Feijóo apela al voto útil para no depender de Vox en los gobiernos: «Sólo hay un camino: votar al PP. Nada de carambolas»
El presidente del PP nacional clausura el XVII Congreso de la reelección de Juanma Moreno como líder en Andalucía con un aviso a la militancia para «no dar nada por ganado», pese al augurio de las encuestas, y un mensaje a la militancia para concentrar el voto conservador en el PP ante los riesgos de fuga a Vox. «El mayor desahogo es ganar… ganar y gobernar», dice
Moreno da por superada la crisis de los cribados y espolea al PP andaluz para que defienda su gestión sanitaria “sin complejos”
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Con los acordes de Viva Suecia [Cuando el mundo apriete], Alberto Núñez Feijóo ha entrado en el salón plenario del XVII Congreso del PP andaluz, agarrado a Juanma Moreno, que el día antes había sido reelegido presidente regional con más del 99% de los votos. Feijóo se ha subido este domingo al trampolín electoral de Moreno para clausurar un congreso festivalero, sin aristas, diseñado como plataforma de lanzamiento del presidente de la Junta para las elecciones autonomicas de la primavera de 2026. “Este congreso es tan importante para Juanma como para Alberto”, había dicho el secretario general del partido, Miguel Tellado, en la jornada previa.
El cónclave popular, que ha reunido a 2.000 compromisarios y otros tantos simpatizantes en el Palacio de Congresos de Sevilla, ha servido para encender la maquinaria electoral, pero no a pleno rendimiento. Moreno ha azuzado a los suyos, consciente de que hoy están “hiperdesmovilizados”, y para ello se ha servido del escándalo de los cribados de cáncer de mama, la mayor crisis que ha sufrido en siete años de gobierno, como espoleta para sacar a los suyos de esa autoconfianza.
Todas las encuestas internas sitúan al PP andaluz como primera fuerza, pero el auge de Vox amenaza la mayoría absoluta que logró en 2022. “Quien se piense que esto está ganado se equivoca”, ha insistido Moreno. Y Feijóo ha arrancado su discurso con esa misma advertencia, consciente del peso “clave” que tendrá Andalucía en las próximas generales. “No deis nada por ganado y nada por perdido, esto hay que conseguirlo. No nos confiemos, no fiemos todo a la lógica y al sentido común, porque enfrente no hay lógica ni sentido común”, ha dicho, acusando al PSOE de “no tener límites, ni legal ni moral ni pudor”.
El presidente del PP nacional ha entrado en campaña para unas generales que tendrán varias metas volantes: las de Extremadura, en diciembre, las de Castilla y León, en marzo, y las andaluzas, previsiblemente en junio de 2026. Entre medias, PP y Vox negocian la investidura del sustituto de Carlos Mazón al frente de la Generalitat Valenciana.
El calendario electoral -aún sin las generales a la vista- es muy similar al que tuvo lugar antes de las generales de 2023, que Feijóo ganó, pero no gobernó. “El mayor desahogo es ganar”, ha dicho, para matizar casi de inmediato: “El mayor desahogo es ganar… y gobernar”. En 2023, la formación de gobiernos de coalición PP-Vox en distintas comunidades autónomas -con la Comunidad Valenciana de avanzadilla acelerada- perjudicó las expectativas de Feijóo en las generales. El PSOE los usó de precedentes para avivar el voto del miedo a que la ultraderecha formase un Gobierno en España con los populares.
El dirigente gallego ha elegido Andalucía, una plaza donde hoy gobiernan con holgada mayoría absoluta, para conjurarse contra ese escenario de dependencia de Vox en los gobiernos autonómicos. “Nada de carambolas. Sólo hay un camino, que es el del cambio, pero sólo hay un camino para que gobierne el PP y es votar al PP. No hay otro, no nos despistemos. Si quieres que gobierne Juanma Moreno, vota a Juanma Moreno. Nada de distracciones”, ha dicho.
“Carambola” es una palabra que aparece mucho en el libro de memorias de Moreno –Manual de convivencia. La vía andaluza- que se ha vendido mucho en el hall del Palacio de Congresos de Sevilla, donde se ha celebrado el cónclave popular. El presidente andaluz recuerda que el PSOE desmereció su llegada al poder, en 2018, cuando logró formar gobierno con apoyo de Ciudadanos y Vox, pese a lograr el peor resultado de la historia del PP andaluz (26 diputados). Esa “carambola” de tres partidos fragmentando el voto conservador es la que ha citado hoy Feijóo, para señalar que el “único camino del cambio es el PP”.
El dirigente gallego no ha hecho ninguna mención a las negociaciones con el partido de Santiago Abascal para evitar elecciones anticipadas en la Comunidad Valenciana, tras la dimisión de Mazón, pero se ha negado a creer que están “empatados” en intención de votos. “Coño, que miren las encuestas de este fin de semana…”, ha dicho.
Moreno, contra “la pinza PSOE-Vox”
Cuando el presidente andaluz subió al escenario y empezó a hablar, miles de personas empezaban a concentrarse a las puertas del Palacio de San Telmo, sede de la Junta, manifestándose por la crisis de los cribados de cáncer de mama y el deterioro de la sanidad pública. Unas protestas convocadas en las ocho provincias por la Marea Blanca, CCOO y UGT, y respaldada y difundida por las fuerzas de izquierdas en la oposición.
