Retrato de un Parlamento con mentiras al fondo

Retrato de un Parlamento con mentiras al fondo

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Hoy quiero mandar un fuerte abrazo a las pobres taquígrafas del Congreso. Son funcionarias que se merecen un plus de penosidad por su trabajo: se ven obligadas a prestar la máxima atención al espectáculo lamentable que últimamente se vive en cada pleno del Congreso de los Diputados. Aquí puedes leer el acta taquigráfica de la sesión de este miércoles. Lo primero que te sorprenderá son los gritos de algunos parlamentarios, que interrumpen a quien está en el uso de la palabra –no se suelen escuchar por la tele, pero las taquígrafas sí los recogen–. Entre ellos, verás que hay dos diputados del PP que destacan sobre los demás y que se toman esas sesiones como si estuvieran en los toros: Rafael Hernando y Miguel Tellado. Siempre a gritos.

Pero las sesiones del Congreso no son lamentables solo por las formas. También por el fondo: por ese uso constante de la mentira en el que la derecha se ha instalado como forma de hacer política. Una crispación a la que siempre recurre cuando no gobierna, y que se ha disparado desde las elecciones de 2023, las que el PP perdió contra su propio pronóstico.

Es obvio que el Gobierno tiene serios problemas, en gran parte merecidos: por lo que hizo un ministro tan importante como fue José Luis Ábalos, por las sospechas sobre Santos Cerdán. Lo que ya sabemos y lo que pronto descubriremos perfila un caso de corrupción de los de toda la vida: tan cutre como indecente. Hay material más que de sobra para hacer oposición. No hace falta mentir ni exagerar, como hace el PP en cada pleno, en su desquiciada competición con Vox. 

Miguel Tellado (PP): “La presidenta de ADIF, la señora Pardo de Vera, procesada por chanchullos en adjudicaciones. El director general de Carreteras, en el banquillo por contratos ilegales también”.

Falso. Tanto la expresidenta de ADIF como el exdirector general de Carreteras están imputados, pero ninguno de los dos ha sido procesado. Se les investiga, sí, pero aún no han sido enviados a juicio. Por eso tampoco están “en el banquillo”.

Miguel Tellado: “Zapatero está bajo sospecha por contratos de hidrocarburos y sus mediaciones internacionales inmorales e ilegales”.

Falso. La Audiencia Nacional investiga un fraude masivo con los hidrocarburos en el que hay decenas de imputados, pero ninguno de ellos es José Luis Rodríguez Zapatero. Quien sí está imputado –acusado de defraudar más de 180 millones de euros– es Víctor de Aldama, un presunto corrupto que difunde todo tipo de acusaciones contra Zapatero y al que el PP concede toda la credibilidad que niega al expresidente del Gobierno. 

Miguel Tellado: “Ángel Víctor Torres y la señora Armengol, bajo la sombra de la sospecha por amañar adjudicaciones en los Gobiernos autonómicos que presidían”.

Falso. De momento, ni Torres ni Armengol están siendo investigados judicialmente por nada. Y amañar adjudicaciones durante la pandemia es, además, un imposible metafísico: se eliminaron todas las reglas de contratación en ese periodo. No había que amañar nada para adjudicar de forma legal a quien quisieras sin concurso alguno. Incluso a un amigo de tu pueblo que paga una comisión a tu hermano, como hizo el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.

Miguel Tellado: “La Guardia Civil registrando su sede de Ferraz”

Falso. Lo único que ordenó el juez Puente a la Guardia Civil durante la investigación sobre Santos Cerdán fue clonar su correo electrónico. No hubo ningún registro en Ferraz.

Miguel Tellado: “Créame, señor Bolaños, lo suyo no es un Gobierno, es una organización criminal”.

No existe un solo auto judicial que haya acusado al Gobierno de este delito. Aunque sí han calificado como “organización criminal” a Koldo y Ábalos. 

Miguel Tellado, a Félix Bolaños: “El fiscal general del Estado, procesado por cometer delitos contra un rival político, delitos instigados desde la Presidencia del Gobierno, posiblemente por usted”.

Falso. No hay evidencia alguna de que el fiscal general del Estado actuara “instigado por la Presidencia del Gobierno”. El juez Ángel Hurtado deslizó esa afirmación en uno de sus autos, pero fue después corregido por el propio Supremo, que le ordenó retirar esa acusación sin pruebas. 

Juan Bravo (PP) a María Jesús Montero sobre el escándalo de las mamografías en Andalucía: “Fue usted la que eliminó la obligación de informar a las pacientes.” 

Falso. El protocolo aprobado por Montero cuando fue consejera de Sanidad de la Junta de Andalucía –hace ya catorce años– no elimina la obligación de informar a las pacientes sobre su diagnóstico. Al contrario: establece que deben ser notificadas en un plazo máximo de 30 días. Ningún protocolo –ni el de Montero ni el que está hoy en vigor– ampara la gravísima negligencia de la sanidad andaluza que hoy gestiona el PP: retrasos de hasta dos años en los diagnósticos de cáncer de miles de mujeres.

