Junts traslada a empresarios catalanes que quiere «cobrar» al Gobierno el apoyo prestado
La gran patronal catalana mantiene su apuesta por la formación de Puigdemont pero entre el empresariado crece la preocupación por que el divorcio con Sánchez suponga una pérdida de influencia
Todo lo que Junts bloqueará en el Congreso: Presupuestos, reforma de la Justicia o la ley de secretos oficiales
No es infrecuente que empresarios y políticos compartan espacios de diálogo para intercambiar puntos de vista en un entorno discreto. Pero la cena que el pasado lunes mantuvieron dos destacados dirigentes de Junts con una docena de prominentes empresarios catalanes fue algo más que eso, porque se producía tres días después de que el partido de Carles Puigdemont hubiera roto definitivamente su alianza con el Gobierno de Pedro Sánchez.
Los independentistas necesitaban explicar ante el mundo económico catalán la maniobra que acababan de realizar en el Congreso, donde dejaban la mayoría de la investidura inoperante y la legislatura tocada. Los empresarios, por su parte, necesitaban esas explicaciones para entender las implicaciones económicas de lo que acababa de pasar en la esfera política.
Ignacio Marull, socio responsable de PwC en Catalunya, fue quien organizó la velada, algo que esta consultora hace de forma regular. En nombre de Junts acudieron el jefe de filas en el Parlament, Albert Batet, y la presidenta del grupo parlamentario en el Congreso, Míriam Nogueras.
Esta última ha sido la cara visible del portazo a los socialistas en Madrid y es, también, una dirigente cada vez más apreciada en el entorno de Carles Puigdemont. Por su parte, Batet es, junto con el vicepresidente de Junts Toni Castellà, uno de los habituales enlaces del partido con el mundo empresarial. Desde Junts enmarcan la cena dentro de los encuentros normales que el partido mantiene con empresarios.
Fuentes conocedoras del encuentro aseguran que el resto de invitados no representaban a sus empresas u organizaciones, sino que acudían a título personal. Así lo hicieron, por ejemplo la presidenta del Cercle d’Economía, Teresa Garcia-Milà, o el presidente de la Fira de Barcelona, Pau Relat. Junto a ellos, estas mismas fuentes sitúan a Miquel Martí (Moventia), Xavier Pujol (Ficosa), Emili Rousaud (Factor Energía) o Javier Faus (Meridia), entre otros.
Lo que los políticos expusieron ante todos ellos fue su relato de cómo habían ido las negociaciones con el PSOE y la incapacidad que habían encontrado para hacer avanzar la relación. Pero Batet y Nogueras tuvieron tiempo también para exponer sus principales conquistas para la agenda favorable a los empresarios, así como por qué Junts se había opuesto a las 37,5 horas, a prorrogar el impuesto a las energéticas o la ley que obliga a tener presencia sindical en los consejos de las empresas.
La estrategia de Junts ahora, aseguraron los políticos, es “cobrar” el apoyo prestado al Gobierno y dejar de prestar su voto hasta que eso no pase. Este mismo jueves la formación especificó una por una todas las leyes que tenía pensado bloquear, que incluye la gran mayoría de las que están en trámite, incluidos los Presupuestos. “Quieren dejar claro en Madrid que esto se ha terminado”, explica una fuente conocedora del encuentro.
Nogueras y Batet también quitaron hierro a los malos resultados que su partido cosecha últimamente en las encuestas. Según indicaron, el análisis que hacen en Junts es que, si bien Aliança Catalana está viviendo un momento de auge, también está sobrevalorada en los sondeos, por lo que sus expectativas se ajustarán a la baja cuando llegue el periodo electoral.
Por parte de los empresarios, algunas voces reconocieron que Junts ha tenido un papel relevante en muchas de las batallas parlamentarías y se manifestaron cómodos con el rol jugado por los independentistas. Algún otro de los presentes también hizo una llamada a la necesidad de que Junts practique una política pragmática. Fuentes conocedoras del encuentro relatan que también hubo quien hizo una enmienda a la totalidad de la estrategia de Junts en los últimos años.
Desde que Junts recuperara su papel en la vida política del Congreso, en julio de 2023, la formación de Carles Puigdemont ha cuidado su relación con los empresarios catalanes, que había quedado congelada tras el distanciamiento del procés. El presidente de la patronal Foment, Josep Sánchez Llibre, ha hecho un esfuerzo por recoser la relación con Puigdemont, que ha fructificado en los últimos años, convirtiendo a Junts en uno de los partidos que más ha defendido las posturas de Foment en el Congreso.
Esta sintonía entre Sánchez Llibre y Puigdemont no se ha roto tras el último giro parlamentario de Junts, al que la patronal sigue considerando “un socio fiable”, tal como publicaba La Vanguardia la semana pasada. Sin embargo, no es este el sentir de todos los empresarios, entre quienes el cambio de estrategia de los independentistas es visto como un nuevo volantazo que casa muy mal con la estabilidad política que reclaman.
Del mismo modo que algunas voces empresariales reconocen que Junts ha ejercido con eficacia la tarea de lobby empresarial catalán, entienden que el fin de la legislatura y una posible nueva mayoría podría ser muy perjudicial para los intereses de la empresa catalana.