Ángel Víctor Torres: «Resignificar Cuelgamuros debería ser una obligación para quien se opone a las dictaduras»

Ángel Víctor Torres: «Resignificar Cuelgamuros debería ser una obligación para quien se opone a las dictaduras»

El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática celebra en el 50 aniversario de la muerte del dictador que haya un proyecto definitivo para transformar el mausoleo franquista y se muestra «convencido» de que la Justicia acabará extinguiendo la Fundación Francisco Franco

España cumple medio siglo sin Franco en plena ofensiva ultra que lo reivindica

A Ángel Víctor Torres (Las Palmas, 1966) aún le queda por delante una jornada de actos tras una semana marcada por el 50 aniversario de la muerte de Franco. Tras pasar la mañana en Asturias, donde ha reconocido a 70 trabajadores represaliados como víctimas de la Guerra Civil y la dictadura, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática atiende a elDiario.es en su despacho del ministerio, en Madrid. Desde que aterrizara en él, Torres empuja una agenda que se encuentra sistemáticamente con la férrea oposición de las derechas en un momento de resurgimiento de posiciones revisionistas.

El ministro acaba de llevar al Consejo de Ministros un Real Decreto que regulará la creación de un catálogo de vestigios franquistas y ya hay sobre la mesa un proyecto definitivo para resignificar el Valle de Cuelgamuros, un mausoleo franquista “que hasta ahora estaba alejado de los parámetros democráticos” y cuyas obras asegura que comenzarán “durante esta legislatura”. Torres considera “clave” intentar llegar a la juventud y lamenta que PP y Vox no apoyen las políticas de memoria porque “todas las administraciones que se sientan democráticas deberían aspirar” a ello. La entrevista se produce solo unas horas después de que se conozca el fallo que condena al fiscal general por el correo del novio de Ayuso: “Lo respetamos pero no lo compartimos”, dice en línea con los pronunciamientos que ha hecho el Gobierno desde entonces.

En pleno auge revisionista sobre el pasado, un 20% de la población afirma que los años de la dictadura fueron “buenos” o “muy buenos”. ¿A qué achaca que estén calando estos discursos? ¿Ha fallado España a la hora de articular un relato democrático igual de eficaz que el marco que propone la extrema derecha?

Lo primero es que hay un caldo de cultivo internacional en el que estamos viendo victorias de populismos y un uso irresponsable de las redes sociales, que hace que sobre todo los jóvenes reciban este tipo de información. Hay una voluntad de empujar hacia fórmulas que en el fondo aspiran a una visión uniforme y totalitaria. Por eso, con proyectos como ’50 años de Libertad’ nos dirigimos especialmente a la juventud, que no vivió la dictadura, para que sepa lo que ocurrió y lo que podría pasar si regresa. Todas las administraciones que realmente se sientan democráticas deben aspirar a que todos los jóvenes sepan valorar de que hoy tienen un montón de libertades y derechos que se tenían antes del franquismo y se perdieron.

¿Debería la izquierda hacer autocrítica sobre cómo se ha transmitido la memoria democrática?

La izquierda lo que ha hecho es aprobar dos leyes de memoria y aplicarlas. Cuando gobernó Mariano Rajoy, la ley fue derogada de facto con la anulación de las partidas para exhumaciones y las ayudas a las asociaciones memorialistas. La derecha no ha votado a favor de ninguna de las legislaciones y es quien pone palos en la rueda. La izquierda es exigente en ir más allá, incluso hubiera querido tener las leyes antes. La actual es de amplio consenso, aunque me hubiera gustado que hubiera sido unánime, ahora lo que estamos haciendo es implementarla al mayor ritmo posible.

Acaba de elegirse el proyecto definitivo para resignificar Cuelgamuros. La propuesta ha sido criticada por algunos expertos, que creen que apuesta mucho a lo arquitectónico y menos a la memoria. ¿Era el mejor proyecto?

