El Ayuntamiento de Madrid y la Policía hacen la vista gorda con los conciertos sin licencia y de ruido excesivo en La Vaguada
La Agencia de Actividades denegó la declaración responsable a los promotores de Rita’s Paradays y una inspección constató irregularidades denunciadas por los vecinos, pero los eventos musicales en la azotea del centro comercial se siguieron celebrando sin que la Policía Municipal o el Consistorio lo evitaran
Denuncias vecinales contra la terraza de La Vaguada por ruido de madrugada que sus gestores prometen minimizar
No solo fueron ruidosos, fueron irregulares. Es lo que se desprende sobre los conciertos y eventos musicales celebrados en la terraza del centro comercial La Vaguada en los últimos meses, promovidos por la empresa Eventos Rita bajo la marca Rita’s Paradays. Según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, la iniciativa comenzó a desarrollarse sin esperar si quiera al dictamen municipal sobre la licencia solicitada y continuó llevándose a cabo cuando esta petición de permiso fue denegada. Los conciertos terminaron, solo por esta temporada y solo por esta marca en particular, el pasado 28 de septiembre.
Además, en el local se produjo una inspección donde un técnico municipal constató que en la cubierta se instalaron equipos de música que no autoriza la legislación. Pese a ello, ni agentes de la Policía Municipal ni el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida intercedieron para poner fin a los actos musicales.
La Agencia de Actividades, entidad del Ayuntamiento que vela por la correcta aplicación de las licencias, certificó que los promotores estaban incumpliendo las ordenanzas y les requirió no hacerlo. Además, esta entidad puso de manifiesto que la azotea de La Vaguada no contemplaba entre sus usos el de actividad comercial, por lo que la instalación no estaba preparada para la evacuación de emergencia. Pese a ello, ni la Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo ni La Vaguada han tomado medida alguna. La actividad ha seguido hasta finales de septiembre y los promotores han anunciado que Rita’s vuelve en febrero, a la espera de posibles eventos de otras promotoras antes.
“La Policia Municipal contestaba, a requerimientos de vecinos o incluso de concejales del Ayuntamiento, que todo estaba conforme”, denuncia un residente del entorno en declaraciones a este periódico. En el barrio el enfado es mayúsculo tanto con las autoridades policiales como con el Ayuntamiento. Hablan de “dejación de funciones” por ambas partes.
Dos escritos de respuesta enviados al vecino denunciante desde la comisaría integral de Fuencarral-El Pardo escenifican la forma en la que los agentes municipales encararon la investigación. El primero, fechado el 9 de julio, indica que “se ha realizado un seguimiento durante el cual se ha acudido al lugar indicado en varias ocasiones sin detectar la problemática descrita”. Apostillan asimismo que “en la azotea del centro comercial hay también otras dos terrazas con música”. El segundo, en septiembre, detalla que el fin de semana del 19 al 21 de septiembre “las patrullas de la noche no pueden acudir debido a comunicados de emisora directa”. El siguiente, del 26 al 28, “se giran tres visitas encontrándose los locales cerrados”. No obstante, vecinos de la zona han acreditado que esos días la azotea acogió eventos.
Sin licencia ni garantías de seguridad y superando los límites de ruido
Según el expediente que ha podido analizar este diario, los promotores de Rita’s Paradays presentaron la solicitud de licencia el 5 de junio. Apenas dos días antes de iniciar su actividad, cuando el Consistorio tiene un plazo de diez días para revisar las peticiones. El 12 de junio, después de que este diario publicara las informaciones sobre las quejas vecinales, los organizadores solicitan una declaración responsable para agilizar el proceso.
El 23 de junio, el Ayuntamiento de Madrid la deniega y expone con contundencia que los conciertos deben finalizar: “Examinada la declaración responsable, se comprueba que la misma no reúne los requisitos de carácter esencial establecidos en los artículos mencionados, por lo que nunca ha surtido efecto y la actividad no puede ejercerse”. Desde la Agencia de Actividades argumentan que la azotea no está diseñada para actividad comercial y no está garantizada la seguridad de las personas.
La contestación que la Dirección General de Sostenibilidad y Control Ambiental da a un residente recoge cómo en la inspección del pasado 12 de junio en la cubierta de La Vaguada “se estaba emitiendo música al exterior a través de los altavoces, incumpliendo el artículo 40 de la Ordenanza de Protección Acústica y Térmica”. Además, había “instrumentos musicales, guitarra eléctrica y batería”, elementos prohibidos en la Ordenanza de Terrazas y Quiscos de Hostelería (que tampoco autoriza las actuaciones musicales).
Las mediciones sonoras alcanzaron los 78,4 decibelios, muy por encima de los niveles permitidos en horario nocturno para este tipo de espacios (limitadas a los 30 en el caso de eventos culturales). El escrito es claro: “Consultados los archivos municipales, no se ha apreciado ninguna autorización emitida por el Departamento de Control Acústico”. El técnico que llevó a cabo la inspección propuso como medidas correctoras la retirada de los elementos industriales de reproducción sonora, como la mesa de mezclas.
