EEUU asegura haber matado a cuatro “narcoterroristas” en un nuevo ataque a una lancha frente a la costa de Venezuela

EEUU asegura haber matado a cuatro “narcoterroristas” en un nuevo ataque a una lancha frente a la costa de Venezuela

El ataque se ha producido por orden de Donald Trump, según ha anunciado el secretario de Defensa, Pete Hegseth. «Estos ataques continuarán hasta que terminen los ataques contra el pueblo estadounidense», ha añadido

Trump informó en secreto al Congreso de que EEUU está en “guerra” contra los cárteles de droga

El Gobierno de Estados Unidos ha confirmado este viernes un nuevo ataque a una lancha frente a la costa de Venezuela, que ha dejado cuatro muertos. El asalto, que se trata del cuarto en los últimos meses, se ha producido por orden del presidente Donald Trump, según ha anunciado el secretario de Defensa —o secretario de Guerra, según ha sido rebautizado—, Pete Hegseth.

“Cuatro narcoterroristas varones a bordo de la embarcación murieron en el ataque, y ninguna fuerza estadounidense resultó dañada en la operación”, ha escrito Hegseth en su perfil de X, donde ha añadido que se trataba de una embarcación que “transportaba cantidades sustanciales de estupefacientes con destino a Estados Unidos para envenenar” a los norteamericanos.

El ataque se ha producido en aguas internacionales, según el secretario, que ha anunciado que continuarán la ofensiva “hasta que terminen los ataques contra el pueblo estadounidense” en referencia al supuesto cargamento de droga.

Esta acometida se ha producido después de que Trump anunciara este jueves al Congreso de EEUU que su país había entrado en un “conflicto armado” formal con los cárteles de droga, a los que etiquetó como organizaciones terroristas ya en enero. La Administración justifica con ello que, en lugar de ser considerados como asesinatos, tendrían que ser vistos como acciones legales.

En total, los cuatro ataques se han cobrado la vida de 21 personas. Los bombardeos contra las naves suponen una violación del derecho internacional, tal como los calificaron los expertos. La desproporcionalidad de las actuaciones recuerdan mucho a los operativos llevados a cabo a principios de los 2000 durante la guerra contra el terror.

Por su parte, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, aseguró que la nación sudamericana activaría una “movilización nacional” si llega a ser agredida por los estadounidenses.

“Está precisamente el estado de conmoción exterior que nuestro presidente ha suscrito y ha firmado y está pasando por todos los pasos constitucionales, para que en caso de ser agredidos por el imperialismo norteamericano todo el potencial nacional se convierta en poder nacional y esto pudiese llevar incluso a la movilización nacional, dependiendo de la agresión”, dijo Padrino López

Ejecuciones extrajudiciales para aumentar la presión

Esta práctica de matar supuestos narcos de forma extrajudicial está muy vinculada con el expresidente de Filipinas Rodrigo Duterte, que fue alabada en el pasado por el propio Trump. Según publicó Politico en 2017, el presidente estadounidense felicitó a Duterte por hacer “un trabajo increíble con el problema de las drogas” en Filipinas, donde el Gobierno practicó el asesinato extrajudicial de sospechosos.

La transcripción de la conversación, publicada por The Intercept y difundida por varios mediosentre ellos The New York Times, procedía de la Oficina de Asuntos Americanos del Departamento de Asuntos Exteriores de Filipinas. “Solo quería felicitarle porque he oído hablar del increíble trabajo que está haciendo con el problema de las drogas”, le dijo Trump a Duterte, según la transcripción: “Muchos países tienen ese problema, nosotros lo tenemos, pero está haciendo un trabajo estupendo y solo quería llamarle para decírselo”.

Según el Informe sobre Derechos Humanos de 2016 del Departamento de Estado de EEUU, la policía de Filipinas había matado a más de 6.000 presuntos traficantes de drogas desde la toma de posesión de Duterte. En la actualidad, el expresidente filipino permanece detenido en el centro de la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya acusado de presuntos crímenes de lesa humanidad en su mortífera “guerra contra las drogas”.