Sanidad y Cultura acuerdan integrar las artes en la salud mental y desde la atención primaria
Se impulsará la prescripción cultural y el uso de activos culturales en el ámbito de la salud, además de promover la formación interdisciplinar de profesionales de los ámbitos de la cultura y la sanidad
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El Ministerio de Cultura presentó el pasado mes de julio su Plan de Derechos Culturales, una línea de 146 medidas que tiene como objetivo garantizar la participación cultural de todas las personas en igualdad de condiciones y consolidar los derechos culturales como marco de acción pública. La hoja de ruta incluía la intención de integrar la cultura en los entornos sanitarios. Un proyecto que este miércoles vivió un importante impulso con la firma de un acuerdo con el Ministerio de Sanidad, que ha establecido un marco de colaboración para impulsar la salud mental y el bienestar a través de la cultura.
El texto destaca que la cultura, en tanto que dimensión esencial de la vida social, puede contribuir a la prevención de enfermedades, a la mejora de la salud mental, al alivio del sufrimiento emocional y a la cohesión comunitaria. En virtud del acuerdo, ambos ministerios trabajarán de forma coordinada para desarrollar un enfoque multidisciplinar e interministerial que integre las dimensiones sanitarias y culturales en acciones conjuntas orientadas al bienestar general de la población.
Las líneas de actuación parten de la cooperación institucional en salud mental, de tal forma que impulsarán programas que fortalezcan la colaboración entre ambos ámbitos mediante jornadas, acciones coordinadas y proyectos conjuntos. Las iniciativas favorecerán el uso compartido de recursos naturales y sanitarios como promoción de la salud mental y la recuperación psicosocial, dirigidas tanto a población general como a personas con trastornos mentales. Del mismo modo se apoyarán intervenciones artísticas y culturales que fomenten la autonomía y los derechos de las personas con discapacidad psicosocial, promoviendo su empoderamiento e integración.
Al mismo tiempo, contempla el uso de la prescripción cultural desde la atención primaria, a través de herramientas como ‘Localiza salud’, para identificar y actualizar catálogos de espacios culturales considerados activos en salud. Se fomentará la recomendación de estos como recursos comunitarios, promoviendo su conocimiento por parte del personal sanitario, entidades sociales y ciudadanía.
Formación interdisciplinar y campañas de sensibilización
Además, en colaboración con las comunidades autónomas, Cultura impulsará la recopilación y difusión de buenas prácticas en los ámbitos cultural y sanitario. Se recogerán experiencias, metodologías y ejemplos de proyectos que integren las artes en procesos terapéuticos y participativos, contribuyendo a mejorar la atención y el bienestar de las personas. Ambos ministerios elaborarán una guía de orientación que facilite la incorporación de prácticas culturales en entornos sanitarios.
Ambos ministerios diseñarán un programa formativo dirigido a profesionales de la salud, gestores culturales, artistas y agentes sociales, con el objetivo de generar perfiles profesionales híbridos y capacitados en la intersección entre cultura y salud. Por último, para dar visibilidad al impacto positivo de la cultura en la salud, se desarrollarán campañas conjuntas de sensibilización dirigidas a la ciudadanía, los medios de comunicación y los sectores profesionales.
El ministro de Cultura Ernest Urtasun lamentó que durante “demasiado tiempo” la cultura y la salud hayan sido pensados como “mundos separados”. El responsable insistió en que existe “evidencia científica” que prueba que “la participación cultural reduce el estrés y la ansiedad, mejora la salud mental, fortalece el tejido comunitario e incluso alivia el sufrimiento en cuidados paliativos”. La ministra de Sanidad Mónica García destacó que este acuerdo es “una apuesta por un sistema sanitario que, además de curar, acompañe y cuide desde todas las dimensiones de la vida”.
