
El líder de los ‘narcoestibadores’ del Puerto de València operaba con empresas pantalla y agasajaba a empresarios
La investigación vincula a un dirigente del sindicato de la estiba con un alijo de más de una tonelada de cocaína
El sindicato mayoritario de estibadores de València da su apoyo “incondicional” a los delegados detenidos por narcotráfico
La presunta trama de narcotráfico desarticulada en el Puerto de València operaba con tintes calcados a la segunda temporada de la mítica serie The Wire, creada por David Simon: cargamentos de cocaína, luchas internas de clanes, estibadores, corrupción, blanqueo y escuchas telefónicas. Solo cambia el escenario; de la costa este de Estados Unidos a la mediterránea ciudad de València la esencia del negocio se mantiene intacta, así como el papel de algunos líderes sindicales de la estiba. Los estibadores investigados por el cartel de la coca del Puerto de València, según informes que constan en el sumario de la causa a los que ha tenido acceso elDiario.es, hicieron caros regalos a algún alto cargo portuario que cargaron a empresas pantalla y trataron de equilibrar las ambiciones de los dos clanes que controlan el negocio del narcotráfico.
La investigación, a cargo del Grupo V de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional y dirigida por el titular del Juzgado de Instrucción número 15 de València, ha permitido desmantelar una importante organización criminal a la que se le ha incautado un total de 3,5 toneladas de cocaína. En la denominada ‘Operación Spider’ tuvieron un papel fundamental tres agentes encubiertos de la Sección de Actividades Especiales de la Comisaría General de Policía Judicial.
Bajo la cúspide del ‘cartel de los Balcanes’, que financiaban los envíos y cerraban los negocios con otras organizaciones, ha aflorado la infraestructura completa para la extracción de los envíos: transitarias, cooperativas o empresas de transporte, que se aprovechaban de la “fuerte corrupción” en el Puerto de València.
Varios portuarios se sitúan en la cúspide de la organización. De hecho, dos clanes rivales de ‘narcoportuarios’ mantenían una pugna interna por el control del cartel, aunque convergían en algunas de las operaciones. Uno de los personajes clave de la presunta trama, el expresidente del Comité de Empresa de la estiba Óscar M., se erigía en nexo del clan liderado por los portuarios I. T. y B. M. con instituciones públicas y privadas para la “infiltración sistemática” del máximo número de trabajadores portuarios para tener así disponibilidad en la mayor parte de turnos y terminales posibles de cara a los servicios de extracción de los envíos de droga.
El negocio, según las escuchas policiales, movía cifras astronómicas. A título de ejemplo, uno de los trabajadores portuarios se habría embolsado medio millón de euros por algún tipo de servicio. Los investigadores de la Udyco consideran que Óscar M. habría puesto en contacto a la presunta organización criminal con una de las empresas de transporte clave para la presunta trama, dirigida por dos imputados, para la operación de introducción de más de una tonelada de cocaína el pasado 18 de julio con el método del ‘gancho ciego’ (un alijo introducido en un contenedor junto con mercancía legal y sin el conocimiento de la empresa exportadora o importadora). La mercantil de transporte proporcionó las órdenes de servicio para la introducción del alijo.
Jamones de 700 euros
El expresidente del Comité de Empresa, líder del sindicato Coordinadora e investigado por el supuesto favorecimiento de la corrupción y de la infiltración del narcotráfico, hizo caros regalos navideños a “altos cargos” o “altas personalidades” del Puerto. Entre ellos, según las escuchas, un jamón de 700 euros para Francisco Lorente, director general en España de la naviera MSC.
Consultado por este diario, Lorente afirma que “puede ser” que recibiera el jamón, aunque quita hierro al asunto: “Me regalan 10 o 12 en navidades, no tiene mayor importancia eso”. Además de otras personas sin identificar, también recibió un jamón E. M., presidente del Comité de Empresa del Centro Portuario de Empleo e investigado en la causa. Este último también habría recibido otros “agasajos”, tales como un vehículo que se habría quedado su hija.
Los presentes navideños se cargaron a dos empresas a nombre de presuntos testaferros que el líder de los estibadores regentaría “en la sombra” junto con los portuarios I. T. y B. M., según las vigilancias efectuadas en el marco de la investigación. En una de las conversaciones telefónicas intervenidas, los interlocutores se refieren al “gran jefe”, por lo que los investigadores infieren que se trataría de un “alto cargo del Puerto” sin identificar, al que “le habría realizado alguna propuesta relevante por parte de la organización criminal”.
Batalla de clanes por los puestos de la estiba
La Udyco también sostiene que el expresidente del Comité de Empresa habría maniobrado para dar acceso, supuestamente previo pago de 60.000 euros, en puestos de trabajo de la estiba. Por momentos, según las escuchas telefónicas, se vio en plena batalla entre el clan de R. B. y el de I. T. y B. M. por la colocación de trabajadores. R. B. presionaba a Kiko A., otro de los pesos pesados de Coordinadora investigado, para que no entraran los candidatos del otro clan.
También figuran varias conversaciones telefónicas de las que se desprende que A. G. G., coordinador general de Coordinadora investigado en el procedimiento, le habría pedido a Óscar M. que se colocara a un supuesto sobrino de una expresidenta de Puertos del Estado.
La aludida, consultada por este diario, niega que mediara en la colocación y que se tratara de un sobrino suyo y asegura que simplemente recibió una llamada de una persona que no conocía a la que sugirió que hablara con los sindicatos, al estar alejada de la política y de la Administración desde hace años. El expresidente del Comité de Empresa enmarcaba la jugada en “temas políticos”.
Coordinadora, dos días después de que este diario desvelara el pasado 23 de septiembre que Óscar M. y Kiko A. habían sido detenidos en la operación, expresó su “apoyo” incondicional a los delegados sindicales.