Colas y 90 euros por foto: Comic-Con Málaga debuta con éxito de público y masificación: “Somos sardinas en lata”

Colas y 90 euros por foto: Comic-Con Málaga debuta con éxito de público y masificación: “Somos sardinas en lata”

El contenido del evento, que se celebra por primera vez fuera de Estados Unidos, satisface a los asistentes, que sin embargo se quejan de la organización

Cómo llegó la Comic-Con a Málaga: intrahistoria de un desembarco galáctico

La San Diego Comic-Con Málaga debutó este jueves con un buen nivel de contenidos y un apabullante éxito de público, muy por encima de las previsiones iniciales; tanto, que acabó por afectar a la experiencia de muchos asistentes. En la zona interior la masificación era tal que costaba moverse sin tropiezos y se peleaba cada metro cuadrado.

Al menos 25.000 personas, según la organización, llenaron el recinto malagueño, entusiasmadas la mayoría ante una desbordante oferta de mesas redondas, talleres, cómics, ilustraciones, juegos, videojuegos, muñecos, camisetas, réplicas, material para cosplay y, en general, cualquier cosa que entre en el amplio universo de la cultura popular y el entretenimiento que abarca esta feria, que este año ha dado el salto por primera vez fuera de Estados Unidos. Un 20% del público esperado es extranjero, y las reservas en hoteles de la ciudad estaban al 90% a comienzos de semana.

Los X-Men al completo, Muten Roshi, Diana de V, Astérix y Obélix, estrellas del anime y, en general, cualquier personaje del cine, el cómic, los videojuegos o las series es bienvenido en la Comic Con, una pasarela del cosplay aderezada a veces al gusto local. “El beticismo y Spiderman eran dos conceptos destinados a encontrarse”, explica el “Spiderman bético”. Así que buscó quien hiciera trajes, le pidió color verde y bordó el escudo, cuenta algo “abrumado” entre foto y foto, para las que posa con su “Spider-hermano”. “El beticismo se hace de muchas formas, y con el equipo se está a las duras y a las maduras”, dice embutido bajo un sol de justicia. “Aunque no lo parezca, esto transpira. Pero como no corra la brisa, es un cocedero. ¡Musho Beti!”. 


Dos Spiderman, uno bético | N.C.

Desde Algodonales (Cádiz) vienen Fernando, Ana Belén y Violeta, esta última ataviada cual geisha ninja de Brawl Stars. “Siempre se viste diferente, y este se lo he hecho yo”, cuenta orgullosa su madre, satisfecha con “el montón de cosas”, pero no con “tantísima gente que hay” que les impide disfrutarlo al 100%. Han tenido que esperar hora y media para comer.

La Comic-Con Málaga se celebrará hasta el próximo domingo, con una previsión de “más de 100.000 asistentes”, según fuentes oficiales. La organización nunca ha sido muy clara con las cifras: empezó apuntando el objetivo de vender 60.000 entradas, se supone que como punto de partida modesto desde el que crecer, pero en el contrato de patrocinio con la Junta de Andalucía se hablaba de 120.000 y su director ejecutivo dijo esta semana a Sur que habían alcanzado esa cifra.

“Demasiadas entradas para tan poco espacio”

Colas para escuchar a Aaron Paul, Luke Evans y Pedro Alonso. Colas para subir a la moto de Tron. Colas para beber agua. Colas para jugar DonkeyKong Bananza. Colas para comprar un Funko. Colas para una foto con un Lego gigante de Bowser. Un hombre salió del Palacio de Ferias y Congresos de Málaga contando por teléfono las colas que ya llevaba en el cuerpo, y cuando llegó a su coche para comerse el bocadillo, más de cinco minutos después, aún iba contando lo que le quedaba por delante: “Y cuando vuelva dentro de veinte minutos tendré que hacer otra cola para hacerme la foto”, refunfuñaba. 


Supermán juega a Goku | N.C.

“Parecemos sardinas en lata. Han querido vender demasiadas entradas para tan poco espacio”, comentaban en una cola cuatro amigos. Las entradas han salido en tres oleadas, la primera agotada en apenas 24 horas. Así que se fueron poniendo más a la venta, dicen los organizadores que en una muestra de empatía con los fans que lo solicitaban. Se adquirían a ciegas, antes de saber la programación de cada día. Después ha habido que reservar para cada evento, pero para muchos fue frustrante porque la web se colapsó. Mientras algunos se desesperaban en una cola virtual ante la pantalla, otros consiguieron una vía de acceso preferente a través de las páginas traducidas a otros idiomas.

