Los vocales progresistas afirman que la presidenta rompió de forma «consciente» el consenso y la pluralidad del Poder Judicial

Los vocales progresistas afirman que la presidenta rompió de forma «consciente» el consenso y la pluralidad del Poder Judicial

Han emitido un comunicado en el que lamentan la publicación de una nota de prensa del CGPJ que da una versión de las renovaciones de las comisiones que «no ha sido consensuada ni avalada»

Ricardo Bodas y Argelia Queralt, vocales progresistas del Poder Judicial: “Es el fin del Consejo del consenso”

Los vocales progresistas del Consejo General del Poder Judicial han publicado un comunicado en el que afirman que la presidenta del mismo, Isabel Perelló, ha roto de manera “consciente” el “consenso que había regido este primer año” en el órgano de gobierno de los jueces tras la renovación de las comisiones que, a su juicio, han supuesto “un golpe a la representatividad plural y una grave distorsión de la colegialidad institucional”.

Los vocales lamentan la forma en la que se ha redactado una nota de prensa del CGPJ con una versión que no comparten de las renovaciones de las comisiones, entre las que está la Permanente, un órgano clave en el día a día donde —dice la nota del Consejo— los equilibrios iniciales entre sus miembros se “mantienen exactamente igual”. En cambio, los progresistas denuncian que los equilibrios se han roto y el procedimiento seguido “ha sido arbitrario y contrario a la práctica institucional”: “Lejos de mantener los equilibrios iniciales, el resultado ha supuesto una clara ruptura del pluralismo interno: se ha marginado a vocales progresistas de comisiones en las que venían desempeñando su labor, se ha consolidado una mayoría conservadora en la Permanente y se ha ignorado la experiencia y especialización de varios miembros. Todo ello configura una lógica de exclusión y control, ajena al espíritu de colegialidad que debe regir el órgano de gobierno del poder judicial”, reza el comunicado.

Los progresistas creen que, en algunos casos, el reparto ha sido en contra de su “expresa voluntad, cosa que no ha sucedido ni con [Hugo] Preciado ni con los vocales conservadores respecto de los que se ha respetado escrupulosamente su voluntad”. También se quejan de que esa nota “no ha sido consensuada ni avalada en el pleno”.

El origen del conflicto está en la nueva composición de las distintas comisiones en las que se organiza el trabajo del órgano. Esa composición fue aprobada el pasado jueves con los votos del grupo conservador, la presidenta y uno de los vocales elegidos a iniciativa de Sumar Carlos Hugo Preciado. Con el nuevo reparto, ocho de las once comisiones tienen mayoría conservadora. Entre ellas, la más relevante, la Permanente, una especie de núcleo duro donde se toman muchas decisiones de calado. Los progresistas tenían una propuesta que se acabó retirando. Ni siquiera se llegó a votar.

Estos vocales han discrepado que se mantenga este equilibrio que defiende el Poder Judicial al incluir al vocal Carlos Hugo Preciado, a quienes los conservadores sitúan en la cuota progresista, si bien sus pares rechazan que les represente porque hace tiempo que actúa como independiente. “Entre los diez vocales de sensibilidad progresista pronto vimos que había uno que exigía una individualidad muy por encima del resto, que decidió unilateralmente no formar parte del grupo. Nueve vocales teníamos el firme compromiso de construir un proyecto común que compartir y debatir con el sector conservador para, entre todos, dotar de contenido político a este Consejo. El vocal Preciado decidió no compartir e ir por su cuenta”, decía Argelia Queralt en una entrevista de elDiario.es.

Quiebra de la confianza

El comunicado de los vocales progresistas, que también lo firma el magistrado José María Fernández Seijo —que tenía intención de dimitir mientras sus compañeros de bloque intentan que lo reconsidere—, ha denunciado que la presidenta del CGPJ “ha quebrado las condiciones básicas de confianza que ella misma había proclamado al inicio del mandato”. “Las posibilidades de conciliación familiar y respeto personal, que debían ser pilares del nuevo Consejo, han sido recortadas hasta desaparecer bajo una lógica de exclusión e imposición”, ha apuntado.

Para el sector progresista, la “reorganización interna” del CGPJ “es la ruptura consciente del consenso que había regido este primer año, un golpe a la representatividad plural y una grave distorsión de la colegialidad institucional”.

“Los vocales progresistas lamentamos profundamente este retroceso y advertimos de sus consecuencias. Reafirmamos nuestro compromiso con un Consejo plural, equilibrado, transparente y fiel a su mandato constitucional de garantizar la independencia judicial y el buen servicio público de la justicia”, ha concluido.