Se ha elegido a partir de un concurso abierto y un jurado formado por reputados expertos y expertas que con transparencia han llegado a un fallo unánime. Sé que no fue sencillo, que llegaron diez finalistas con muchas posibilidades de ganar, pero finalmente ha sido esta propuesta, así que enhorabuena al equipo ganador. La voluntad es poder empezar esas obras en esta legislatura, que es lo programado.

No puedo entender cómo un grupo político democrático va a querer paralizar las obras de resignificación. ¿Qué sentido tiene un mausoleo de grandeza a un dictador que rememora el fascismo?

Una de las cuestiones que se criticaban es que no será obligatorio para entrar a la basílica pasar por el centro de interpretación. Quien quiera podrá seguir yendo a rezar sin ver el museo.

El proyecto de resignificación puede admitir sugerencias y aportaciones, no está absolutamente cerrado. Hay características intocables de la propuesta, pero sí caben mejoras desde el punto de vista memorialista. Lo importante es que vamos a resignificar por fin un espacio que hasta ahora tenía un uso alejado de los parámetros de la democracia. Así ha ocurrido en otros lugares del mundo, como los campos de concentración, y precisábamos tenerlo también en España.

Los monjes benedictinos seguirán dentro de Cuelgamuros a pesar de que expulsarlos fue la primera intención que manifestó el Gobierno. Teniendo en cuenta que la ideología nacionalcatólica sostuvo la dictadura, ¿es posible resignificar el espacio con la Iglesia dentro? 

Nosotros hemos llegado a un acuerdo con la Santa Sede que no ha sido sencillo y en el que, como ocurre siempre, hay cesiones por todas las partes que aspiran a un punto en común. Valoro que hoy podamos seguir adelante con el acuerdo, haciendo las exhumaciones para devolver los restos de sus familiares a las más de 200 personas que los reclaman. Nuestra voluntad es que sea un centro resignificado y siempre que mantengamos los acuerdos, vamos a respetarlos. También la ultraderecha está siendo muy crítica con la Iglesia porque ha permitido la resignificación del Valle.


El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, en un momento de la entrevista.

Comentaba que la voluntad es que las obras comiencen en esta legislatura, pero, según el calendario, lo más probable es que empiecen, al menos, en pleno ciclo electoral. PP y Vox están en contra de la resignificación. ¿Cómo se va a asegurar que la resignificación no esté condicionada por un posible cambio de Gobierno?

Resignificar el Valle de Cuelgamuros no debería ser un debate entre fuerzas políticas democráticas, sino una obligación para todo aquel que está en contra de las dictaduras y los totalitarismos y que condena al franquismo. Hoy podemos ser de derechas, de centro, de izquierdas o de nada, como dice la campaña La democracia es tu poder, pero en dictadura no. Por lo tanto, no puedo entender cómo un grupo político democrático va a querer paralizar las obras de resignificación. Yo aspiro a seguir continuando con un proyecto político que empezó en 2018, eso lo dirán las elecciones y la mayoría parlamentaria, pero ¿qué sentido tiene un mausoleo de grandeza a un dictador que rememora el fascismo?

El proceso para extinguir la Fundación Nacional Francisco Franco está en marcha. La ley exige para ello que haya “humillación a las víctimas” aparte de apología del franquismo. ¿Cree que esta argumentación está amarrada suficientemente para que el juez que deberá decidir no acabe tumbando la extinción?

Hemos hecho un buen trabajado desde Memoria Democrática con el informe preceptivo en el que se describen todas estas humillaciones, con testimonios de las víctimas. Por eso ha exigido más tiempo del que quizá hubiéramos querido, porque es un documento riguroso. Estamos convencidos de que la Justicia terminará dándonos la razón.

Algunas comunidades como la Comunidad de Madrid están dificultando que se pueda enseñar lo que ocurrió durante estos años de ausencia de libertades.

El franquismo se estudia en las aulas de forma superficial, según varios estudios recientes. ¿Por qué sigue siendo una asignatura pendiente si el diagnóstico de lo que falla está hecho desde hace tiempo?

