Natalia Lacunza: “Las víctimas coinciden constantemente con sus abusadores y tienes que hacer como si no pasara nada”

Natalia Lacunza: “Las víctimas coinciden constantemente con sus abusadores y tienes que hacer como si no pasara nada”

La artista publica su segundo álbum de estudio, ‘N2stal5ia’, en el que reivindica la importancia de echar la vista atrás para hacer frente a los problemas del presente

Vídeo de la entrevista completa

Víctor Monte canta la historia de amor entre Lorca y Dalí para saldar “una deuda con la gente que vivió en la represión”

Natalia Lacunza (Pamplona, 1999) alcanzó la fama con tan solo 19 años. La artista, que fue finalista en Operación Triunfo 2018, ha formado parte de toda una generación de jóvenes cantantes que ponen el foco en la honestidad de sus letras. Desde que empezara a mostrar públicamente su vulnerabilidad ha pasado ya más de media década, tiempo en el que ha tenido que hacer frente al paso a la edad adulta, la quiebra de vínculos personales y el machismo de una industria musical todavía misógina.

Consciente de la importancia del arte con carga social, el segundo álbum de estudio de la intérprete, N2stal5ia, echa la vista atrás desde el presente para resignificar aquellos espacios que antes eran un refugio y que quizás ya no lo son tanto. “Hay mucha madurez en enfrentar un conflicto desde dentro, desde un lugar que ha sido conocido y que ahora es hostil”, confiesa Lacunza a elDiario.es. Su nuevo disco aborda todas esas batallas desde la posición de quien ha superado un proceso que “no se hace de un día para otro”.


Natalia Lacunza, en la redacción de elDiario.es

Nostalgia es todo un viaje por los recuerdos, casi un abrazo a la melancolía.

Es un álbum sobre la ruptura con la juventud y el paso a la edad adulta, con todo lo que eso conlleva, como roturas de corazón en todos los sentidos: vínculos con la ciudad, con la profesión, contigo misma… Sobre esta primera crisis de la edad adulta que me da la sensación de que luego se va a ir repitiendo muchas veces.

¿Romantizamos demasiado el pasado?

Hay veces que sí, y lo hacemos inconscientemente, porque al mirar al futuro es incómodo. Tienes que salir de tu zona de confort y parece que nos causa más confort recrearnos en el dolor de algo pasado que enfrentar con ojos nuevos el futuro. Pecamos de eso.

El número 25 está incluido en el título del álbum. ¿Cómo se vive la brecha de los 25?

Es un poco duro. Es cuando empiezas a hacerte preguntas que antes no te has hecho, a darte cuenta de que ya no te puedes agarrar al ‘soy demasiado joven para entenderlo’ porque ya estás más cerca de los 30 que de los 15 y se empieza a poner rara la cosa. Hay veces que, de repente, te despiertas y dices: “¿Cómo tengo 26 años si tenía 20 hace tres días?”. La percepción del paso del tiempo se relativiza mucho, depende de lo que estés pasando, pero sin duda lo que más suelo sentir es que pasa muy rápido.

Dicen que la edad de los famosos se congela cuando alcanzan el estrellato. Usted lo alcanzó muy joven, en Operación Triunfo 2018. ¿También le ha influido?

Sí, porque es una experiencia bastante surrealista. La percepción de la realidad se transforma un poco y todo el rato tienes la sensación de estar en un sueño. Te hace llegar a lugares mentales extraños y a percibirte a ti mismo y a tu entorno como una cosa medio bizarra. Esto que hemos vivido es muy especial y te hace crecer mucho. Fue hace siete años cuando salí de OT, pero, por otro lado, hay veces que siento que han pasado 17.

¿Qué es lo más difícil de pasar a la vida adulta?

El hecho de saber que las relaciones no son para siempre es una cosa que me ha costado mucho entender y procesar. Cuando cumples 20 años, piensas que las amigas que estás escogiendo son las que vas a tener para siempre y, de repente, tienes 25 y muchas de esas amigas ya no están. Tienes que entender que estas relaciones en las que tú habías puesto todo tu amor, toda tu fe, todo tu esfuerzo y con las que habías creado un gran vínculo ya no están en tu vida y que vas a tener que rehacerla tu vida y conocer otras personas.