En el Gobierno andaluz dan por superada la crisis de los cribados. Creen, de hecho, que la gestión rápida de este problema -pedir perdón, lanzar un plan de choque con más recursos y personal y el cese de la consejera de Salud y otros altos cargos responsables- les ha “reforzado”.
Prueba de esto, explican en San Telmo, es que los sindicatos mayoritarios del sector sanitario -Satse y CSIF- se descolgaron a última hora de las manifestaciones de este domingo, y los convocantes que quedan son los sindicatos de clase y las izquierdas. “Es una protesta politizada”, advierten fuentes próximas a Moreno.
El dirigente popular ha pedido al PP andaluz que salga a la calle, “sin complejos”, a defender su gestión sanitaria, una reacción ante los ataques de la oposición que ha inyectado ánimos en sus filas. Este domingo ha centrado su discurso de cierre en advertir contra la entente de fuerzas en la oposición que busca minar su fortaleza en las encuestas. Él lo llama “Unión Temporal Electoral” o, más comunmente, “pinza PSOE-Vox”.
“Hay una confluencia populista de intereses que quiere convertir Andalucía en un campo de batalla, de barro, para dejar caer al Gobierno andaluz. Todos los partidos de la oposición a un lado -son dos caras de la misma moneda- y nosotros al otro”, ha dicho Moreno, dirigiéndose a los jóvenes, mujeres, empresarios y autónomos, alertándoles del “riesgo” de perder la mayoría absoluta y, con ella, la estabilidad. ¿De verdad merece la pena poner en riesgo todo lo que hemos ganado? La estabilidad es un lujo, mirad lo que está pasando en el resto de España“, ha subrayado el dirigente popular, que sustituye su lema de las elecciones de 2022 -”mayoría suficiente“- por una variante muy parecida: ”mayoría de estabilidad“.
Para el PP andaluz, Vox es la verdadera amenaza en las próximas elecciones, por eso Moreno ha puesto énfasis en alertar sobre los riesgos de votar “experimentos”, un mensaje para esa frajan de población, cabreada, que transita entre el electorado del PP y el de la ultraderecha.
Hace 12 años, en el Palacio de Congresos de Sevilla, Moreno logró por primera vez el apoyo de la militancia para liderar un PP andaluz que, antes que él, habían dirigido Hernández Mancha, Gabino Puche, Javier Arenas, Teofila Martínez y Juan Ignacio Zoido.
El político malagueño se ha presentado como “depositario de esa antorcha” y ha defendido la “renovación” de un partido que, con él, llegó al Gobierno andaluz después de 37 años del PSOE en el poder. Durante los siete años de Moreno como presidente, ha habido un corrimiento de tierra que ha empujado el eje ideológico de esta comunidad de 8,5 millones de personas, “ayer en el centro izquierda, hoy en el centro derecha”.
“El PP es el partido de la gente, de las clases medias, de los autónomos, de los agricultores, de los ganaderos, de la tierra”, ha proclamado el presidente andaluz, tratando de popularizar la imagen de su partido. Los guiños al campo, a la tierra, no son casuales: en el sector agroalimentario, capital para el PIB andaluz, los estrategas de Moreno perciben el avance del voto ultraderechista. Vox concentra ahí una de sus guerras culturales, la del negacionismo del cambio climático, la del rechazo a la agenda 2030 y las políticas europeas que presentan como una amenaza al crecimiento económico y los intereses de agricultores y ganaderos.
El presidente de la Junta usó su discurso de clausura del congreso para volver a sacar pecho por su gestión sanitaria y contestar a las críticas de privatización que le lanza la oposición. “Siguen con el mismo cuento que escuchaba cuando tenía pantalones cortos: decían que íbamos a quitar las pensiones, a privatizar la salud…siempre metiendo miedo a la sociedad, con la mentira por delante. La supuesta privatización es la gran mentira del PSOE”, advirtió Moreno, resaltando el aumento de presupuesto, de plantilla y de inversión sanitaria hoy, comparándolo con los últimos años de gobiernos socialistas.
“Aquí lo único que hay es toneladas de mentiras sobre el Gobierno andaluz que más ha protegido a la sanidad y a los servicios públicos, esta es la verdad, y lo demás es mentiras, bulos y falsedades”, ha dicho, respondido por el público al grito de “presidente, presidente”.
Moreno ha admitido que su gobierno, tras siete años, tiene “luces y sombras”, pero ha prometido “dejarse la piel para que Andalucía sea la líder de España”. “Quiero que os lo metáis en la cabeza, somos los únicos capaces de hacerlo. Que estéis preparados, porque España no se puede permitir ni un minuto más el disparate colosal que estamos viviendo en el país. O por la vía larga, que es ganar las andaluzas, o por la vía corta, si Sánchez decide convocar, ahí vamos a estar para ganar en beneficio de España. Sólo hay una alternativa posible, somos nosotros”, ha sentenciado el dirigente popular.