Collboni pierde la votación de los presupuestos y se someterá por segunda vez a una cuestión de confianza

Collboni pierde la votación de los presupuestos y se someterá por segunda vez a una cuestión de confianza

El Gobierno municipal solo consigue el apoyo de ERC a las cuentas de 2026 y vuelve a chocar con los Comuns, que le reprochan no haber continuado negociando

El Ayuntamiento presenta unos presupuestos con un 33% más de fondos para vivienda

Jaume Collboni sigue sin poder aprobar unos presupuestos en Barcelona por mayoría en el pleno. El alcalde socialista ha visto este viernes como la oposición le tumbaba unas cuentas de 2026 para las que solo contaba con el apoyo de ERC, puesto que los Comuns anunciaron justo antes de empezar que no habían alcanzado ningún acuerdo con el Ejecutivo.

Como respuesta, Collboni ha anunciado que se someterá a una cuestión de confianza vinculada la aprobación de los presupuestos, un mecanismo previsto para ejecutivos municipales en minoría para sacar adelante las cuentas si no se forma una mayoría de gobierno alternativa. No será la primera vez que lo haga: esa fue la vía a la que recurrió para aprobar los de 2024. En 2025, de nuevo sin apoyos suficientes, e igualmente con un pacto con ERC pero no con los Comuns, tuvo que prorrogarlos. 

La votación se ha saldado por lo tanto con 15 apoyos, los de PSC y ERC; nueve abstenciones, las de los Comuns, y 17 votos contrarios, los de Junts, PP y Vox. Justo antes del resultado, Collboni ha anunciado que firmará el decreto para activar la cuestión de confianza. “Barcelona tendrá los presupuestos que necesita”, ha proclamado.

“Tres intentos, certo acuerdos presupuestarios conseguidos”, le ha reprochado al Gobierno la portavoz de los Comuns, Gemma Tarafa, que estos días pedía aplazar la votación para encarrilar las negociaciones. El teniente de alcaldía de Economía, Jordi Valls, le respondió: “No ha sido falta de tiempo, es porque debemos salir de nuestras zonas de confort, es estéril dilatar una negociación si hay elementos que vemos difícil que puedan madurar”.

Los socialistas contaban ya con el sí de ERC, que como en los ejercicios anteriores llegó a un acuerdo con los de Collboni a cambio de varias medidas. Entre ellas, destinar más de un 30% de las partidas a vivienda (240 millones), aumentar las ayudas para promocionar el catalán o crear un fondo de compensación para los efectos del turismo. 

Sin embargo, con los Comuns las conversaciones han sido menos fluidas. Tarafa les ha criticado no solo la falta de tiempo, sino no haber aceptado ninguna de sus demandas, o a los sumo comprometerse a estudiarlas, mientras que Valls les criticaba por su parte haber trasladado la mayoría de sus propuestas a “última hora”. 

Entre las demandas que los Comuns estaban el compromiso de prohibir las compras especulativas de vivienda –no solo estudiarlo–, poner fin a la promoción turística de Barcelona desde el consistorio o peatonalizar las calles de Sants o Passeig Maragall. 

La de Collboni con los presupuestos ha sido hasta ahora una historia de frustraciones o, según la oposición, de fracasos. La primera vez, con los de 2024, tuvo que someterse a una cuestión de confianza para sacarlos adelante, puesto que solo contaba con el sí de ERC. Y el año siguiente, para los actuales de 2025, los tuvo que prorrogar al tener de nuevo solo el apoyo republicano y no el de los Comuns. 

En el capítulo de las ordenanzas fiscales, por contra, el entendimiento sí ha sido posible con los Comuns. Y también en años anteriores. De cara al plan fiscal de 2026, los socialistas, además de alcanzar un acuerdo con ERC, pactaron con ellos medidas como una subida del IBI a los hoteles o estudiar este mismo impuesto progresivo a los que tienen más de una vivienda.