La UE no consigue nada en su reunión con China: solo se acopla al acuerdo de Trump y Xi sobre tierras raras y chips
El acuerdo entre EEUU y China incluye que la empresa Nexperia, de Países Bajos, reanude el envío de semiconductores y chips para evitar el parón de la fábricas de automóviles y otros sectores relevantes
Trump anuncia un acuerdo con Xi para rebajar aranceles a China a cambio de la compra de soja de EEUU y suspender las restricciones a tierras raras
La Unión Europea ha vuelto a demostrar que es un convidado de piedra en el tablero geopolítico mundial. Tras una larga reunión entre altos funcionarios la UE y China este viernes solo se llegó a la conclusión de que Europa también se beneficiará del acuerdo entre el gigante oriental y Estados Unidos: la suspensión de 12 meses de los controles de exportación de tierras raras y minerales críticos que firmaron Donald Trump y Xi Jingping. Además, se ha conocido que en este pacto entre las dos economías más grandes del mundo, la empresa de semiconductores neerlandesa Nexperia, cuya matriz está en China, va a reanudar el envío de chips ante la escasez de semiconductores que amenazaba a paralizar la industria.
La reunión UE-China venía marcada por el acuerdo comercial que cerraron Donald Trump y Xi Jinping. Reunidos en Corea del Sur este jueves para rebajar la tensión entre ambas potencias, los dirigentes acordaron reducir los aranceles del 20% que EEUU había impuesto a China con el argumento del fentanilo, hasta el 10%. En contrapartida, según el presidente de EEUU, Xi Jinping se ha comprometido a aplazar las restricciones para la exportación de tierras raras y a retomar la compra de soja estadounidense, aunque se desconoce la letra pequeña del acuerdo.
La UE solo ha conseguido de su reunión con China apuntar que “ambas partes se pusieron al día sobre los temas relacionados con la introducción e implementación de controles de exportación” y que “coincidieron en la utilidad del diálogo, reconociendo el valor de mantener una buena comunicación en torno a los controles de exportación”.
El Comisario de Comercio y Seguridad Económica de la UE, Maros Sefcovic, solo ha llegado a decir en la red social X que el encuentro con China fue “constructivo” y que “China confirmó que la suspensión de los controles de exportación de octubre se aplica a la UE”. Además de que “ambas partes reafirmaron su compromiso de continuar el diálogo para mejorar la implementación de las políticas de control de exportaciones”. Nada más.
El encuentro entre la UE y China responde a la preocupación lanzada por empresas europeas por los problemas en la cadena de suministro tras la decisión de China de frenar el envío de chips y restringir la exportación de minerales críticos y tierras raras, fundamentales para cualquier industria que utilice componentes tecnológicos. Aunque las limitaciones en el mercado de minerales críticos, que controla China al 70%, era la represalia del gigante asiático a la guerra comercial con EEUU, el frenazo en el envío de semiconductores por parte de China también es la respuesta a la decisión de Países Bajos de tomar el control del fabricante de chips Nexperia, que fue comprada por la china Wingtech en 2018 por 3.600 millones de dólares.
Los 27 países de la UE, a través de Dinamarca, que ostenta la presidencia rotatoria de la Unión Europea, ya habían lanzado un mensaje de “mano dura con China” tras su anuncio de recorte de exportaciones de minerales críticos. Esta misma semana, la tensión se acrecentó cuando el ministro de Exteriores alemán, Johann Wadephul, canceló a última hora su viaje oficial a China después de que el Gobierno del gigante asiático sólo hubiese confirmado una reunión con el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, y no hubiera dado respuesta a un encuentro con el titular de la cartera de Comercio, como había solicitado Alemania. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, llegó a anunciar que podría utilizar medidas anticoercitivas legales ante la posición de China con los minerales críticos: “Usaremos todos los instrumentos a nuestro alcance para responder si es necesario”. Nada de esto ha tenido efecto.
Los reyes de España realizarán un viaje de Estado a China entre el 11 y el 13 de noviembre. Será la primera visita de este tipo que realice la jefatura del Estado y se produce en un momento geopolítico en el que Donald Trump ha hecho un primer acercamiento a Pekín y la Unión Europea mantiene una relación compleja con el gigante asiático. En plenas tensiones del bloque comunitario con ese país, Pedro Sánchez optó por impulsar las relaciones, una decisión que otros países de la UE también miraron de reojo.
El fin del bloqueo de Nexperia
En este contexto, la Comisaria Europea para la Soberanía Tecnológica, Seguridad y Democracia, Henna Virkkunen, tuvo una reunión este viernes a través de videoconferencia con el consejero delegado de Nexperia, Stefan Tilger. Una reunión inútil si se tiene en cuenta que ya EEUU y China habían acordado la solución del freno de envío de chips.
El directivo había escrito una carta el pasado domingo a sus clientes en la que anunciaba la suspensión de los envíos a la fábrica de Dongguan, en China, como “consecuencia directa del reciente incumplimiento de los términos de pago contractuales acordados por la gestión local”, según publicó Reuters.
Este movimiento es consecuencia de la retención de las exportaciones de todas las fábricas de Nexperia en China tras la toma de control de Países Bajos de la compañía por motivos de seguridad nacional. Según el Gobierno neerlandés, Wingtech planeaba transferir propiedad intelectual de Nexperia a otra de sus empresas. Otras fuentes aluden a la presión de EEUU a Países Bajos en su guerra comercial y de dominio tecnológico con China.
Muchos de los productos que fabrica Nexperia en Europa eran enviados a la fábrica en China para su empaquetado y distribución. Este bloqueo supone una amenaza para las cadenas de suministro de la industria europea, desde donde se hizo un llamamiento ante la amenaza de parón en las plantas por falta de semiconductores.
Tras la alerta que la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) mandó este miércoles sobre “paradas inminentes en las líneas de ensamblaje” de fábricas en suelo europeo ante la falta de chips ha hecho que la maquinaria de la Comisión se ponga en marcha para solventar un problema que se lleva reeditando desde hace un par de años.
En este sentido, un portavoz de la Comisión Europeo explicó que Virkkunen, también se había reunido el jueves con los principales directivos de las empresas de semiconductores en Europa para tener una imagen clara de la situación de la industria en la UE, respaldar a la industria en la búsqueda de soluciones alternativas y encontrar soluciones estructurales para tener una cadena de suministro resiliente.
La Comisión Europea lanzó en 2023 la Ley europea de chips con el objetivo de reducir la dependencia de terceros países de unos productos fundamentales en la industria. Según un portavoz de la Comisión esta normativa “atrajo más de 80.000 millones de inversiones a Europa para la industria de semiconductores”, pero está claro que no ha solventado el problema. De hecho, la Comisión ya está preparando una segunda normativa sobre chips ante la aceptación de que “es necesario hallar soluciones estructurales más allá de simplemente atraer inversiones”.