Normalmente, en el arte, se le da muchísima importancia a lo meramente romántico, pero el disco se centra en las amistades, que suelen quedar apartadas.

Tendemos mucho a identificarlo automáticamente con algo romántico. Puede ser que haya canciones que tenemos interiorizadas que van sobre un vínculo romántico y que quizá no. Las situaciones más duras y más complicadas de llevar son vínculos más complejos que el meramente romántico. Se habla poco de ello, pero es muchísimo más difícil romper con una amiga que romper con un vínculo romántico. Cuando te echas novio o novia, automáticamente hay una posibilidad de que eso se termine, pero en la amistad no lo piensas tanto y hay que aprenderlo.

En el disco canta sobre cómo este modo de vida causa un apego feroz. ¿Qué se sobrevive a este modo de vida?

Tiene mucho que ver con el contexto de Madrid, con el contexto de llegar y de hacer muchísimos amigos de golpe, tener muchísimos estímulos y sentir las cosas muchísimo. Se gestiona aprendiendo a poner el freno, a salir de vez en cuando y a respirar hondo. En mi caso, me viene superbién ir a terapia y hacer pequeñas escapadas cada mes. Salir de la urbe, de la sobreestimulación y dejar el móvil. Intentar exponer tu cerebro a situaciones mucho más tranquilas y contemplativas.

Cada vez son más los artistas que hablan sobre la importancia de cuidar la salud mental.

Yo lo tengo tan interiorizado que me parece hasta absurdo comentarlo. Ser humano es complicado y más en la sociedad en la que vivimos, con la cantidad de estímulos a los que estamos sometidos todo el rato y el capitalismo. Es esencial revisar la salud mental y revisar qué tipo de pensamientos tenemos y cómo nos hacen sentir esos pensamientos. Es superbásico y me alegro de que la gente lo hable. Ya no me parece ni siquiera algo polémico. Si te parece raro que vaya a terapia, tú eres un poco raro.

La canción Otro Culito va sobre la idealización. Intentando ser todo el rato perfectos, ¿cree que al final no nos conocemos del todo?

Es muy posible. El idealismo también es natural, inevitable, desde la inocencia. Cualquier enamoramiento empieza con idealismo y siempre están las expectativas que nosotros tenemos sobre la otra persona. Piensas que alguien era lo más y, cuando lo ves con retrospectiva, ves que las intenciones no eran tan puras como pensabas. Tienes que coger y deshacer todo eso. Pero eso es crecer también.

Somos una generación mucho más sensibilizada con las cosas que sentimos y los conflictos que tenemos.

Natalia Lacunza
Cantante

En uno de los temas canta que escribe canciones sobre nada. Sin embargo, Nostalgia tiene letras muy honestas. ¿Le da miedo mostrar esa vulnerabilidad?

No me da nada de miedo. Lo más valioso de mi música es la honestidad que tiene, porque escribo para desahogarme y para entenderme. ¿Cómo me voy a entender si no soy honesta con lo que escribo? Habrá artistas que tengan otro tipo de escritura, que escriban más estéticamente o que inventen historias que tengan otro tipo de narrativa, pero, en mi caso, soy una persona que escribe mucho de las vivencias que tiene y que escribe para entender sus propias emociones.

¿Considera importante que contengan una carga social?

Yo hablo desde mi experiencia, que es la misma que tiene muchísima otra gente, y lo hago desde la necesidad de expresión. Somos una generación mucho más sensibilizada con las cosas que sentimos y los conflictos que tenemos. Simplemente formo parte de esa generación y lo digo en alto, no lo hago voluntariamente.

La canción Rápido cuenta una historia sáfica de dos personas que se han criado en un entorno muy católico. Habrá personas que se sientan identificadas.

Me hace ilusión que saques este tema porque es uno de mis favoritos. La narrativa me encanta y, además, es muy personal. Evidentemente no pretendo ofender a nadie, simplemente creo que es una realidad muy fuerte la de ‘voy a un colegio de monjas y me gustan las chicas’. Esto ha pasado todo el rato.

