La fiscal pide dos años de cárcel por homicidio imprudente al médico que dio de alta a Brian Ríos antes de su muerte en comisaría
El Ministerio Público mantiene que la actuación del facultativo, que permitió al joven detenido ser trasladado a comisaría, fue «contraria a las recomendaciones médicas»
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“Dejación de funciones”; “falta a las más elementales precauciones exigibles”; “quebranto de las reglas propias de su quehacer profesional”. Son solo algunas de las expresiones que contiene el escrito de acusación de la Fiscalía contra el médico que dio de alta a Brian Ríos, quien horas después moriría en comisaría. La fiscal del caso pide dos años de cárcel al facultativo por un delito de homicidio imprudente.
Contra viento y marea, la viuda y la familia del joven fallecido en agosto de 2022, solo dos meses después de su llegada a España desde Colombia, ha logrado que haya un juicio sobre los hechos. En el banquillo se sentará el médico que atendió a Brian Ríos en urgencias y que permitió que el joven se fuera del ambulatorio detenido pese a estar inconsciente debido a los tranquilizantes que le suministró.
En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso elDiario.es, la fiscal acusa al facultativo de un delito de homicidio por imprudencia profesional grave. Además de la pena de prisión, solicita la inhabilitación para ejercer profesiones médicas durante cuatro años y una indemnización para los familiares del fallecido que asciende a 442.107,95 euros, de la que deberán responder la entidad médica Mútua de Terrassa y la Generalitat en caso de condena y de que el acusado no pueda afrontarla.
Ríos murió en la comisaría de Rubí de los Mossos la madrugada del 21 de agosto de 2022 tras ser detenido por la Policía Local del municipio y haberle inyectado un médico del ambulatorio dos tranquilizantes, pese al estado de embriaguez en el que se encontraba. En vez de mantenerle en observación, Ríos fue trasladado a comisaría.
La fiscal del caso detalla que el médico suministró a Ríos calmantes y antipsicóticos pese a que “no es recomendable” con pacientes bajo los efectos del alcohol por el riesgo de sedación severa. Así ocurrió en el caso del joven, que salió del centro ambulatorio “en estado de semiinconsciencia”, remarca la representante del Ministerio Público.
A juicio de la fiscal del caso, el médico dio una alta a Ríos que nunca se tendría que haber producido. “Faltando a las más elementales precauciones que hubieran sido exigibles y quebrantando las reglas propias de su quehacer profesional, el acusado, haciendo dejación de funciones en la atención y el cuidado de sus pacientes, se limitó a dar de alta” a Ríos, censura la fiscal.
La actuación del facultativo en urgencias, ahonda la acusación pública, fue “contraria a las recomendaciones médicas” en el trato con detenidos, que señalan que en casos como el de Ríos el paciente debe permanecer en observación o derivarlo a un hospital, pero no darle el alta.
Los cuerpos policiales explicaron que Ríos tuvo que ser introducido “en volandas” tanto en el coche policial que lo llevó a los calabozos tras salir del ambulatorio como a su llegada a la comisaría de los Mossos. El Institut de Medicina Legal i Ciències Forenses de Catalunya (IMLC) concluyó que hubiera sido “altamente recomendable” una observación médica posterior a su administración o una derivación a un hospital, debido a su estado de embriaguez. “La actitud más prudente hubiera sido mantener al paciente en observación”, remachó el informe forense.
La actuación del médico procesado fue la opuesta. La intervención médica duró menos de 30 minutos, según el parte firmado por el facultativo acusado: Ríos entró en Urgencias a las 00:24h. y salió las 00:53 h. Menos de cuatro horas después moría en comisaría.