Las grandes tecnológicas de EEUU invierten 115.000 millones en I+D en 2025, más de la mitad del presupuesto de toda la UE

Las grandes tecnológicas de EEUU invierten 115.000 millones en I+D en 2025, más de la mitad del presupuesto de toda la UE

Google, Apple, Meta, Amazon y Microsoft disparan sus inversiones en nuevas tecnologías para construir una nueva ventaja insuperable en el mercado de la inteligencia artificial

Las siete magníficas, cada vez más lejos: por qué Europa no es capaz de formar gigantes tecnológicos

Más de 40.000 millones de dólares en Meta. Otros 42.000 millones en Google. Hasta 25.173 en Microsoft o más de 26.000 en Apple. Son las cifras de lo que llevan gastados en investigación las grandes tecnológicas estadounidenses en lo que va de 2025, según las cuentas que todas han presentado esta semana. Un esfuerzo inversor de más de 133.000 millones de dólares (115.000 millones de euros) entre cuatro empresas que representa, por ejemplo, más de la mitad del presupuesto que tiene toda la Unión Europea para 2025 (199.440 millones de euros).

La cifra es casi diez veces más que lo que Bruselas tiene planeado destinar a proyectos de I+D este 2025, que alcanza los 13.500 millones de euros, 100 millones menos que el año anterior.

Las cuentas de la inversión de las grandes multinacionales estadounidenses en nuevas tecnologías no incluyen las de Amazon, que no informa de ese dato de manera desagregada. La multinacional lo cuenta en el apartado “Tecnología e infraestructura” de sus cuentas, en donde lleva invertidos casi 80.000 millones de dólares en los nueve primeros meses de este 2025.

Amazon ha sido precisamente una de las grandes tecnológicas que más ha mejorado sus resultados en este período. La multinacional disparó sus beneficios un 44% entre enero y septiembre de 2025 respecto al año pasado, hasta los 56.478 millones de dólares (48.912 millones de euros). Unas cifras que no han impedido que inicie un proceso de recorte de plantilla en sus oficinas que afectará a 14.000 de sus empleados corporativos, 1.200 de ellos en España. Noticias que han impulsado su valor en bolsa, con un crecimiento del 10%.

El gigante del comercio electrónico es uno de los grandes gestores de la nube que marcan la diferencia entre la UE y EEUU. Datos de Goldman Sachs revelan que el Capex (el dinero que invierten en infraestructuras físicas y tecnológicas, como centros de datos, servidores, redes o equipos, necesarios para operar y escalar sus servicios digitales) combinado de Microsoft, Meta, Alphabet y la propia Amazon pasó de aproximadamente 100.000 millones de dólares en 2021 a una proyección de los 500.000 millones para 2026

Un crecimiento exponencial que va más allá de una respuesta a la demanda y que sirve para construir una ventaja estructural en el mercado de la IA. Poco a poco, el viejo continente repite una historia ya conocida: “La principal razón por la que la productividad de la UE se desvió de la de EEUU a mediados de la década de 1990 fue el fracaso de Europa a la hora de aprovechar la primera revolución digital impulsada por Internet, tanto en términos de generación de nuevas empresas tecnológicas como de difusión de la tecnología digital en la economía”, explica el informe Draghi, que alertaba de que sin un esfuerzo similar en nuevas tecnologías, el modelo de crecimiento europeo está condenado a la desaparición.

Todo por el todo en la inteligencia artificial

Google y Meta, las compañías que más capital están destinando al desarrollo de nuevas tecnologías, están centradas en la inteligencia artificial. En el caso de la primera, este trimestre ha llevado a cabo la integración definitiva de esta tecnología a través del nuevo Modo IA, el mayor cambio en la historia de su buscador. Una herramienta con la que Google dejará de proporcionar una lista de enlaces para hacer resúmenes de inteligencia artificial de lo que el usuario podría encontrar en la búsqueda, una transformación que puede suponer cambios profundos en la economía del clic.

Un impulso que está dejándose sentir en la cuenta de resultados. Alphabet, la matriz de Google, ha declarado un beneficio acumulado entre enero y septiembre de 97.715 millones de dólares, casi un 33% más. Los ingresos del último trimestre crecieron un 16%, hasta los 102.346 millones, siendo la primera vez que la compañía rebasa la cifra de 100.000 millones de facturación en tres meses.

Gemini, su modelo de IA, ha superado los 650 millones de usuarios activos mensuales en este trimestre. Una parte de ellos son de pago, a través de la suscripción One. “Seguimos impulsando un fuerte crecimiento en nuevos negocios. Tenemos más de 300 millones de suscripciones de pago lideradas por Google One y Youtube Premium”, ha presumido Sundar Pichai.

