La Asociación para la Memoria Histórica rechaza la resignificación de Cuelgamuros y la califica de «superflua»

La Asociación para la Memoria Histórica rechaza la resignificación de Cuelgamuros y la califica de «superflua»

La organización memorialista, que ya pidió la suspensión del concurso, considera «incomprensible» que se emprenda una nueva actuación arquitectónica y apuesta por la instalación de una exposición permanente «que no requiere muchos recursos económicos»

Un patio circular como “espacio de acogida” frente al eje “autoritario”: los detalles del proyecto para Cuelgamuros

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha criticado este miércoles el proceso de resignificación de Cuelgamuros, del que ya hay propuesta definitiva. El proyecto ‘La base y la cruz’, de Pereda Pérez Arquitectos y Lignum S.L., ha ganado el concurso de ideas lanzado por el Gobierno para transformar el mausoleo franquista, pero la ARMH considera “incompresible” que vaya a llevarse a cabo “una nueva actuación arquitectónica” en el lugar.

La asociación, que ya el pasado mes de abril pidió la suspensión del certamen, apuesta por la explicación del monumento mandado construir por Franco para honrar su victoria en la Guerra Civil a través de una “exposición permanente que no necesita muchos recursos económicos para permitir entenderlo”. Así, considera que la instalación de paneles “que contengan documentos históricos” bastaría para dar cuenta de para qué el dictador ordenó construirlo, cómo y quién lo hizo y qué empresas se beneficiaron de su construcción.

La idea matriz del proyecto es modificar el acceso al mausoleo y acabar con la escalinata de entrada para construir una gran losa horizontal que daría a un patio circular de 40 metros de diámetro. A partir de ahí, los visitantes podrían acceder a la basílica, que solo será intervenida “mínimamente”, o al centro de interpretación de nueva construcción. Los costes totales de las obras alcanzan los 26,2 millones de euros, a los que hay que sumar los 4 millones de honorarios para el proyecto ganador y 605.000 euros en premios para los diez finalistas del concurso.

Para Emilio Silva, presidente de la ARMH, se trata de “una actuación superflua e innecesaria” que “va a llevar a cabo una inversión de decenas de millones de euros en un lugar alejado al que no se puede acceder con transporte público”, dice sobre la localización del Valle, a unos 50 kilómetros del centro de Madrid.

La asociación, responsable de la primera exhumación con métodos científicos de fosas del franquismo hace 25 años, hace además hincapié en algo que han criticado todas las asociaciones memorialistas y víctimas del franquismo: la permanencia de los monjes benedictinos en la basílica, que seguirá usándose para el culto católico tras el pacto al que llegó el Gobierno con la Iglesia católica. Algo que la ARMH considera “intolerable” debido, entre otras cosas, a que los monjes “gestionan sin concurso público la hospedería” que hay en Cuelgamuros. Así, mantener “la presencia dominante” de la Iglesia en el recinto “valida una decisión del dictador”, concluye Silva.

El futuro memorial del Valle de Cuelgamuros es “potencialmente fallido”, advierte la ARMH, que apuesta por la construcción de “un museo dedicado a las víctimas de la dictadura” que esté “bien comunidado” y “sin interferencias de la Iglesia católica”.