La dimisión de Donohoe abre la puerta para que Cuerpo se vuelva a postular para presidente del Eurogrupo
Donohoe ha anunciado que dejará su cargo en el Gobierno irlandés para asumir el segundo puesto más relevante en el Banco Mundial, como director gerente. El ministro español de Economía ya se presentó al puesto el pasado mes de junio, pero retiró la candidatura por falta de apoyos
El ministro Carlos Cuerpo da un paso atrás y retira su candidatura a la presidencia del Eurogrupo
El ministro irlandés de Finanzas, Paschal Donohoe, ha anunciado este martes que dejará su cargo en el Gobierno para asumir el segundo puesto más relevante en el Banco Mundial, como director gerente. La salida de Donohoe se hará extensiva a la presidencia del Eurogrupo, el club que reúne a los 19 ministros de Finanzas de la zona euro.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que estaba presente en la rueda de prensa del Consejo de Ministros, no ha querido mojarse sobre su posible candidatura. “Hoy toca agradecer el trabajo al frente del Eurogrupo y desearle lo mejor a Paschal Donohoe. Más allá de esto, ya tocará hablar del Eurogrupo”, ha señalado Cuerpo.
El pasado junio el ministro de Economía presentó su candidatura para la presidencia del Eurogrupo. Finalmente, dio un paso atrás y retiró su candidatura al constatar que no contaba con los apoyos necesarios para que saliera adelante. Tras el abandono también del ministro socialista lituano, Rimantas Šadžius, se dejó vía libre a Paschal Donohoe para lograr la presidencia de la institución que engloba a los ministros de Finanzas de la zona euro. Era el tercer mandato del irlandés al frente del Eurogrupo.
El argumento que utilizó Cuerpo con el anunció de su candidatura al Eurogrupo fue “para dar impulso renovado a una institución que debe jugar un papel clave en la agenda política europea y lograr resultados tangibles en materia de crecimiento, competitividad, estado de bienestar e integración”.
En caso de que el ministro español de Economía lo vuelva a intentar no lo tendrá fácil. En la decisión se entremezclan numerosos intereses relacionados con los equilibrios ideológicos, pero también geográficos. En el reparto del poder de las instituciones europeas pesan las alianzas de populares, socialistas y liberales. El Partido Popular Europeo rompió la semana pasada el equilibrio al pactar con la ultraderecha por primera vez para rebajar las exigencias medioambientales en las empresas.
Los socialistas admitieron que este cambio de posición en el voto de los conservadores, que hasta el momento habían definido como una línea roja, llevaba a una situación de “consecuencias impredecibles”.
En los últimos meses había cierta incomodidad por la falta de empuje de Donohoe al frente del Eurogrupo, en un momento en el que los 27 países quieren impulsar reformas que aceleren la competitividad de las empresas europeas. De hecho, justo antes del anterior proceso de elección, las grandes economías del euro (Alemania, Francia, Italia, España y Países Bajos) enviaron una carta en la que reclamaban mayor empuje al Eurogrupo: “El mandato del próximo presidente del Eurogrupo comenzará en un momento crítico, tanto desde el punto de vista macroeconómico como geopolítico. Por tanto, el Eurogrupo debe estar a la altura de estos nuevos retos basándose en sus fortalezas”.
“El Eurogrupo debería centrarse en implementar las medidas necesarias, reformas estructurales e inversiones para reforzar el crecimiento económico y mejorar la sostenibilidad de la deuda”, afirmaban los firmantes, que sugieren más cambios es en el modo de funcionamiento del Eurogrupo, una institución creada en 1997 para que los países del euro aborden las cuestiones que afectan a la moneda común, aunque no tiene capacidad de tomar decisiones sino que se tienen que adoptar en el marco de los 27.