‘Mi amigo Kim Jong-un’, el cómic sobre el dictador coreano que “varios políticos intentaron prohibir”
La autora de ‘Hierba’ vuelve a las librerías con un alegato por la convivencia pacífica y el diálogo entre las dos Coreas
Las cartas de un miembro de ‘La quinta del Biberón’ toman vida en un cómic: “Ojalá las bombas estuvieran rellenas de chocolate”
En los últimos años, Keum Suk Gendry-Kim (Goehung, Corea del Sur, 1971) se ha convertido en la autora de cómic surcoreana más conocida en Occidente gracias a la publicación de Hierba (Reservoir Books, 2022), un libro sobre la explotación sexual de las mujeres coreanas durante la ocupación japonesa que le ha valido todo tipo de premios y reconocimientos. Desde entonces, la autora ha desarrollado una trayectoria muy prolífica, con la publicación de varios títulos que giran en torno a la no ficción, como Mañana será otro día (Reservoir Books, 2024), sobre las dificultades de ser padres para una pareja y las expectativas sociales sobre ello.
Recientemente, ha llegado a las librerías españolas su último trabajo, Mi amigo Kim Jong-un (Reservoir Books, 2025), traducido por Charo Albarracín. Se trata de un libro que parte de la figura del dictador norcoreano y los pocos datos que se saben sobre su biografía para tratar las relaciones entre las dos Coreas, separadas desde la guerra en los años 50, y las posibilidades de una convivencia pacífica y una futura reunificación.
En el cómic, Gendry-Kim plasma algunas de las entrevistas que realizó durante su proceso de documentación, aunque no todas, debido a que tenía que considerar “la seguridad de las personas que aparecen”, según explica la autora en conversación con elDiario.es. “Hablamos de un tema muy sensible para los coreanos, y, además, es un tema de actualidad, por lo que creo que, de entre todas mis obras, esta ha sido la más difícil de preparar y a la que más vueltas le di”.
            
                La autora del cómic, Keum Suk Gendry Kim                            
En Mi amigo Kim Jong-un, la dibujante se entrevista con el expresidente Moon Jae-in, durante cuyo mandato, entre 2017 y 2022, tuvo lugar un importante y simbólico encuentro con el dirigente norcoreano. Pero en el cómic también aparecen entrevistas con desertores de Corea del Norte que ahora viven en Corea del Sur, no sin la vigilancia de las autoridades. “Entrevisté a estos desertores, especialmente a mujeres, porque no pretendía poner mi propia voz en el libro, sino plantear la situación desde un punto de vista objetivo”, afirma Gendry-Kim.
Presiones y dificultades
En esas mismas entrevistas, sus interlocutores hablan de las presiones y la vigilancia a la que se ven sometidos, siempre con la sospecha por parte de las autoridades de si se trata de espías. La propia autora habla de las presiones que tuvo mientras desarrollaba su obra y una vez que se publicó: “He recibido correos y llamadas telefónicas de gente que no sé cómo consiguió mi contacto. En Internet ha habido muchos comentarios ofensivos”.
Me criticaron en varios periódicos derechistas, y ha habido políticos que han intentado prohibir la venta del libro
Pero las presiones incluso han llegado de la esfera mediática y política. “Me criticaron en varios periódicos derechistas, y ha habido políticos que han intentado prohibir la venta del libro”. Ahora que han pasado unos meses desde la publicación de la obra en su país natal, todavía sucede, aunque la autora afirma que ya se ha acostumbrado. “Lo que me da pena es que casi todo esto viene de gente que no ha leído el libro. Lo que he hecho es una expresión simbólica y metafórica, es arte, y si en el arte no podemos expresarnos, ¿dónde podremos?”.
Pero, pese a los obstáculos, la autora estaba determinada a publicar este cómic, que entiende como un alegato por la paz, y que tiene su origen en un cambio de su vida personal. “Cuando vivía en Seúl, no tenía la sensación de que la península coreana estaba dividida en dos. Obviamente, lo sabía, aunque no lo sentía en mi día a día. Pero, cuando me mudé a la isla de Ganghwa, que está justo al sur de Corea del Norte, empecé a ser consciente a diario de lo que implicaba la división. Escuchaba maniobras militares y explosiones todos los días, y todo esto me hacía sentir inquieta y nerviosa”.
