Frankie ya vuela libre: una joven flamenca se gana su libertad tras fugarse de un zoo británico y recorrer 200 kilómetros hasta Francia

Frankie ya vuela libre. Esta pequeña flamenca se ha ganado su libertad tras escaparse de un zoológico británico de Cornualles y cruzar volando desde Reino Unido hasta las cosas francesas. El ave, que solo tiene cuatro meses, se fugó el pasado 2 de noviembre, se recorrió al menos 193 kilómetros a través del mar y ahora se encuentra en libertad en Bretaña en “perfecto estado de adaptación” y “bien alimentada”.

Tras más de diez días de búsqueda, ahora han confirmado que encuentra asentada en Plage de Keremma, según los cuidadores de la reserva Paradise Park en Hayle. Es más, solo 24 horas después, el 3 noviembre, Frankie ya se encontraba en la isla de Aganton, en la costa norte de Francia. 

Sin embargo, sus cuidadores han decidido no intentar llevarla de vuelta al zoológico donde nació, se crio y en el que se encuentran aún sus padres y el resto de su bandada. ¿El motivo? El primero que sería demasiado difícil de atrapar e implicaría demasiada burocracia ya que tendría que ser alojada en una institución francesa como parte del proceso de importación a Reino Unido. Y el segundo que, una vez atrapada, tendría que someterse a un completo examen de salud porque ahora mismo podría representar un riesgo ante la expansión de la gripe aviar en Europa.

Fotografía tomada en la playa de Keremma, en la Bretaña francesa, tomada el 9 de noviembre.

No obstante, desde el Paradise Park señalan que Frankie puede sobrevivir perfectamente en libertad. Aunque nació este mismo mes de julio, se había independizado de sus padres. “Hay varios informes de situaciones similares en las que los flamencos han vivido y prosperado durante muchos años, incluso durante los inviernos europeos, por lo que, si bien seguiremos preocupados por ella, es una situación que debemos aceptar”, explica el conservador David Woolcock en un blog de la reserva natural.

No obstante, seguirán pendiente de ella aunque, antes de su maniobra de escapismo, “se alimentaba por sí sola y era un ave joven en excelente estado de salud”. “Ha demostrado la resiliencia y las habilidades necesarias para sobrevivir como flamenco salvaje”, reconoce Woolcock.

Lo más sorprendente de toda esta historia, además de los casi 200 kilómetros que voló cruzando el Canal de la Mancha, es cómo pudo volar esta flamenca criada en cautividad y que tenía las alas recortadas. Según explican, sus plumas seguían creciendo a medida que se desarrollaba. Además, este recorte inhibe la capacidad de despegar, pero no necesariamente la capacidad de volar una vez en el aire.

Pero, ya en el parque, mostró signos de batir sus alas. “Sospechamos que fue precisamente durante un período de ejercicio como ese cuando Frankie fue sorprendida por una ráfaga de viento que la hizo volar por los aires. Y decidió seguir su camino”, explicó Woolcock a la BBC.

En redes sociales, la huida de Frankie se ha seguido durante estos diez días y, una vez confirmada la localización y la decisión del zoo de no atraparla, muchos usuarios han celebrado la decisión. “¡Buen viaje, señorita!” o “¿Quién puede culparla? Al fin y al cabo, los córnicos y los bretones comparten mucho a nivel cultural, lingüístico e histórico” son algunos de los mensajes que se han compartido durante las últimas horas en X.