Un equipo de arqueólogos identifica en Brigetio la posible sala donde el emperador Valentiniano I cayó fulminado

Un equipo de arqueólogos identifica en Brigetio la posible sala donde el emperador Valentiniano I cayó fulminado

Todo apunta – Los arqueólogos han identificado en la actual Komárom, en Hungría, una sala monumental que coincide con la descrita por las crónicas como el escenario donde el emperador se desplomó

Un grupo de arqueólogos descubre por casualidad 141 monedas de oro de un emperador romano casi desconocido

El cuerpo de Valentiniano I se desplomó sin aviso ante los emisarios cuados. Los soldados, acostumbrados a la severidad del emperador, corrieron a sostenerlo mientras el eco de su voz airada aún vibraba en la sala. Aquella audiencia interrumpida selló el destino de un gobernante que había convertido la frontera del Danubio en su escenario de poder. La escena, descrita hace más de dieciséis siglos por Amiano Marcelino, volvió a cobrar sentido gracias a un hallazgo arqueológico reciente que devolvió forma material a ese último instante.

Una estructura monumental que encaja con la última audiencia imperial

Un equipo dirigido por Dávid Bartus, de la Universidad Eötvös Loránd de Budapest, identificó en la fortaleza romana de Brigetio los restos de una construcción monumental que encaja con la sala donde el emperador pudo haber recibido a los enviados bárbaros poco antes de morir.

Las excavaciones, desarrolladas entre 2017 y 2018, sacaron a la luz los cimientos de un edificio con ábside, muros de casi un metro de grosor y un sistema de calefacción bajo el suelo. El estudio, publicado en Archaeologiai Értesítő, sostiene que su planta, tamaño y posición se ajustan a las necesidades de un acto imperial en la Panonia Superior del siglo IV.

Valentiniano I había viajado a esa región tras la devastación provocada por cuados y sármatas un año antes. Las tribus habían arrasado fortificaciones y aldeas romanas después del asesinato de su rey Gabino a manos del duque Marcellano. La respuesta del emperador fue inmediata: reforzó guarniciones, castigó a los insurgentes y estableció su base de operaciones en Brigetio, punto clave del Danubio. Allí planeaba reorganizar las defensas antes del invierno y concertar un armisticio temporal, propósito que se truncó durante la entrevista con los delegados enemigos.


El consistorium de Amiano Marcelino deja de ser un misterio

Los arqueólogos relacionan la estructura descubierta con las grandes aulas de representación utilizadas por altos dignatarios en la Antigüedad tardía. Su sala central, de 101 metros cuadrados, terminaba en un ábside semicircular de 56 metros y disponía de estancias laterales destinadas al servicio imperial.

Las dimensiones y la orientación este-oeste coinciden con los modelos de residencias oficiales levantadas en la década de 370 d. C. Bricks con sellos de oficiales vinculados a las reformas de Valentiniano refuerzan la datación. Bartus explicó en la publicación que “las características del edificio lo convierten en el mejor candidato para haber albergado la audiencia imperial final”.

El término latino consistorium empleado por Amiano designaba la cámara del consejo, no un lugar concreto. Esa ambigüedad mantuvo durante siglos el enigma sobre el escenario de la muerte del emperador. Las alternativas consideradas por los investigadores —el praetorium, la principia o la basilica thermarum— presentaban limitaciones estructurales o cronológicas. El nuevo edificio absidal, en cambio, muestra una ejecución reciente y un propósito ceremonial inequívoco, lo que lo convierte en la opción más plausible dentro de la fortaleza.

La muerte del emperador desencadenó una sucesión apresurada en Brigetio

La investigación amplía también la comprensión del episodio político que siguió al fallecimiento. Seis días después, el niño Valentiniano II fue proclamado emperador. Los Consularia Constantinopolitana situaban ese acto en Aquincum, mientras que Amiano sugería Brigetio. El estudio actual defiende la segunda hipótesis basándose en la proximidad de la villa imperial de Bruckneudorf, identificada como residencia temporal de la familia. Desde allí, los oficiales pudieron trasladar al menor a Brigetio para su investidura, sin exponerlo a un viaje largo en pleno invierno.

La secuencia arqueológica revela un programa constructivo coherente con la política militar de Valentiniano I. En el tramo oriental de la fortaleza se superponen fases edilicias que denotan un esfuerzo de renovación vinculado a la presencia imperial. Los materiales recuperados —fragmentos cerámicos, restos de hipocausto y sellos de fabricación— permiten situar la obra justo antes de 375 d. C., lo que refuerza la relación directa entre el edificio y la campaña contra los cuados.

Los especialistas señalan que la identificación de esta aula no solo ofrece un posible escenario para la muerte del emperador, sino que redefine la imagen de Brigetio en la última etapa del Imperio. La fortaleza, antaño base legionaria, se transformó en un centro administrativo y ceremonial donde el poder romano aún mantenía su aparato de representación. La arquitectura monumental del edificio absidal refleja esa transición: un espacio concebido para exhibir autoridad en un mundo que comenzaba a resquebrajarse.

El hallazgo concede al yacimiento una relevancia excepcional dentro de los estudios sobre la frontera danubiana. Cada nueva capa excavada acerca a los investigadores a la escena descrita por las crónicas, donde el furor de un emperador agotado culminó en un colapso mortal frente a los emisarios que habían puesto a prueba su paciencia y su imperio.