El Gobierno de Moreno ha recortado el 60% de los fondos para cooperación al desarrollo: “Es un desmantelamiento”
Las entidades denuncian que la partida de 2026 para la ayuda al desarrollo consolida la tendencia decreciente inaugurada en 2009 y reforzada tras la llegada del PP al poder en Andalucía
ENTREVISTA: “Andalucía tiene año tras año el mayor presupuesto de su historia pero cada vez invierte menos en ayuda al desarrollo”
En siete años el dinero que la Junta de Andalucía destina a la cooperación para el desarrollo se ha reducido a menos de la mitad. Hoy es apenas un 40% de lo que era en 2018, año en el que la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo empezó a elaborar su informe anual, que coincide con en el que Juan Manuel Moreno y el PP tomaron las riendas de la comunidad autónoma tras casi cuatro décadas de gobiernos socialistas. Con todo, la caída no se detiene, y el proyecto de Presupuestos andaluces para 2026 congela esta partida, lo que en realidad supone una rebaja de su peso relativo, puesto que se trata de unos Presupuestos expansivos que crecen un 5,6%. De los Presupuestos de 2024 a los de 2025 el descenso fue del 13,54%, el más acentuado en todo el país.
“Un año más, y ya van siete, el Gobierno del PP en la Junta de Andalucía sigue maltratando la política pública de cooperación internacional”, señala la Coordinadora Andaluza de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo (CAONGD), que subraya que desde hace cuatro años el PP gobierna con mayoría absoluta, por lo que achaca los recortes a “su propia idea de la relevancia que debe tener” la cooperación para el desarrollo. “Estamos hablando de un desmantelamiento”, lamenta Patricia Sánchez, presidenta de la CAONGD, que este viernes ha presentado en Sevilla el informe anual que compara la evolución de los 17 presupuestos autonómicos.
Tras conversar con Juan Manuel Moreno durante la Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo de Naciones Unidas, celebrada en Sevilla, la Coordinadora solicitó formalmente una entrevista con el Presidente de la Junta de Andalucía para “abordar el futuro de la cooperación internacional autonómica”, pero aún no ha recibido respuesta. La Agencia Andaluza de Cooperación al Desarrollo estaba invitada a la presentación del informe, pero no ha acudido. La Consejería de Inclusión social, Juventud, Familias e Igualdad, donde residen las competencias de esta materia desde el año pasado, no ha respondido a las preguntas remitidas por este medio.
Ocho de cada diez euros recortados desde 2009
Los descensos sostenidos en las partidas que Andalucía destina a la cooperación consolidan una tendencia decreciente que viene ya desde la última década de gobiernos socialistas. Desde su punto álgido en 2009, Andalucía ha pasado de destinar casi 100 millones de euros (99,3) a 18,9. De cada diez euros destinados a cooperación en 2009 apenas mantiene dos, un agujero del 90% en 16 años, que en los últimos ejercicios se ha agrandado.
En términos absolutos, 2025 fue el año con mayor presupuesto autonómico destinado a cooperación: 334 millones de euros entre las 17 comunidades autónomas españolas, frente a los 325 de 2024. En siete años han pasado de destinar 203,9 millones a 334. Casi todas aumentaron la partida de 2018 a 2025, con algunas multiplicándola por diez (Canarias) o por tres (Cataluña, Comunidad Valenciana, La Rioja).
Sólo en tres perdió peso, y Andalucía es, con diferencia, la comunidad donde el tajo fue mayor en términos absolutos o porcentuales: de 47,3 millones en 2018 a 18,8 en 2025, menos de la mitad. Ha pasado de destinar a cooperación el 0,14% de su presupuesto a el 0,04%. Es la cuarta comunidad que destina menos dinero por habitante, 2,17 euros por persona y año, una cuarta parte de la media nacional y una sexta parte de lo que se destina en la Comunidad Valenciana, que sin embargo en el último año es la que mayor recorte hace.
Impacto en Andalucía y países empobrecidos
La presentación de los nuevos presupuestos andaluces ha vuelto a desanimar al tejido asociativo, que denuncia un incumplimiento de los compromisos plasmados recientemente en el IV Plan Andaluz de Cooperación para el Desarrollo 2025-2028. Allí se recoge que el programa presupuestario de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo aumentará proporcionalmente al menos en la misma cuantía que el presupuesto de la Junta de Andalucía, que para 2026 crece un 5,6% mayor. Pero, al contrario, el peso relativo de la cooperación no sólo no crece un 5,6%, sino que se reduce ligeramente al mantenerse la cuantía absoluta y crecer el Presupuesto general.
“Este era un año crucial: se ha trabajado mucho desde el sector y la administración para elaborar un plan director con unas metas, objetivos, con cosas positivas, pero luego no se acompaña de una voluntad política real”, protesta Sánchez. La insuficiencia presupuestaria supone que más de un 60% de los proyectos andaluces de cooperación al desarrollo presentados se quedan fuera. Otros se ven interrumpidos abruptamente. “Proyectos educativos, de lucha contra discursos de odio, sensibilización, apoyo a profesorado…”, cuenta. Muchos de ellos a desarrollar también en barrios y ciudades andaluzas donde se han detectado carencias.
El recorte afecta especialmente a los países del Sur global adonde se desarrollan gran parte de los proyectos de cooperación. Lisbeth de León trabaja con APEVIHS en varios programas contra la desnutrición en Retalhuleu, en la costa sur, un punto ciego donde las entidades apenas trabajan. Gracias a la colaboración con Semillas de Esperanza, que recibe ayuda de la Diputación de Jaén, ofrecen una bolsa de alimentos y pautas nutricionales a 500 niños y niñas de hasta cinco años con desnutrición aguda y atienden hasta 2.000 pacientes en unas jornadas médicas de atención nutricional. “Además, con los fondos de la Diputación equipamos un pequeño hospital destinado como centro de atención y cuidados agudos a niños afectados por desnutrición”.
El recorte de fondos autonómicos limita las posibilidades de que las comunidades empobrecidas de ese lugar reciban ayuda, porque la competencia va a ser más amplia. “Con el recorte, las ONG de cooperación priorizarán zonas habituales por tradición, como el Altiplano de Guatemala, con amplia presencia indígena. Pero en la costa sur, donde estamos, también hay bastante pobreza”.
“En un momento en que se intensifican los conflictos, se recortan los fondos a nivel global, por ejemplo a USAID [la agencia estadounidense, que ha despedido miles de empleados, cancelado el 80% de sus programas y suspendido cientos de proyectos tras suspender Donald Trump reducir 8.000 millones de su presupuesto y suspender ya parte de sus pagos] esto tiene un gran impacto en los países del sur, y cuestiona el trabajo de las organizaciones”, observa Sánchez, que pide no solo revertir los recortes, sino aumentar los presupuestos para la cooperación. “Sin herramientas, espacios de participación, asignación presupuestaria real no es posible una política de cooperación”.