Esta es la ciudad de Italia a la que se llega en un tren de Navidad
Arezzo, en el corazón de la Toscana, se convierte cada diciembre en el destino de la Navidad
Cuando llega diciembre, la encantadora ciudad de Arezzo, en la Toscana oriental, se transforma en un escenario de cuento. Durante casi dos meses, desde el 15 de noviembre hasta el 6 de enero, sus calles, plazas y edificios históricos se llenan de luces, sonidos y colores que la convierten en la conocida
Pero la magia empieza incluso antes de llegar. Desde Roma parte el Espresso Natale, un tren especial que circula los domingos entre el 30 de noviembre y el 28 de diciembre. Decorado con guirnaldas y luces, el viaje se acompaña de villancicos y productos típicos servidos en su bar a bordo, creando una atmósfera festiva antes de llegar a la estación de Arezzo, situada a pocos pasos del centro histórico.
Desde otras zonas de la Toscana, como Casentino o Valdichiana, también circulan los llamados Treni del Natale, impulsados por la región y por Ferrovie dello Stato Italiane, con el objetivo de reducir el tráfico y promover la movilidad sostenible. “Un modo concreto de contribuir a la preservación del medio ambiente”, explican desde la organización.
Navidad con variedad de opciones
Una vez allí, Arezzo despliega un calendario de actividades que abarca toda la ciudad. En la Piazza Grande, su corazón medieval, se instala el Villaggio Tirolese, con más de cuarenta casitas de madera donde artesanos procedentes de Austria, Alemania e Italia venden esculturas, cerámica, bolas sopladas a mano y dulces típicos como pretzels o pan de jengibre.
El parque Il Prato, conocido como el pulmón verde de la ciudad, se convierte en el Bosque de las emociones, con una gran noria, una pista de patinaje y nuevas atracciones, como el circuito infantil de Vespas eléctricas. Entre luces y villancicos, los visitantes pueden sellar su historia de amor bajo el muérdago o dejarse llevar por la magia del espectáculo de luces que cada noche transforma el paisaje urbano.
Los mercadillos se reparten también por Piazza San Jacopo y Piazza Risorgimento, donde los maestros orfebres y ceramistas locales exponen piezas únicas y decoraciones artesanales. El Ayuntamiento de Arezzo regula cada año los horarios y ubicaciones de estos mercados para garantizar un entorno seguro y accesible.
Más allá del brillo de las luces, Arezzo conserva su esencia toscana: la Basílica de San Francesco, que alberga los frescos de Piero della Francesca, las Logge Vasari y su entramado de calles medievales añaden un toque cultural a la experiencia. National Geographic destaca precisamente esa mezcla de historia y espíritu navideño: “Durante diciembre, la ciudad se transforma, pero sin perder su autenticidad”.
Viajar en el tren de Navidad a Arezzo no es solo una forma de llegar, sino el inicio de una experiencia. En tiempos en los que la magia suele verse a través de pantallas, esta ciudad invita a vivirla en primera persona, entre luces, risas, vino caliente y la sensación de que, al menos por unos días, la ilusión sigue existiendo.