Las víctimas, las últimas revelaciones y su partido ponen a Mazón contra las cuerdas: «El funeral ha sido un punto de inflexión»

El funeral de Estado por las 229 víctimas de la dana del pasado 29 de octubre se convirtió también en el réquiem político del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Los gritos desgarradores de las familias contra el jefe del Consell y sus peticiones de dimisión retumbaron entre los contrafuertes de hormigón blanco del Museo de las Ciencias diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava. “El funeral ha sido un punto de inflexión, y Alberto Núñez Feijóo estaba delante para certificarlo”, relata a elDiario.es un cargo público del PP valenciano, que considera que todo se puede precipitar en las próximas semanas. “La sensación es que el ciclo está terminado”, añade otra fuente de los conservadores que trabaja en la candidatura del expresidente Francisco Camps, el único militante del PPCV que se ha postulado a suceder a Mazón.

Sin duda, la última semana ha sido la peor que el presidente de la Generalitat ha sufrido desde que llegara al Palau en julio de 2023. Ni los días posteriores a la dana estuvo Carlos Mazón tan débil y cuestionado como ahora. Y es que las malas noticias le caen a Mazón por tierra, mar y aire. Las asociaciones de víctimas de la dana, a quienes Mazón primero ha ignorado y ahora ha maltratado, siguen reclamando la dimisión de Carlos Mazón e, incluso, solicitan su imputación en la causa. “Mazón a prisión”, corean en las manifestaciones.

Los medios de comunicación, como elDiario.es, siguen desvelando sus horas inconfesables el día de la dana. A día de hoy ya son hechos comprobados que el jefe del Consell acompañó a la periodista a un parking tras la copiosa comida de El Ventorro y que en algún momento de la tarde pasó por su domicilio particular, a diez minutos del restaurante y del aparcamiento.

En el PP valenciano y nacional el ‘caso Mazón’ empieza a convertirse en una losa difícilmente sostenible y mucho menos justificable. Hasta el principal sustento político del presidente de la Generalitat, el presidente de Vox, Santiago Abascal, considera que Carlos Mazón es un “mentiroso”, aunque tras el funeral defienda que fue “linchado”.

Carlos Mazón, en un momento a su llegada al funeral con rostro apesadumbrado.

“El problema de Carlos es que no sabes que es verdad”, lamenta un diputado popular que prefiere guardar el anonimato. “Es insostenible, los afiliados con los que hablamos nos trasladan que Mazón no puede continuar. Hay que cambiar de caballo, porque está todo muy igualado y la izquierda podría volver a la Generalitat”, explican desde el equipo de Francisco Camps. En ese sentido, el expresidente de la Generalitat continúa con su tour por la Comunitat Valenciana recabando apoyos y viendo como el también presidente del PP se quema a fuego lento. “Pronto o tarde tendrán que convocar el congreso regional y ahí estará Paco”, añaden.

Para estos cargos populares que ven cómo Vox crece de manera exponencial a costa del PP valenciano, lo importante que ha pasado esta semana es que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, presenció de primera mano la caída de Mazón en desgracia. También los reyes y los millones de telespectadores que siguieron el funeral en directo. “No es lo mismo que le cuenten terceras personas o que Miguel Tellado haga de filtro, ahora Feijóo ya sabe lo que hay, y lo que hay es muy feo”, señalan. Y en esa tesitura se enmarcan las últimas declaraciones del presidente del PP sobre Mazón, hechas antes del funeral, en las que emplazaba a que el presidente de la Generalitat daría explicaciones en las comisiones de investigación del Congreso, Senado y Corts Valencianes.

Vilaplana, ante la jueza

Este lunes 3 de noviembre, puede acelerar los problemas que sacuden al presidente de la Generalitat, puesto que declara ante la jueza de Catarroja, Nuria Ruiz Tobarra, la periodista que comió con Carlos Mazón el día de la dana. Poco o nada positivo puede salir de una declaración en la que la magistrada, la fiscalía y las 45 acusaciones podrán preguntar a Maribel Vilaplana sobre lo que pasó el 29 de octubre de 2024 durante la comida. También después, ya que algunas de las llamadas importantes de Salomé Pradas al presidente de la Generalitat se produjeron tras salir de El Ventorro y, posiblemente, de camino al parking. Y la periodista, esta vez sí, tendrá que decir la verdad. O no acordarse.

El presidente de la Generalitat sigue atrapado en la comida de El Ventorro. Pese a pasar un año de la tragedia y haber querido sacar pecho con la reconstrucción, la realidad es que Carlos Mazón tiene que responder recurrentemente a las preguntas de los periodistas y la oposición sobre los agujeros en su agenda de la tarde del 29 de octubre de 2024. Las llamadas entre el presidente y la exconsellera de Emergencias Salomé Pradas abren más dudas sobre el papel del presidente en la toma de decisiones. Pradas defendió en sus declaraciones ante la jueza que fue ella quien tomó las decisiones y que nunca que retrasó ninguna actuación porque el presidente no estuviera. Si bien, a preguntas de elDiario.es, la propia Pradas reconoce que cuando llamó a las 19.10 a Mazón y este no le cogió el teléfono, intentaba comunicar que la situación era crítica y que se disponían lanzar la alerta masiva ES-Alert.

Pero la de las 19.10 no es la única llamada no contestada comprometedora. Pasas las 12.30, Pradas también contactó sin éxito con Mazón. Justo diez minutos antes, la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, había pedido a Pradas que le solicitara la Unidad Militar de Emergencias para Utiel. Se entiende que la consellera quiso informar al presidente. La UME no se pidió hasta casi pasadas las 15 horas.