Meta está en un camino similar, pero con menos éxito que Google. Su apuesta principal es un “Laboratorio de Superinteligencia” para desarrollar IA avanzada. Meta ha llevado a cabo decenas de fichajes en los últimos meses para nutrirlo con los mejores especialistas de la industria, algunos con sueldos de cientos de millones al año. Una inversión que ha pasado factura al no poder rentabilizarla por el momento, con una reducción del 9% en sus beneficios de enero a septiembre respecto al año anterior.

La compañía de Mark Zuckerberg ha quedado en tierra de nadie en la industria de la IA, ya que su modelo Llama está lejos del rendimiento de ChatGPT, Gemini o Grok (el sistema desarrollado por Elon Musk), mientras que es una tecnología que no ha tenido un impacto directo en su negocio de redes sociales. Otra de las mayores apuestas de la compañía, desarrollar unas gafas con IA integrada, sigue siendo un proyecto a largo plazo.

“Si logramos aprovechar aunque sea una pequeña parte de las oportunidades que se nos presentan para nuestras aplicaciones actuales y las nuevas experiencias que son posibles, creo que los próximos años serán el período más emocionante de nuestra historia”, ha asegurado Zuckerberg. Los inversores no comparten su entusiasmo: las acciones de Meta se han derrumbado un 12% desde que presentó sus resultados el pasado miércoles tras el cierre de Wall Street.

Programas, no aparatos

En la otra esquina se encuentra Apple. Es la gran tecnológica más retrasada en inteligencia artificial. Ha tenido muchos problemas desarrollando la nueva Siri, que no pudo sacar a la luz cuando prometió y le ha valido varias denuncias por publicidad engañosa. Pero el mercado le ha sonreído: los dispositivos que presumen de tener IA integrada, ya sean móviles u ordenadores, no están siendo una gran atracción para los consumidores, y Apple, que no compite en ese sector, está vendiendo más que nunca.

Las ventas de iPhone en el último trimestre ascendieron a 49.025 millones de dólares, un récord para este período. Es casi la mitad de lo que sus teléfonos le han reportado en los últimos 12 meses, en los que alcanzaron un total facturado de 102.500 millones. El beneficio neto de Apple de julio a septiembre fue de 27.466 millones de dólares, un 86% más interanual.

Durante la presentación de resultados, la compañía presumió de que los dispositivos Apple activos en el mundo han alcanzado un nuevo máximo “en todas las categorías de producto y segmentos geográficos”, lo que atribuyó a la satisfacción y lealtad de los consumidores a la marca. Sus buenos resultados han llevado la capitalización bursátil de la compañía por encima de los 4 billones de dólares por primera vez en su historia, siendo la tercera compañía que lo consigue después de Microsoft y Nvidia (que ya va por los 5 billones).

Microsoft, por su parte, ha presentado resultados con un crecimiento más contenido, con un 12% más de beneficios a nivel interanual, hasta los 27.747 millones de dólares. La compañía fundada por Bill Gates también lo ha apostado todo por la IA, pero por el momento ha tenido resultados desiguales. Es la otra cara de la moneda de Apple: su esfuerzo por llevar su IA Copilot e integrarla en los PC para “permitir a los usuarios interactuar con la tecnología de forma más intuitiva, atractiva y dinámica” no ha tenido el éxito esperado. Las ventas en este segmento se han mantenido estables pese a esta nueva tecnología, mientras que las de Mac, que no cuenta con ella, también, según los datos de la consultora IDC.

En cambio, su negocio de computación en la nube, que también incorpora IA, va viento en popa. Ha supuesto casi más de la mitad de su facturación trimestral (49.100 millones de un total 77.673 millones de dólares) con un crecimiento del 26% interanual. El CEO de Microsoft, Satya Nadella, ha defendido que el incremento de las “inversiones en IA, tanto en capital y en talento” se justifica por la “oportunidad masiva que hay por delante”.

En este sentido, la compañía sigue rentabilizando la inversión temprana que realizó en OpenAI. Nadella puso 13.000 millones dólares en la startup de IA a cambio de un acceso privilegiado a su tecnología. Ahora, tras la transformación de OpenAI en una empresa privada, ha convertido su participación en un 27% del capital. La creadora de ChatGPT está preparando una salida a bolsa para la segunda parte de 2026, en una operación que podría rondar el billón de dólares. De confirmarse, la apuesta de Microsoft se convertiría en un paquete de acciones valorado en más de 250.000 millones de dólares.