Todos desembocaron este jueves en una marea humana concentrada en un recinto de 80.000 metros cuadrados en el que llegaba a ser difícil manejarse. “Está mal organizado”, critica Irene, ataviada de Loki. “Si la artista más solicitada para firmas es Peach Momoko, no las pongas en mitad del pasillo porque lo taponas todo. Y si vas a repartir tickets, anúncialo antes…”. A su lado, su amigo Flecha Verde asiente y apunta otro fallo en el acceso para discapacitados. Y Canario Negro remata: “En San Diego todo está mucho más organizado: hay más gente, pero puedes pasar andando tranquilamente”.

90 euros por foto con actores y actrices

Adrián, en la cola para las fotos, cuenta así su experiencia: ha llegado al recinto a las 5 de la madrugada y ha sido la segunda persona en entrar. Y sin embargo, un momento de despiste le ha dejado sin Funko: “He cogido la bolsa extra y ya había 500 personas”. Aún así, ha guardado la cola, pero cuando ha llegado su turno ya no había lo que quería, una edición especial del General Grievous, cuenta mientras él y sus tres amigos hacen cola al sol para hacerse una foto con Dafne Keen (Logan) o con Natalia Dyer (Stranger things), 90 euros mediante. Uno de ellos ya tenía su autógrafo sobre una espada láser: “Aquí van 55 pavos, más IVA: 66,55”. “Yo vengo desde Elche, así que ponte a sumar: entradas cuatro días [220 euros], hotel, dormir, comer…”, sonríe Samuel, sin querer hacer la suma: “Mi sueldo de cuatro o cinco milenios”.  


– La actriz hispanobritánica Dafne Keen firma autógrafos durante la jornada de inauguración este jueves en la primera San Diego Comic-Con en Málaga, con cuatro jornadas por delante para los amantes del cómic y todos los géneros emparentados con la fantasía y el mundo de los superhéroes, desde las grandes producciones cinematográficas hasta concursos de disfraces. EFE/ Jorge Zapata

“Los precios son abusivos”, remacha Adrián, escandalizado por los 20 euros que cuesta una hamburguesa y una bebida y por la escasez de puntos de bebida. Facua denunció a la organización por no permitir la entrada de avituallamiento, pero ellos cuentan que han visto cómo a algunos les dejaban pasar, sobre todo a quienes iban con niños.

90 euros se disponía a pagar Rebeca González por una foto con Taz Skylar. “Es español y la serie me gusta un montón”, explica, con la esperanza de que muchos de los que ve en la cola sean solo curiosos. Lleva algo más de 40 minutos, aunque previamente tuvo que reservar. Puede que esperar bajo el sol no sea lo mejor, pero lo que ha visto en el recinto le ha gustado, especialmente la zona de artistas que ilustran en directo. Ella viene de Asturias.

A su lado, Callum Lidell comenta la gran diferencia con la San Diego Comic-Con, a la que ha asistido dos veces: “El calor”, resopla. Y luego añade: “Bueno, es muy muy muy diferente: San Diego está mucho mejor organizado. Allí sabes en cada momento exactamente dónde tienes que ir. Tienes tickets y horarios precisos. Aquí nos han dicho que los funkos se habían agotado después de una hora y media de cola: ¡Allí nos hubieran avisado!”. Llegó ayer desde Noruega previa escala en Copenhague y se marcha en cuatro horas vía Bristol.

Un evento así da para un público joven o, a veces, muy joven. A Susana todo esto le parece un espectáculo “grandioso” pero no le gusta “el tema de la comida”: “Unas colas, una calor…”. Acompaña a su nieto de cinco años y un sobrino quinceañero ataviado de personaje de Jujutsu Kaisen y entusiasmado con lo que ha encontrado: un buen puñado de fanáticos del anime vestidos como él. “Unos tolditos, que esto es Málaga…”, reclama Covadonga López, satisfecha en general con lo que ve, que asistirá en los cuatro días a 21 paneles: hoy es Diana (V), y sólo el viernes vendrá “de civil”.


Moto de Tron Ares, que se estrenará en la Comic-Con Málaga | N.C.

Por la tarde llegaron los políticos. Juan Manuel Moreno, presidente de la Junta de Andalucía y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre se felicitaron por haber conseguido atraer el evento a Málaga, una “proeza”, dijo Moreno. La Junta paga 3,5 millones de euros de dinero público (el 80% con fondos europeos) en concepto de patrocinio a Dentsu, que tiene la licencia de la Comic-Con para Europa, mientras que el Ayuntamiento abona un millón.

El Presidente y el alcalde pretenden proyectar con la Cómic-Con una imagen de la ciudad y la región moderna, dinámica y emprendedora, que entronca con industria ya consolidada (nuevas tecnologías, videojuegos, rodajes). “Gracias, Málaga, y bienvenida a la familia Comic-Con”, saludó David Glanzer, alto ejecutivo de la marca San Diego Comic-Con, para dar inaugurada la primera edición de Málaga, que se celebrará al menos en dos ocasiones más y tiene ya el reto de adecuar la organización a una asistencia masiva.