Sabemos mucho de la historia medieval de nuestro país o de la conformación de los reinos, de lo que ocurrió hace siglos, pero menos de la historia reciente. Por eso la Ley de Memoria Democrática incluye diseños curriculares para que se conozca lo que fueron la Guerra de España y los 40 años de franquismo, una dictadura tremendamente larga y grave que mantuvo el fascismo tras su derrota en Europa, algo que debería avergonzar a todo el mundo civilizado y a cualquier demócrata.

En los centros educativos está habiendo buena recepción de las exposiciones, cursos y visitas que se están haciendo con motivo de los 50 años de libertad. Hay profesores comprometidos, es verdad que otros nos ponen algunas pegas. Por otro lado, se trata de una competencia autonómica y algunas comunidades, como la Comunidad de Madrid, están dificultando que se pueda enseñar lo que ocurrió durante estos años de ausencia de libertades.

¿Hay otras comunidades que estén poniendo resistencias?

Hay niveles distintos. No es igual la actitud que tiene la presidenta Isabel Díaz Ayuso que la que tienen otros presidentes de su grupo político, por ejemplo, yo siempre he visto colaboración del actual presidente de la Xunta de Galicia. En Madrid hay un rechazo permanente a cualquier actuación en materia de memoria que haga el Gobierno a pesar de que es algo que hacemos en otros lugares de España gobernados por la derecha.

Uno de los choques recientes con la presidencia de la Comunidad de Madrid ha sido a cuenta de la declaración de la Real Casa de Correos como Lugar de Memoria. ¿Se va a instalar una placa?

Cuando se declara un inmueble como Lugar de Memoria no se está imponiendo un uso, sino que se trata de hacer conciencia para que la ciudadanía supo que en ese lugar hubo torturas y muerte a personas que defendían la democracia. Sin embargo, por parte de la presidenta de la Comunidad de Madrid lo que hemos recibido es un rechazo permanente a todo desde el inicio del proceso. He estado recientemente en Chile y Argentina, que sufrieron dos dictaduras recientes, y allí puedes visitar lo que fueron las sedes de las Juntas Militares y se explica la historia. No se encuentra el extremismo que vemos en el caso de Ayuso, que ni siquiera acepta que se ponga una placa. No es democrático.

Las querellas por crímenes de la dictadura siguen topándose sistemáticamente con archivos en base a la Ley de Amnistía o la prescripción de los delitos. ¿Se plantea el Gobierno hacer modificaciones legislativas en este sentido?

El Gobierno ha aprobado y enviado a Cortes una ley de secretos oficiales que es muy importante para esos años porque habrá documentos que tendrán que desclasificarse. En el año 2022 aprobó la Ley de Memoria Democrática y estamos en disposición de seguir avanzando, se han aprobado comisiones técnicas, declarado Lugares de Memoria. Hemos avanzado.

Pero en lo que respecta a los juicios, ¿no es una anomalía que las víctimas hayan tenido que irse a Argentina para que se abran los procesos penales?

Acudir a otras jurisdicciones por cuestiones jurídicas es un ámbito que es propio de la separación de poderes. Tenemos un Gobierno que ha apostado claramente por la memoria democrática y por poner el reloj en hora frente a una circunstancia que no había sido abordada durante mucho tiempo. Me hubiera gustado tener una ley de memoria histórica mucho antes, pero hubo dificultades. Ahora tenemos dos.


Ángel Víctor Torres, ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, durante la entrevista.

Cambiando de tema, solo en esta semana hemos tenido un informe demoledor sobre Cerdán y la petición de Anticorrupción de que Ábalos sea condenado a 24 años de cárcel. ¿Puede un gobierno sobrevivir con este goteo constante de noticias sobre corrupción?

Lo primero es que la Justicia camine para que se investigue todo y se llegue hasta el final y lo segundo es que el PSOE y el Gobierno han sido contundentes. Las actuaciones fueron inmediatas en el caso de estas dos personas que fueron relevantes dentro de la organización. Hay otras organizaciones políticas que tienen casos de corrupción que han tardado tiempo en suspender militancias o salir sus líderes políticos a dar explicaciones. El Partido Socialista y el Gobierno han demostrado absoluta contundencia.

