Vox duda entre una investidura valenciana rápida o hacer «sudar sangre» a Pérez Llorca para desgastar a Feijóo

Vox duda entre una investidura valenciana rápida o hacer «sudar sangre» a Pérez Llorca para desgastar a Feijóo

La fecha tope para presentar candidato a la presidencia de la Generalitat a la presidenta de las Corts Valencianes es el 19 de noviembre y el debate de investidura se debe celebrar siempre antes del día 29 de este mes; si no hay elección, empiezan a correr los dos meses para que haya presidente antes de una convocatoria automática de elecciones

PP y Vox escenifican su nuevo pacto para la Generalitat y salvan a Mazón de explicar su comida en El Ventorro

El reloj ya está en marcha, lo que quiere decir que Partido Popular y Vox están enfrascados en una negociación para intentar alcanzar un acuerdo para el nombramiento del secretario general del PP valenciano, Juanfran Pérez Llorca, como nuevo president de la Generalitat tras la dimisión, hace apenas dos semanas, de Carlos Mazón como jefe del Consell. Por el momento, según ha podido saber elDiario.es, el PP podría apurar hasta última hora para presentar la candidatura de su número dos en la Comunitat Valenciana a la jefatura del Consell, de forma que podría ser incluso el mismo miércoles 19 de noviembre. A partir de ahí, esperar hasta la semana siguiente –lunes 24, martes 25 o miércoles 26– para la celebración del pleno de investidura. De ese modo, dejar pasar la declaración de Pérez Llorca en calidad de testigo ante la jueza de la dana, que se producirá el viernes 21 de noviembre, para intentar minimizar, en la medida de lo posible, el ‘ruido’ en torno al debate.

Precisamente, Pérez Llorca ha mantenido este viernes una reunión con la dirección de Vox para buscar un pacto de investidura, en la que ha habido “buena sintonía”, tal y como explicaba el popular en su cuenta de X, en la que ha afirmado que en esa reunión ha habido también “voluntad de alcanzar un acuerdo por responsabilidad con la reconstrucción” tras la dana, una cuestión “de máxima prioridad para ambas formaciones”.

El síndic del grupo popular en las Corts ha manifestado que desde su formación serán “muy transparentes cuando haya novedades relevantes” en las negociaciones para conseguir la investidura, que requiere de los votos de Vox, ya que los populares tienen en el hemiciclo diez escaños menos que la mayoría absoluta.

La investidura, en manos de Vox

Vox tiene la sartén por el mango, y en el Partido Popular lo saben. Alberto Núñez Feijóo sabe que Abascal le va a exigir la luna para evitar ir a elecciones en la Comunitat Valenciana –de momento, le ha pedido la construcción de presas y diques, cuestión que depende del Gobierno que, por ahora, sigue en manos de Pedro Sánchez–, y ha comenzado por reclamar que se endurezcan las condiciones para que los ciudadanos que lo necesiten puedan acceder a la Renta Valenciana de Inclusión poniendo trabas a la población migrante.

Por ahora, los populares no han tenido muchos problemas en asemejar su discurso –y sus políticas– al de los ultras, y más si lo que está en juego en mantener la Generalitat y evitar el adelanto electoral.

En el PP hay prisa por intentar alcanzar un acuerdo que lleve a Pérez Llorca al Palau de la Generalitat lo antes posible, y en Vox se debaten entre facilitar una investidura y demostrar que están por facilitar la estabilidad y la gobernabilidad en vísperas de las elecciones en Extremadura, que se celebran el 21 de diciembre y cuya campaña empezará el viernes 5; o bien fuerzan la situación y “hacen sudar sangre” a Pérez Llorca y al Partido Popular –según fuentes de la formación conservadora– para desgastar a un Alberto Núñez Feijóo que en toda esta crisis está dando una imagen de preocupante debilidad –su candidata fue en todo momento la alcaldesa de València, María José Catalá, que rechazó el ofrecimiento–.

El tiempo corre, pero ni al Partido Popular ni a Vox les interesa estar inmersos en plena negociación coincidiendo con una campaña electoral, de de Extremadura, en la que los conservadores y los ultras van a ser rivales por conseguir el mismo caladero de votos. Como reconocen fuentes del PP consultadas por elDiario.es, el acuerdo debe llegar lo antes posible, antes de que se enfangue todo. Además, un acuerdo rápido en la Comunitat Valenciana facilitaría, como ya pasó después de mayo de 2023, un potencial pacto de gobierno entre ambas formaciones en Extremadura; mientras que una doble negociación al mismo tiempo haría las cosas más complejas.

El calendario previsto

Los plazos están marcados: el PP tiene como fecha tope para presentar a su candidato, Feijóo designó al alcalde de Finestrat el pasado 11 de noviembre, a la presidenta de las Corts, Llanos Massó (Vox), el 19 de noviembre; a partir de ese día, cuando se oficialice la candidatura de Pérez Llorca, la presidenta de la Cámara autonómica tiene entre tres y siete días hábiles para la convocatoria del pleno de investidura, que se debe celebrar antes del día 29 de este mes; en el caso de no haber investidura, el Partido Popular tiene dos meses para conseguir un acuerdo que posibilite el nombramiento del secretario general del PPCV como nuevo jefe del Consell; en el caso de que no hubiera nombramiento, para lo que es necesaria la mayoría absoluta de los diputados autonómicos –es decir, los populares necesitan sí o sí el apoyo de la ultraderecha–, se convocarían elecciones de forma automática, unos comicios que deberían celebrarse a finales de marzo.