La Justicia mantiene en prisión al neonazi que incendió Torre Pacheco por el «riesgo claro» de que llame a disturbios racistas

La Justicia mantiene en prisión al neonazi que incendió Torre Pacheco por el «riesgo claro» de que llame a disturbios racistas

El joven alegó que actuó como un lobo solitario y que desconocía el alcance que podían tener sus mensajes de odio, pero los jueces rechazan que sea una explicación «verosímil»

El líder detenido del grupo ‘Deport Them Now’ asistió a una protesta racista en Mataró convocada por Vox

Si el líder del grupo neonazi ‘Deport Them Now’ quedara en libertad, podría volver a publicar mensajes “de incitación al odio contra colectivos extranjeros e inmigrantes” que causaran “nuevos altercados” como los que este joven de Mataró (Barcelona) promovió en Torre Pacheco (Murcia) este verano. Así lo sostiene la Audiencia de Barcelona, que denegó la puesta en libertad que reclamaba el ultra.

El joven neonazi C.L. permanece en prisión preventiva desde el pasado 17 de julio. En un auto del 13 de agosto, al que ha tenido acceso elDiario.es, la Audiencia de Barcelona avaló la decisión de la jueza de Mataró al apreciar que persistían en C.L. el riesgo de reiteración delictiva (esto es, que llamara a nuevos disturbios racistas) y el peligro de que destruya, oculte o altere pruebas clave para la causa. Son dos de los motivos que marca la ley para encarcelar a un investigado antes del juicio.

La causa sobre el líder de ‘Deport Them Now’ por instigar a los disturbios se ha quedado en Mataró y discurrirá en paralelo a la que un juzgado de Murcia mantiene abierta a una decena de personas por los altercados racistas de Torre Pacheco.

En uno de los mensajes investigados, C.L. convocó a una “cacería” de migrantes los días 15, 16 y 17 de julio “para reunirlos con Alá”. También hizo un “llamamiento a las organizaciones antiinmigración estatales” para acudir a Murcia en nombre de ‘Deport Them Now’. Y publicó fotografías de dos varones de origen marroquí con dianas en su cabeza.

Para intentar salir en libertad, el neonazi C.L. alegó que ‘Deport Them Now’ no era una organización que él liderara, sino que actuó en todo momento como un lobo solitario. Detrás de la entidad, recalcó, estaba solo él, y él solo escribió los mensajes racistas de Telegram que contribuyeron a incendiar el municipio murciano en verano. Es más, indicó que las llamadas a “cazar magrebíes” que admitió haber escrito fueron un “arrebato” tras ver una noticia de un pensionista agredido por un grupo de hombres.

También afirmó que las armas halladas en su domicilio las compró en Andorra y eran de aire comprimido, no de fuego real; y que su intención de matricularse en la Universidad este curso se vio frustrada por su ingreso en prisión. Tal y como desveló elDiario.es en julio, C.L. había trabajado como vigilante de seguridad y fue interino de la Generalitat.

Los jueces descartaron todos los alegatos del neonazi para salir de la cárcel. Recordó el tribunal que C.L. se enfrenta, por ahora, a tres delitos: incitación al odio (por los mensajes racistas que divulgó en redes); tenencia ilícita de armas (por las armas sin licencia que se hallaron en su casa); y asociación ilícita (aunque los jueces matizan que para determinar este delito es necesario investigar más).

La versión del neonazi de que desconocía la repercusión social de los mensajes racistas que escribió “no es verosímil”, concluyen los jueces, ya que C.L. tiene presencia en otras redes sociales “donde publica el ideario y actividades de ‘Deport Them Now’ y mensajes destinados a promover actos hostiles y violentos contra ciudadanos marroquíes”.

“No estamos ante una conducta puntual, fruto de un acto impulsivo, inconsciente, visceral e irracional, sino ante una conducta acorde con las ideas que defiende a través de ‘Deport Them Now’”, apostillan los magistrados sobre el papel del neonazi a la hora de promover los disturbios de Torre Pacheco.

La ideología “claramente racista y promotora de la violencia hacia el colectivo magrebí”, ahondan los jueces, no permite descartar que el neonazi encarcelado escribiera nuevos mensajes “de incitación al odio” y para crear nuevos altercados en caso de quedar en libertad, remarca el tribunal.

No es suficiente, agregan los jueces, que se prohíba a C.L. acceder a redes sociales, ya que la tecnología actual permite acceder a las redes sociales “a través de perfiles a nombres de terceros y desde IP ajenas”. El riesgo de reiteración delictiva solo se puede combatir con su permanencia en prisión, ya que, además, observan los jueces, el neonazi podría borrar los mensajes que son pruebas clave del caso.

Tampoco resultaron creíbles para los jueces las explicaciones que dio C.L. sobre las armas halladas en su casa. El neonazi alegó que ninguna de las armas que la Guardia Civil se incautó en el registro de su domicilio en julio (una carabina de aire comprimido, una pistola de fogueo, una ballesta con tres proyectiles, una porra eléctrica, otras dos extensibles y una navaja) era de fuego real y nunca habían salido de su casa.

Los jueces recordaron tanto la porra eléctrica como las dos porras extensibles son consideradas armas prohibidas por los reglamentos, por lo que era necesario tener una preceptiva licencia de la que el neonazi no disponía.