cuento a todo quisqui. Ya está bien de postureos y de partes anchas y estrechas del embudo.