Los españoles votaron pacto y acuerdo y es lo que hemos hecho. Hemos conseguido una mayoría parlamentaria y caminamos en una legislatura que no es sencilla en la que tenemos una oposición que no acepta el resultado de las elecciones.

Pero lo que ya sabemos a día de hoy y lo que puede que esté por conocerse ¿no está debilitando la legislatura?

Tenemos una legislatura que es fruto de la voluntad popular. Los españoles votaron pacto y acuerdo y es lo que hemos hecho. Hemos conseguido una mayoría parlamentaria y caminamos en una legislatura que no es sencilla y en la que tenemos una oposición que no acepta el resultado democrático de las elecciones y cuya única voluntad desde el primer momento ha sido hacer caer a Pedro Sánchez. Para ello no les ha importado votar en contra de cuestiones positivas para los españoles como el aumento de las pensiones, el decreto ‘antiapagones’ o la reducción de la jornada laboral. El PP ha votado en contra cuando ese voto suponía una derrota para el Gobierno siendo irresponsable y poniendo por delante una estrategia partidista.

El PP pide su dimisión por su relación conocida con Koldo García. ¿Se arrepiente de los mensajes que intercambiaron incluidos por la UCO en el informe incorporado al caso Koldo?

El PP me ha acusado de todo, pero la UCO no pide al juez que se me investigue y tras ese informe, cerró la investigación con tres investigados que mandó a juicio oral. Yo no soy ninguno de ellos. Lo que se está intentando ahora es estirar el chicle contra una persona a la que han difamado y señalado pero que ha sido exonerada de cualquier actitud criminal. De lo que me acusan es de mentir. Yo me ratifico en lo que he dicho siempre, si quieren buscar a alguien que no ha dicho la verdad lo tienen muy fácil, ahí está el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, o incluso el líder del PP, que dijo que estuvo en permanente contacto con él el día de la dana cuando, aparentemente y por lo que sabemos, no lo hubo.

¿A qué atribuye que Víctor Aldama le sitúe con Ábalos y Koldo García en una cita que usted asegura que no tuvo?

Lo desconozco. Yo ya he presentado dos demandas y he solicitado la tercera [por intromisión al honor, la intimidad y la imagen]. Todo aquello de lo que me ha acusado este señor yo lo he desmontado. Llegó a ser capaz de decir que había estado una noche determinada en un piso de Madrid y estaba en mi casa durmiendo con mi mujer y mi hijo.

Lo que se está intentando ahora es estirar el chicle contra una persona a la que han difamado y señalado pero que ha sido exonerada de cualquier actitud criminal.

¿Tenía usted alguna relación especial con Ábalos y Koldo García más allá de su condición de presidente autonómico y la condición de Ábalos de ministro de Transportes?

No. Mi relación fue con el ministro de Transportes mientras fui presidente de Canarias y fue una relación con todo el Gobierno muy intensa, en la que hubo también importantes diferencias como la que tuve con el Ministerio de Sanidad. Eso también está en el informe de la UCO, en el que se ve que en algún momento me enfado porque mi obligación era defender Canarias.

¿Ha tenido que dar explicaciones al presidente del Gobierno tras salir las primeras informaciones de este caso?

El presidente y yo nos conocemos desde hace bastante tiempo y agradezco su confianza cuando quiso que le acompañara en el Consejo de Ministros, de lo que me siento tremendamente honrado al igual que del apoyo que recibo permanentemente por su parte y del que yo le doy de manera inversa.

Por último, ¿qué valoración hace de la condena al fiscal general del Estado por el caso del correo de la pareja de Ayuso?

Tras conocer el fallo inmediatamente hubo una comparecencia del Ministro de Justicia que fue clara y rotunda. Respetamos pero no compartimos el fallo, que no es unánime, y por tanto se va a nombrar un nuevo fiscal general. Defendemos la gestión que ha hecho y a la vez hacemos un llamamiento a seguir creyendo en la Justicia.