Sobre todo en 2025, ¿le da la sensación de que se está retrocediendo en ciertos aspectos?

Como artista, tengo mucho miedo de una generación que pensaba que formaba parte del pasado, de un pasado que está muy cerca, porque son generaciones que están muy cerca de nosotros. Pero hay un montón de gente joven que viene con un pensamiento muy loco. Quiero pensar que no vamos a llegar al extremo de que esto se imponga como normalidad y que realmente no vayamos tanto para atrás, pero sin duda es alarmante.

Siempre ha habido artistas sáficas, pero estaban completamente silenciadas.

Natalia Lacunza
Cantante

¿A qué cree que se puede deber todo esto? Tampoco abundan las canciones de una chica cantadas a otra chica.

Siempre ha habido artistas sáficas, pero estaban completamente silenciadas. Ahora estamos en un momento en el que se está dando más valor a esto y se está visibilizando mucho más, pero ya es una cuestión de lo que pasa en las calles, de lo que pasa en el día a día, de que no nos expongamos a situaciones de peligro y se nos incluya en la sociedad de una forma en la que nosotras podamos vivir tranquilas sin preocupación. Ese es el objetivo, y, aunque siento que hay visibilización, sigue habiendo coacción y sensación de inseguridad con toda esta generación joven que va en contra de esto. Da miedo. Cruzo los dedos y espero que no tiremos más para atrás.

Aun así, hay artistas que no se posicionen políticamente.

Hay mucha gente que no se quiere posicionar por miedo al linchamiento público o a perder oyentes y seguidores. Hay muchas veces que es complicado estar en este papel en el que eres un personaje público. Es muy delicado. Yo animaría a todo el mundo a que sea claro y honesto con estos temas, en la medida que pueda, y a que tenga los oídos abiertos y el cerebro flexible.

Hace algunos años, cuando le preguntaban cómo veía la situación de la mujer en la industria, respondía que esa pregunta habría que hacérsela a ellos. ¿Cree que ellos se están haciendo esta pregunta?

Pues no lo sé, porque a mí me gustaría ver qué es lo que le preguntan a los jefes de las discográficas o los jefes de las grandes empresas. Qué están haciendo para fomentar la igualdad, para que esta situación cambie. Como no he visto esas conversaciones, pues no lo sé. Sí que siento que se está poniendo a más hombres en el punto de mira a la hora de hablar de estas cosas y eso está guay, pero sí que nosotras seguimos recibiendo también este tipo de preguntas. Es como, ‘chico, ¿qué quieres que te cuente?’. Yo quiero vivir mi vida y ya está.

¿Sienten que tienen que correr el doble de rápido?

Todo el rato. Y tener que sobreexplicarlo, que es como, ‘yo tengo un trauma encima, ¿por qué tengo que estar hablando contigo y contarte todo esto cuando quizá me estás haciendo revivir una cosa que no me apetece revivir, y estás quitando el foco de lo importante para mí que es mi proyecto y mi arte’? Y luego, además, las víctimas tienen que coincidir constantemente con sus abusadores, con gente que las ha tratado fatal, y tienes que seguir haciendo como si no pasara nada. Sí que nos afecta, claro.

La vulnerabilidad está muy presente en Nostalgia, pero en canciones como UnDosTres hay un rayo de esperanza.

UnDosTres, Nokia y Plastilina tienen este punto de ‘bueno, puede haber pasado todo esto, pero tengo que tener esperanza, paciencia y dar un pasito detrás de otro. Todas las cosas se pondrán en su sitio. Y encuentra mucho el consuelo en la propia capacidad de expresión. Para mí no hay plastilina, es como, ‘mira, soy todo esto’. Tiene esta pequeña cosa de darme una palmadita en la espalda como de, ‘tía, tienes la capacidad y la sensibilidad, que es una cosa preciosa y bonita, y esa vulnerabilidad es tu valor también’. No es algo negativo, es algo bueno.

Vídeo de la entrevista completa