Esther Muñoz: “Hay testimonios de empresarios que dicen que llevaban bolsas con dinero de amaños a Ferraz”.

Es un plural muy generoso, porque se trata de un único testimonio: una sola persona. Y es cuestionable tanto su veracidad como el calificativo de empresaria. 

La historia de las bolsas con dinero parte de la declaración de Carmen Pano, madre de la exnovia de Víctor de Aldama y una de las imputadas en la trama de los hidrocarburos. Está acusada de lucrarse con el fraude millonario y figuraba como administradora en varias de las sociedades de Aldama. La Justicia sospecha que era una de las presuntas testaferros de esta trama.

Pano es también la persona a cuyo nombre estaba el chalet en Cádiz que usó José Luis Ábalos. Hay abundantes indicios de su participación en los negocios irregulares de Aldama y su socio, Claudio Rivas.

Su testimonio –según el cual entregó 90.000 euros en efectivo en Ferraz por orden de Aldama– llegó primero de forma anónima a algunos medios y sirvió de base para una querella del PP contra el PSOE ante la Audiencia Nacional. La querella fue rechazada de plano por su falta de solidez y “las contradicciones de los denunciantes”.

El propio Víctor de Aldama –hoy distanciado de ella– también niega esa acusación.

Miguel Tellado: “Dinero negro que entraba en Ferraz en bolsas de basura por parte de empresarios y salía en sobres en manos de Koldo, Ábalos y Cerdán, y sabe Dios de quién más”.

Falso. No hay ninguna evidencia de que exista una caja B en el PSOE ni de que se haya usado dinero negro para pagar sobres. El informe reciente de la UCO sobre los ingresos de Ábalos, que el PP utiliza para forzar un paralelismo con la Gürtel, dice exactamente lo contrario: que los pagos que el PSOE realizó a Ábalos “coinciden con lo declarado ante la Agencia Tributaria” y “con los datos de sus cuentas bancarias”. La UCO solo ha encontrado descuadres mínimos en una contabilidad de varios años.

El famoso sobre con un pago en efectivo para Ábalos que también aparece en ese informe no es un sobresueldo, sino una liquidación de gastos: tickets que Ábalos pagó y que el partido le reembolsó. Es, además, anterior a la entrada en vigor de la ley contra el fraude fiscal de 2021, que limita los pagos en efectivo a mil euros. Y el PSOE no es la única organización que mantiene una caja en metálico: ocurre lo mismo en muchos ministerios y hasta en el Senado

De ser un soborno o un sobresueldo –que no parece– sería el primero de la historia que, además de billetes, incluye monedas de céntimos. 

Esther Muñoz: “Dice usted que el PP es el partido que ha sido condenado por financiación. No, lo fue a título lucrativo, que eso implica que no conociera el delito”.

Falso. El PP ha sido condenado tres veces a título lucrativo en tres piezas distintas del caso Gürtel, y otra vez más como responsable civil subsidiario, por los pagos en dinero negro procedentes de la caja B con los que reformó su sede de Génova. El Supremo sentenció como probado que el PP mantuvo una contabilidad opaca, que no pasaba por el Tribunal de Cuentas y que se alimentaba por donaciones ilegales que hacían empresas contratistas de la administración pública. 

Si el PP no fue condenado por financiación ilegal no es porque desconociera estos hechos: es porque ese delito entró en el Código Penal en 2015, y la Gürtel fue antes. 

Por supuesto que los conocían. Lo sabían perfectamente: todos los principales líderes del partido cobraron sobres con dinero negro, según la contabilidad paralela que llevó durante 19 años su extesorero, Luis Bárcenas.

Esther Muñoz: “Me gusta que haya traído usted aquí el M. Rajoy, que también lo cacarean. ¿Usted no sabe que el M. Rajoy fue descartado por el Tribunal Supremo porque fue un apunte posterior al propio entregado al tribunal?”

Falso. En los papeles de Bárcenas el nombre del expresidente del Gobierno aparece en 35 ocasiones bajo distintas fórmulas: “M Raj”, “M. Rajoy”, “Mariano R.”, “M.R.” o “Mariano”. Entre todos los apuntes suman más de 300.000 euros, cobrados entre 1997 y 2008. 

El Supremo, en ninguna de sus sentencias, ha descartado nada relacionado con la caja B del PP o con los pagos a Rajoy. Más bien al contrario: la sentencia de la Gürtel confirma que Mariano Rajoy mintió cuando negó los sobresueldos ante la Audiencia Nacional, durante una declaración como testigo en la que estaba legalmente obligado a decir la verdad. 

¿Mentir en el Parlamento? En el fondo, es un pecado venial. Mintieron ante los jueces con total impunidad. 

Algún día, cuando alguien repase esas actas que las taquígrafas del Congreso guardan con paciencia, leerá el retrato de una época en la que la mentira se confundía con la política, el relato con los hechos y el grito con la razón.