Gastronomía, investigación y ahora vino: cuenta atrás para la tercera pata del Basque Culinary, el EDA, con dos sedes en Álava
Tras la inauguración de GOe se espera que las obras de los centros dedicados a la formación y la innovación en bebidas y vino, ubicados en Vitoria y Laguardia, arranquen a finales de año
Las autoridades cortan la cinta del GOe, la segunda sede del Basque Culinary, entre sonoras protestas en Donostia
Tras la inauguración del GOe en Donostia el pasado día 20, el Basque Culinary Center (BCC) calienta motores para que empiecen las obras de la que será su tercera pata formativa e investigadora, dedicada en este caso en exclusiva al sector de las bebidas y del vino: el centro EDA (Edariak eta Ardoa) Drinks & Wine Campus, que saca al Basque Culinary de Gipuzkoa y se repartirá en dos sedes en Álava, una ubicada en Vitoria y otra en Lauardia, en La Rioja Alavesa. Si se cumplen los plazos previstos, las obras arrancarán en el mes de diciembre de este año con el objetivo de estar operativos en octubre de 2027. La licitación de las obras salió a concurso el pasado 16 de octubre por 14 millones de euros y podrán presentarse empresas hasta 13 de noviembre. El Basque Culinary se extiende.
Las dos nuevas instalaciones se conciben como fundamentales para impulsar un sector, el del vino, que es muy importante en Euskadi, sobre todo con fuertes bodegas en la Rioja Alavesa, aunque también con el txakoli en fuerte crecimiento, y otras bebidas como la sidra, o la cerveza. El vino de Rioja Alavesa no pasa por sus mejores momentos por la caída del consumo, las restricciones de producción y a la espera del impacto que supondrán los aranceles de Trump a la exportación. Para revertir el declive se intenta una diferenciación de los vinos vascos dentro de la DOC Rioja para potenciar su consumo, algo que se intentó con una nueva DOC propia que no prosperó. Por ello, poner a La Rioja Alavesa en el mapa del sector del vino mundial como referente de aprendizaje e innovación puede ser fundamental en esa tarea. Así lo ven al menos las instituciones, que al igual que en las dos sedes anteriores del Basque Culinary se han volcado con la nueva propuesta de este centro adscrito a la Universidad de Mondragon, con la cesión de las parcelas de suelo donde se levantarán los edificios y también con aportación monetaria. La Diputación pone seis millones de euros y el Gobierno vasco 9,1 millones, 0,6 ya abonados en 2023 y 8,5 en 2024.
Recreación del exterior de edificio en Vitoria.
La tercera sede de este centro de formación e innovación, que serán en realidad dos, llevarán también un sello arquitectónico de prestigio, como lo tiene el Basque Culinary Center y el GOe. En este caso, ambas ubicaciones, en Vitoria y Laguardia, tendrán diseño del arquitecto José Carvalho Araújo, en un proyecto que ha denominado Mugarik Gabe, (Sin fronteras). La sede de Vitoria, ubicada en el barrio de Lakua, junto a la estación de autobuses, será la que albergará la actividad referente a todo el universo de las bebidas al margen del vino. Es decir, bebidas como destilados, cervezas, fermentados y NOLO, es decir, las que contienen poco o nada de alcohol, entre otras. Tendrá una superficie de 4.000 metros cuadrados útiles levantada sobre una parcela de titularidad municipal que se cede por 75 años al Basque Culinary, siguiendo el mismo procedimiento que se ha llevado a cabo con el GOe. Contará, entre otros espacios, con dos salas de análisis sensorial, cuatro laboratorios (cromatografía, física, y química y microbiología) ocho talleres y un auditorio. Además, dispondrá de una planta piloto de 900 metros cuadrados en la que los estudiantes podrán poner en práctica sus conocimientos sobre el proceso de elaboración en cuanto a destilación y fermentación, entre otras cuestiones.
Representantes institucionales y del Basque Culinary con el arquitecto que llevará a cabo las obras.
El edificio de Laguardia, dedicado a toda la actividad relacionada con el vino, dispondrá de un total de 2.500 metros cuadrados útiles. Tendrá una sala de análisis sensorial, dos laboratorios (microbiología y física y química), cuatro talleres y un auditorio. Además de 700 metros cuadrados para una planta piloto, se contemplan otros 500 destinados al emprendimiento. También se edificará sobre una parcela cedida en derecho de superficie por la Diputación Foral de Gipuzkoa ubicada junto a la casa del vino de la localidad
Ambas sedes tienen un porcentaje de edificación bajo tierra, aprovechando las inercias térmicas, ya que algunos de los compartimentos que alojarán los edificios requieren temperaturas controladas. La cobertura verde que se prevé en las dos sedes contribuirá también a atenuar el impacto solar.
EDA también contará con un drinks bar en Vitoria y un wine bar en Laguardia. Dos áreas experimentales y abiertas a la ciudadanía que funcionarán siguiendo el esquema de espacios de aprendizaje de Basque Culinary Center, es decir, lugares de prácticas para los estudiantes y testeo de tecnología y soluciones que quieran poner en práctica los emprendedores.
En ambos espacios están previstas diferentes acciones formativas como el grado en vino y bebidas, másteres especializados, cursos de postgrado y el programa de doctorado, todo ello de la mano de Basque Culinary Center, la facultad de Gastronomía insertada en la oferta de Mondragon Unibertsitatea. Y nacen con la intención de ser centros abiertos a la ciudadanía, como cursos de cata, elaboración de bebidas o armonías gastronómicas y maridajes, según señalan desde el Basque Culinary Center. Laguardia quiere funcionar además como incubadora de startups, centrado en el universo de vino y las bebidas.