Vecinos del entorno trasladan que “estos hechos han sido denunciados, aún sin respuesta municipal”. Exponen que “durante todo este tiempo, se ha puesto en riesgo la seguridad de las personas” debido a que “la propia Agencia del Ayuntamiento reconoce que la azotea no está preparada para la evacuación de las personas, porque urbanísticamente no tiene actividad y las medidas recogidas en el Plan de Autoprotección de la Licencia no se cumplen porque no se hace nada”.
Desde su inauguración en 1983, rodeada de controversia y de expectación al ser la primera instalación de este tipo en la Comunidad de Madrid, La Vaguada se ha convertido en un buque insignia del Barrio del Pilar y de todo el norte de Madrid. Un lugar de intercambio social y humano que ha construido la identidad comunitaria en esta zona del distrito de Fuencarral-El Pardo, por lo que no se trata de un espacio de este tipo como cualquier otro.
Pero lo ocurrido en la azotea del edificio durante la pasada primavera y verano amenazan un frágil equilibrio entre negocio y colectividad. Un hito logrado en parte gracias a la comunidad de comerciantes (la mayoría con negocios de proximidad) que durante décadas gestionó el recinto. El cambio en la administración en los últimos años es, según algunos vecinos, una de las causas del inesperado e “insoportable” despliegue musical que trastocó su descanso y su ocio a partir del 7 de junio. Y que, ante la “inacción” del Ayuntamiento liderado por José Luis Martínez-Almeida, amenaza con volver en el periodo estival de 2026.
Del estruendo de los conciertos al silencio del centro comercial, la promotora y el Ayuntamiento
Arturo, abogado y residente del entorno que prefiere no dar su nombre real, explica a Somos Madrid el impacto que supuso para el barrio la fuerte emisión sonora en el primer concierto de Rita’s Paradays, iniciativa privada con eventos similares programados la mayoría de viernes, sábados y domingos del verano: “Fue por sorpresa, no sabíamos nada ni se había anunciado el despliegue que se venía. Solo colocaron las velas que ponen todos los veranos y desmontaron el parque infantil. Crearon una discoteca en cuatro días, con barra y equipos de sonido muy grandes de los que salía música tecno”.
El denunciante solicitaba que las autoridades competentes llevasen a cabo “las verificaciones necesarias para garantizar el cumplimiento de la normativa de contaminación acústica durante los horarios de tarde y noche”. Exigía igualmente que “en caso de detectarse incumplimientos, se ordene el cese inmediato de las actividades ruidosas o, en su defecto, se proceda a la retirada de la licencia de actividad del establecimiento”.
El Gobierno de Almeida no emprendió ninguna de estas acciones, aunque la vicealcaldesa Inmaculada Sanz sugirió que podría hacerlo cuando estalló el caso: “Desde el distrito son conocedores de la situación. Vamos a hacer cumplir la normativa y, si se ha producido alguna superación, se sancionará. Trataremos de corregir esas actuaciones”, recalcó Sanz, después de indicar que el Ayuntamiento recopilaría todos los datos pertinentes para luego actuar.
La empresa Eventos Rita S.L., que organiza el espacio Rita’s Paradays de La Vaguada, está ligada a Autocines Madrid. Una promotora de eventos de exhibición de películas y de índole musical en dicho espacio al norte de Madrid. En declaraciones a este periódico, indicaban que “la intención en ningún momento ha sido generar incomodidad a ningún vecino” y anunciaban algunos cambios con respecto a los eventos programados para el segundo fin de semana, con objeto de minimizar las posibles molestias. Estas, no obstante, “no desaparecieron” según unos vecinos que alertan además del riesgo para la seguridad de montar los conciertos sin completar los permisos oportunos.
Ahora, la compañía dice que “en todo momento se han seguido los cauces administrativos correspondientes y se ha actuado de buena fe conforme a la información y autorizaciones disponibles en cada fase del proyecto”, pese a que la documentación prueba que comenzaron a operar sin la concesión de los permisos y lo continuaron haciendo cuando se les negaron. “Actualmente, las instalaciones permanecen cerradas y el proyecto está en standby mientras revisamos junto a las autoridades competentes los aspectos técnicos y administrativos necesarios para definir los próximos pasos”, comentan, aunque Rita’s Paradays se despidió en sus redes con un post que llamaba al regreso de eventos en La Vaguada en 2026.
Post de Instagram de los eventos en La Vaguada que avanza el regreso en febrero de 2026.
Desde la gerencia del centro comercial, en respuesta a las preguntas de Somos Madrid, declinan comunicar su postura al respecto de la organización irregular de los eventos. Tampoco contestan desde el área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilididad, área delegada del Ejecutivo de Almeida de la que depende la Agencia de Actividades y responsable de que este tipo de iniciativas se desarrollen con la preceptiva licencia.
Mientras, la cuenta @RuidoBPilar acredita pormenorizadamente el avance de las obras en una azotea que califican de “nuevo eventódromo”. Y añaden: “Este paso no solo rompe el pacto entre propietarios, vecinos y Ayuntamiento, sino que se hace espaldas a la Ley y sin licencia”. Se preguntan si “la Junta Municipal de Fuencarral va a seguir mirando para otro lado”.