La emoción del equipo de Bioparc València por el primer nacimiento de un rinoceronte: «¡Venga un empujón y está fuera ya!»

La emoción del equipo de Bioparc València por el primer nacimiento de un rinoceronte: «¡Venga un empujón y está fuera ya!»

Este hito representa la esperanza para esta especie en peligro de extinción por la atroz caza furtiva para cortar el codiciado cuerno

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“¡Tenemos un rinoceronte!”. Este grito de alegría, seguido de abrazos (y algunas lágrimas) del equipo técnico de Bioparc València marca un hito en este parque de naturaleza. Fuentes de la entidad informan de que tal y como señalaban los datos hormonales de la víspera y se confirmó durante la mañana, solo había una cosa que hacer, esperar. Pendientes de las pantallas que mostraban las imágenes del recinto interior donde, por precaución, se había decidido que permaneciera la hembra primeriza, con cada movimiento de la rinoceronte Kwanza se escuchaba un “ya viene”. El comportamiento inquieto evidenciaba las contracciones y se comenzó a observar la placenta. El paso de los minutos parecía horas y, como sucede en este primer instante de nuestra maravillosa naturaleza, llegó la vida.

Fue el pasado martes 4 de noviembre por la tarde, en el 491 día de gestación, cuando Bioparc Valencia vivió con toda la emoción y “en directo”, el nacimiento del primer rinoceronte blanco (Ceratotherium simum simum). Un acontecimiento que representa la esperanza para esta especie en peligro de extinción por la atroz caza furtiva para cortar el codiciado cuerno. Y un éxito para todo el personal que durante 18 años está trabajando y aplicando todos los conocimientos científicos y su experiencia en el Programa Internacional de Conservación de esta especie en el que participa el parque de animales.

Desde Bioparc Valencia explican que tanto el parto como las primeras horas se están desarrollando “con normalidad, la madre le presta todas las atenciones y el bebé rinoceronte se muestra vivaz, levantándose a los pocos minutos tras nacer y moviéndose, siguiendo su instinto, en busca del refugio y calor materno”. De esta forma, el equipo técnico prosigue con la vigilancia “a distancia” de forma no invasiva que ha posibilitado confirmar que amamantaba y especialistas en su cuidado solamente han accedido al espacio para aportar confort y comodidad, acopiando más paja y cualquier elemento necesario.

Según comentan, las primeras jornadas son cruciales y cabe aplicar la serenidad y máxima cautela propias de esta situación, manteniendo constantemente la guardia y los protocolos de supervisión de la evolución de madre y cría. Por el momento permanecerán en sus habitáculos, aguardando también la integración con el resto rinocerontes: Martín, el macho y padre de la cría, y las otras hembras, Nombula y Ami: “Es importante hacer hincapié en la natural conducta del grupo formado en 2023, con una adecuada dinámica social materializada en cortejos y numerosas montas, con el resultado del primer embarazo y el feliz desenlace”.

Un hecho que tampoco ha pasado desapercibido ha sido la proximidad del plenilunio. Desde Bioparc afirman que “si las analíticas han constatado la parte empírica, nuestro precioso satélite parece que ha vuelto a ser determinante pues, como ocurrió con la elefanta Makena (que este domingo 9 de noviembre cumplirá 3 años) y su nacimiento se produjo bajo el influjo de la luna llena”. La posible influencia en los partos de los mamíferos también tuvo lugar con varias cebras, así que, “sea o no leyenda el martes 4 de noviembre la luna de València brillaba con fuerza anticipando la superluna de hoy, la más grande de todo este 2025”.

La dirección del parque destaca también que “la recreación de la sabana de Bioparc ofrece una visión impresionante de este emblemático animal en un recinto multiespecie conviviendo con la cebra de Hartmann (Equus zebra hartmannae) y peculiares aves como el marabú (Leptoptilos crumeniferus), el pelícano (Pelecanus onocrotalus) y el ibis sagrado (Threskiornis aethiopicus)”.

Además lamentan que la actividad humana, con la caza furtiva, es el mayor peligro al que se enfrenta: “Cada año una media de 1.000 rinocerontes son abatidos para amputar su cuerno con el fin de venderlo y nutrir el tráfico ilegal. Las propiedades medicinales que se le confieren son totalmente absurdas, pues es simple queratina como el pelo o uñas humanas. El objetivo de Bioparc, además de la conservación activa de las especies amenazadas es dar a conocer su situación y acercar la belleza de esta naturaleza salvaje para emocionar y motivar un cambio de actitud hacia su preservación”.