
Bétera renuncia a restaurar una trinchera de la Guerra Civil que puede ser sepultada por una nueva urbanización
El enclave, que se encuentra dentro de la Línea de Actuación Inmediata, ha sido documentado y es el principal de la zona, pero puede quedar sepultado por el asfalto como ya lo ha sido otro punto similar
La inacción del Gobierno valenciano pone en riesgo vestigios de la Guerra Civil hallados en las obras de una urbanización
El proyecto urbanístico de una zona residencial de chalés en Mas Camarena, Bétera, amenaza los restos ya deteriorados de uno de los principales puntos de defensa de la València de la II República durante la Guerra Civil. Además, el gobierno municipal del PP está poniendo facilidades para que esta construcción sea posible sin preservar el patrimonio histórico.
El Centro de Resistencia ‘La Junquera’ de la Línea de Defensa Inmediata Puig-Carasoles, construido durante la Guerra Civil, está conformado por tres puntos. Los números 2 y 3 ya han visto como las excavadoras y el asfalto de los nuevos viales han pasado por encima de ellos.
El punto número 1, sería el objeto de la próxima fase de urbanización, precisamente el de más valor patrimonial, aunque el estado de degradación, con vertederos incontrolados y vegetación que erosiona las construcciones, muestran una imagen muy deteriorada de este enclave.
Vertedero ubicado en el punto número 1 de la Línea de Actuación Inmediata.
Este abandono parecía tener un fin cuando el propio Ayuntamiento de Bétera anunciaba en julio de 2023 una primera fase de actuaciones con la finalidad de excavar y consolidar 250 metros de trincheras y un búnker, intervención que se iba a hacer con una subvención de 33.000 euros de la Diputació de València. El proyecto también incluía la instalación de señalética que identificara e informara de este centro, para “poner en valor y proteger este bien patrimonial y continuar con el objetivo del Consistorio de destacar la importancia de las trincheras y búnkeres de la línea Puig-Carasoles a su paso por el municipio”, según afirmaba el consistorio en un comunicado.
Pero esta subvención fue devuelta por el Ayuntamiento de Bétera a la Diputación en 2024, según ha podido saber elDiario.es de fuentes del consorcio provincial, una renuncia que no fue anunciada por el gobierno de la popular Elia Verdevío, como sí hizo del proyecto de restauración. Con todo la situación actual es que permanece el abandono y la degradación de este punto y la amenaza del ladrillo sigue en las inmediaciones.
Urbanización judicializada
La destrucción que se teme de este punto número 1 no es una quimera, ya ha tenido un antecedente en el cercano punto número 2. La destrucción que se ha producido en este enclave ha sido incluso llevada por una agrupación de vecinos ante la justicia, junto con colectivos memorialistas, y se enmarca dentro de un proyecto general que ocupa toda la zona.
Restos de una trinchera (izquierda) sepultada por un vial.
Estos vecinos explican que se proyectan 2.000 casas con el nuevo PAI, que supondrá incrementar en más de un 150% las actuales 1.248 viviendas con 4.000 vecinos que hay actualmente, explica José Antonio Martínez, presidente del colectivo vecinal. Y es que los vecinos, además de advertir de la destrucción patrimonial, también critican que la escalada de viviendas no comporta la mejora de infraestructuras, “lo que supone que los actuales atascos que se producen diariamente se multiplicarán cuando estas casas estén habitadas”.
Los vecinos llevaron así a la Fiscalía la actuación realizada en el conocido como punto número 2, urbanizado en el sector R-13, por la destrucción que implica, una destrucción que avanzaba con el silencio de la Generalitat. Ante el panorama advertido la actuación se puso en conocimiento del Juzgado de Llíria.
Restos protegidos por ley
Por otra parte, Matías Alonso, el presidente del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica de la Comunitat Valenciana, que también se ha implicado en esta lucha, explica que la situación actual es que algunas trincheras han visto como los viales les han asfaltado encima, o como algunos de los puntos de más interés como nidos de ametralladoras u otros quedan dentro de parcelas sin protección. Así advierte que quedan a la merced de la buena voluntad de los propietarios y promotores sobre qué hacer con estos vestigios: arrasarlos para construir las viviendas proyectadas, o financiar de su bolsillo una preservación que no ha promovido el Ayuntamiento de Bétera.
Plano de afección actual de las trincheras en el punto 2 ya urbanizado.
Además, Alonso subraya que estos vestigios están protegidos por ley de forma genérica, ya que la Ley de Patrimonio Valenciano (modificada por el gobierno progresista del Botànic en 2017) los considera Bien de Relevancia Local (BRL). Pero además recuerda que el Consell Valencià de Cultura se ha pronunciado específicamente sobre esta Línea de Actuación Inmediata, y en un informe aprobado por esta institución instó a la Generalitat a que los vestigios fueran protegidos y declarados como Bien de Interés Cultural (BIC). Esto implicaría una protección más elevada y un régimen de conservación especial, del mismo modo piden que la Línea Inmediata sea considerada como un conjunto histórico.
“Se pierde una oportunidad”
Según el investigador de estos vestigios construidos en 1938, José Durban, con esta renuncia a la subvención “se pierde una oportunidad” para frenar el abandono de este punto de referencia. Durban, que ha estudiado este enclave y lo inventarió en 2008, señala que tiene centenares de metros de trinchera, dos fortines y diversos refugios, “es un lugar emblemático”.
El mismo investigador lamenta que no hay ningún tipo de conservación ni vigilancia pese a la protección legal genérica. Además, explica que el anterior gobierno de izquierdas requirió a todos los municipios con restos de la Guerra Civil que los catalogaran y los comunicaran a la Generalitat, para así poder definirse todos los puntos y confeccionar un catálogo.
Restos de los vestigios del punto 1 de la Línea de Actuación Inmediata en Bétera.
Pero este investigador, ante el retorno de la subvención que había anunciado el Ayuntamiento de Bétera, y viendo como se ha actuado en el punto 2 advierte que “nos hace sospechar de las intenciones”, ya que la actuación R-11 pende sobre este enclave.
Durban explica que la preservación podría haber sido compatible, porque la ley obliga a una cesión del 10% del espacio urbanizado, así como también se habrían podido poner condicionantes a los viales para adaptarlos y que respetaran los restos. “Esto daría más valor a la zona”, asegura el experto.
El mismo José Durban advierte que ahora la promoción urbanística parece haberse frenado: “Si el Ayuntamiento lo intenta mover sería más grave, ahora no pueden decir que no eran conocedores, esto hace muchos años que está documentado, y los elementos patrimoniales son de más valor, es un centro de resistencia completo”, sentencia.
ElDiario.es ha intentado contactar con el Ayuntamiento de Bétera para recabar su gestión pero no ha recibido ninguna respuesta del ejecutivo local de la popular Elia Verdevío.