Qué sabemos del escándalo por el retraso en los cribados de cáncer de mama en Andalucía

Qué sabemos del escándalo por el retraso en los cribados de cáncer de mama en Andalucía

Al menos dos mil mujeres cuyas mamografías fueron calificadas como “no concluyentes” o con “lesiones dudosas” no fueron notificadas de estos resultados. Las afectadas barajan una demanda colectiva y piden revisión retrospectiva de mamografías

La consejera andaluza de Salud, a las víctimas del diagnóstico tardío de cáncer: “No veáis el vaso medio vacío”

Un fallo en el circuito de notificación del programa de cribado de cáncer de mama en Andalucía ha dejado al menos a dos mil mujeres sin conocer qué seguimiento se había hecho de esas pruebas. El escándalo es la guinda para un sistema sanitario andaluz que lleva años inmerso en la controversia por los contratos a dedo y la falta de personal. La controversia ha puesto al presidente regional, Juanma Moreno, contra las cuerdas en pleno periodo preelectoral y la oposición pide la cabeza de la consejera de Salud, Rocío Hernández

Mientras, pacientes y sindicatos piden una auditoría externa y, en algunos casos, plantean acciones colectivas. La Junta ha pedido disculpas y ha anunciado que llamará a las afectadas, cambiará el protcolo y activará un “circuito preferente” para las víctimas de estos retrasos. A continuación, las claves para entender el alcance, las reacciones y el impacto humano de la crisis.

¿Dónde se origina el problema ?

La asociación de mujeres afectadas por el cáncer de mama, Amama, comenzó a recibir y reunir testimonios de mujeres que no habían sido avisadas de que sus mamografías eran “no concluyentes”; esas reclamaciones fueron el primer foco de alarma tras ser difundidas por la Cadena SER. Esa cobertura motivó que la administración reconociera públicamente el fallo.

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) admitió que el circuito de comunicación del programa de cribado dejó sin notificación a mujeres con mamografías calificadas como “no concluyentes” o con “lesiones dudosas”. La consejera de Salud empezó diciendo que eran pocos casos y que todo se debía a un “error de comunicación” en el proceso; pero también responsabilizó a las víctimas de no haberse dirigido antes a la Consejería. Rocío Hernández en declaraciones a la SER llegó a enmarcar esta controversia en la “manipulación” política de la Sanidad pública.

¿Quiénes están afectadas?

La Junta ha admitido que hay alrededor de 2.000 mujeres cuyos estudios requieren revisión clínica y serán contactadas “una por una” para aclarar su situación y programar pruebas complementarias. Sin embargo, los sindicatos afirman que esas cifras no son todavía definitivas y alertan de que podría haberse dado el mismo error en la comunicación en cribados de otros tipos de cánceres, singularmente el de colon.

Cómo se produjo el fallo

El problema se centró en el tratamiento administrativo de los resultados intermedios: positivos y negativos se comunicaban, pero no había un procedimiento normalizado para notificar a quienes quedaban en esa tercera categoría, lo que provocó omisiones y demoras en la segunda prueba.

¿Desde cuándo se sabía?

Según fuentes sindicales, el SAS ya tenía constancia de retrasos en el programa desde enero de 2024, lo que plantea que la información existía internamente antes de la exposición mediática, aunque la reacción institucional se ha producido cuando la noticia ha saltado a los medios.

¿Qué medidas ha adoptado la Junta?

La consejera Rocío Hernández afirma que se ha activado un “circuito preferente” para atender a las afectadas y ha anunciado cambios en el protocolo para que todo resultado dudoso se comunique desde el primer momento. “En Andalucía tenemos un programa de cribado de mama sólido y protocolizado, que funciona bien”, ha dicho Hernández, y ha lamentado “profundamente” la angustia causada.

La controversia política

La crisis ha desencadenado críticas de la oposición y peticiones de responsabilidades políticas; hay llamadas a auditar los procesos y a depurar responsabilidades si se confirma negligencia. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha garantizado que se llamará “una por una” a las 2.000 mujeres localizadas, pero ha rechazado cesar a Hernández.

La Junta defiende los avances del programa y acusa a adversarios de “demagogia”, pero admite que “ha podido faltar información a estas mujeres” y asegura que los casos estuvieron “vigilados”. Una muestra de la tensión política fue la intervención el pasado miércoes de la portavoz del PSOE en la Comisión de Salud del Parlamento Andaluz, Ángeles Férriz, quien llegó a espetarle a la consejera Hernández que no entendía cómo ella y Moreno “podían dormir tranquilos”.

Reclamaciones de las asociaciones y posibles acciones legales

La asociación Amama, que desveló inicialmente los casos, exige transparencia y depuración de responsabilidades; su presidenta, Ángela Claverol, advirtió con dolor: “¿Y si de las que se han ido era una de las que nunca le llegaron a avisar?” y la asociación baraja una demanda colectiva tras recabar información.

“Que no le pase a ninguna mujer más”

Casos concretos han trascendido: Anabel Cano relató que fue llamada un año después de una mamografía y que ahora tendrá que someterse a una mastectomía; dijo tras reunirse con Salud: “Que no le pase a ninguna mujer más”. Otros testimonios denuncian demoras de hasta dos años y el agravamiento de procesos diagnósticos.

La magnitud del error

Las autoridades sanitarias recuerdan que, estadísticamente, la mayoría de los resultados dudosos terminan siendo benignos; el SAS estima que aproximadamente el 98% no son malignos, y que alrededor del 2% podrían requerir intervención urgente, pero claro, esa proporción no reduce la gravedad de la omisión administrativa para quienes sufrieron retrasos. Las afectadas piden revisión retrospectiva de mamografías, auditoría independiente de los circuitos y refuerzo de la transparencia. Las peticiones incluyen la revisión de casos de años anteriores y garantías para que no vuelva a repetirse la falta de notificación que ha dejado a centenares de mujeres en incertidumbre.