
Síndrome del ‘text neck’: los problemas que mirar el móvil en una mala postura puede provocar
Mantener la cabeza adelantada y los hombros caídos, una postura asociada al uso de dispositivos tecnológicos, puede provocar tensión en el cuello
Por qué el zumo de naranja no es un alimento tan saludable como creíamos
El teléfono móvil no solo es un dispositivo de comunicación, sino que se ha convertido en una herramienta casi indispensable en nuestro día a día: es nuestro ‘amigo’ inseparable, con el que enviamos y recibimos correos electrónicos, realizamos un sinfín de tareas administrativas, accedemos a Internet y participamos de infinidad de actividades de ocio. De acuerdo con los resultados de un análisis de Rastreator, los españoles usan cada vez más el smarthphone, en concreto una media de cuatro horas y diez minutos al día, aunque el 22% reconoce estar pegado a su teléfono más de cinco horas.
Aunque la tecnología nos ha facilitado mucho la vida, también tiene una cara menos amable que va más allá de los efectos a nivel psicológico y social: el tiempo dedicado a usar una pantalla de este tipo puede ser muy exigente para el cuerpo. Es habitual que, tras estar consultando el móvil, nos duela el cuello, o nos empiecen a hacer daño los hombros e, incluso, podemos tener dolor de cabeza.
Si fijamos la atención y observamos nuestra postura, seguramente nos daremos cuenta de que tenemos la cabeza inclinada hacia abajo. Podemos estar experimentando un fenómeno relativamente nuevo conocido como text neck, o cuello tecnológico, un término que se usa para hacer referencia al problema provocado por el uso prolongado de un dispositivo tecnológico con la cabeza en posición curva y que puede afectar a cualquier persona, aunque suele ocurrir en mayor medida a los adolescentes.
El peligro de pasar demasiado tiempo en una mala postura
Esta patología se produce por una flexión excesiva o repetitiva del cuello. Este, cuando está en una posición neutral, no recibe una fuerza excesiva sobre los ligamentos o músculos que ayudan a estabilizarlo.
Pero cuando inclinamos la cabeza hacia adelante, como lo haríamos cuando usamos el móvil, ocurren varias cosas: estamos ejerciendo una presión adicional sobre los músculos del cuello; los hombros se tiran hacia adelante y se elevan hacia las orejas y los músculos del cuello y los hombros se contraen. Todo ello, a la larga, puede traducirse en daño en la región cervical y en las estructuras musculoesqueléticas de la espalda y las extremidades superiores
También puede aparecer dolor en una zona del cuerpo distinta de la fuente real del problema, como dolor de cabeza por tensión. En algunos casos pueden aparecer signos de compresión nerviosa, como hormigueo, que empieza en el cuello y viaja a los brazos y los dedos.
Estamos frente a una dolencia que afecta sobre todo a niños y adolescentes, con un 90% de prevalencia en esta población, según indica la Sociedad Española de Columna Vertebral (GEER).
¿Un problema solo por mirar el móvil?
Los estiramientos tras usar el móvil ayudan a destensar los músculos y minimizan la rigidez.
Puede llegar a sorprender que se trate de un problema provocado solo por mirar el móvil, una acción que parece del todo irrelevante en lo que se refiere al aspecto físico. Sin embargo, y como explica la GEER, este trastorno muscular que aparece por una mala posición del cuello se produce porque el peso medio de la cabeza de un niño, por ejemplo, ronda los dos kilos: por cada dos centímetros que se incline hacia adelante, se multiplica por dos la presión que se produce sobre la columna cervical.
La cabeza media de un adulto pesa entre 4,5 y 5,5 kilos: si inclinamos la cabeza en un ángulo de 60 grados, como lo hacemos cuando usamos el teléfono, esta fuerza puede llegar hasta los 27 kilos, y esto es mucha tensión adicional para el cuello y la columna vertebral, tal como indica este estudio publicado en la revista Surgical Technology International, porque el cuello simplemente no está diseñado para soportar este tipo de fuerza durante largos periodos.
A medida que la cabeza se mueve hacia adelante, el centro de gravedad cambia. Esto provoca un aumento de la presión sobre la musculatura de la cabeza y los hombros a causa del ángulo descendente y el peso de la cabeza mientras se envían mensajes de texto. Cuanto más hacia adelante, más grande es la presión alrededor de la zona del cuello. El resultado es, a la larga, una distensión muscular y ligamentosa y otros problemas estructurales que causan los síntomas asociados con el “cuello tecnológico”.
Incluso hay estudios como este recogido en PubMed que afirman que enviar mensajes de texto con las dos manos mientras caminamos es el escenario más exigente físicamente para los músculos del cuello, y este aspecto físicamente exigente de la tensión muscular del cuello puede ser atribuible a la dinámica de la cabeza (hacia adelante) mientras caminamos con la cabeza hacia abajo.
Reeducación postural para evitar esta dolencia
La solución, según la investigación publicada en Surgical Technology International, pasa, como parece obvio, por limitar el tiempo frente a la pantalla. Pero si lo usamos mucho, debemos intentar ajustar la posición levantando los brazos a la altura de la cara y mirar la pantalla con la cabeza erguida. Pero, además, es importante que tengamos en cuenta otros aspectos, como detalla la SEEG:
Mantener los dispositivos al nivel de los ojos y evitar mirar hacia abajo
Es importante acercar el dispositivo a la cabeza, en lugar de llevar la cabeza al dispositivo. Colocarlos delante a la misma altura que los ojos reduce la inclinación de la cabeza y el cuello, lo que minimiza la presión sobre los músculos.
El cuello tiene que estar alineado y equilibrado con el resto de la columna vertebral. Esto significa que la cabeza y las orejas tienen que estar alineados y al nivel de los hombros. Podemos fijarnos en cómo está la barbilla, si hacia arriba, abajo o en una posición neutra cuando probamos la alineación.
Realizar pequeños descansos en el uso de los dispositivos
Cuanto más tiempo usamos el móvil sin descanso, más posibilidades tendremos de desarrollar síntomas. Por tanto, es aconsejable que, tras 15 o 20 minutos, nos levantemos y realicemos alguna otra actividad. Pasar unos minutos frente al dispositivo probablemente no será un problema, pero hacerlo durante varias horas, diversas veces al día, puede afectar de manera negativa el cuello y la columna vertebral.
Practicar algunos ejercicios de estiramiento
Los estiramientos tras usar el móvil ayudan a destensar los músculos y minimizan la rigidez. Los movimientos de cuello y círculos con los hombros pueden ser muy útiles.