Una cuestión de convivencia
Hay evidentes diferencias culturales entre norcoreanos y surcoreanos y el desconocimiento, a veces, es el caldo de cultivo de estereotipos que pueden obstaculizar la convivencia. “Mi intención era combatir esos estereotipos —afirma Gendry-Kim—. Pero intenté no tener compasión, porque eso puede convertirse en una forma de estereotipar”. Pese a ello, las dificultades para entenderse estaban presentes. “Es cierto que las diferencias culturales se notaban claramente, en la forma de pensar. Ha sido como una especie de muro, incluso si hablaba con gente que llevaba viviendo varios años en Corea del Sur. La conclusión a la que llegué es que el diálogo es importante para eliminar ese muro”.
En Occidente, por supuesto, esos estereotipos están aún más presentes, ya que existe un desconocimiento evidente sobre la sociedad norcoreana. Curiosamente, una de las obras que más ha contribuido a romper con esa falta de información es también un cómic: Pyongyang (2003), de Guy Delisle. “Ese cómic se publicó cuando yo vivía en Francia, y lo leí en su momento”, explica Gendry-Kim cuando se le pregunta si lo conoce. “Me pareció interesante. Yo nunca he visitado Corea del Norte, no sé exactamente cómo viven los norcoreanos, pero he entrevistado a un extranjero que ha vivido mucho tiempo allí, y justo me comentó que Pyongyang describe exactamente lo que es Corea del Norte”.
En un contexto en el que el régimen norcoreano no parece mostrar signos de reforma, y con las tensiones en torno a las pruebas nucleares que realiza, resulta complicado hablar de reunificación. Gendry-Kim explica que en Corea del Sur hay, fundamentalmente, dos posturas que no necesariamente se corresponden con la izquierda y la derecha política. “La generación de mi madre, como ha experimentado en primera persona la división y la separación de las familias tras la guerra, sí que quiere una reunificación, pero no impuesta por la fuerza”, desarrolla. “Por otra parte, la generación más joven, enfocada más en la economía, como ve que Corea del Sur y Corea del Norte no dialogan entre sí, está muy preocupada por lo que pueda pasar en el caso de una reunificación, así que opinan que lo importante es que ambos pueblos vivan bien”.
La situación política en Corea del Sur, en opinión de la dibujante, no contribuye a la solución. “La política es uno de los problemas. Si la península de Corea está dividida en dos, Corea del Sur también está dividida políticamente, hay una parte azul y otra roja, para entendernos. Son muy extremistas y no hay un color intermedio que pueda tomar lo mejor de ambos. También hay muchos conflictos entre provincias”, explica.
¿Una solución?
Ante este contexto, el cómic de Gendry-Kim plantea un escenario complejo, en el que no resulta fácil encontrar una solución de convivencia pacífica duradera. “Creo que lo importante es construir un diálogo entre las dos partes, ir colaborando primero en el ámbito económico, pero también en lo cultural, lo artístico, lo deportivo…”, opina la autora. “A través de esas cooperaciones nos iremos acercando, y, en el caso de que llegue la reunificación, tendremos menos confusiones y conflictos. Si queremos ir hacia eso, no solamente es necesaria la voluntad de cada país, sino el apoyo de los poderes internacionales”.
            
                Viñetas de ‘Mi amigo Kim Jong-un’                            
Mi amigo Kim Jon-un apuesta por una solución pacífica que ponga freno a la escalada armamentística. Frente a la opinión de que Corea del Sur debería desarrollar sus propias armas nucleares para protegerse y disuadir a su vecino, vemos al expresidente afirmar que eso no tendría lógica: si lo que se pretende es que Corea del Norte se desarme, Corea del Sur no puede iniciar el camino contrario. Pero el contexto internacional es clave; en la obra, Gendry-Kim se pregunta quién ganará las elecciones estadounidenses de 2024 entre Biden y Trump y cómo afectará eso a la situación en Corea.
Ahora que ha pasado el tiempo y Trump se encuentra en pleno segundo mandato, le preguntamos a la autora cómo cree que puede influir en la geopolítica de la zona. “Es una situación muy compleja… Tengo entendido que Trump va a viajar a Corea del Sur, y no sé si Kim Jong-un también se encontrará con él. Los políticos harán su trabajo, y veremos qué pasa. Mi deseo es que haya paz en la península coreana, pero también a nivel mundial. Quiero que haya paz en todo el mundo y ese es el mensaje que quiero transmitir, y espero que se cumpla”, concluye.