El comisario del montaje de la coca a Urbán declara que ni sabía quién era el político de Podemos: «Miré en Wikipedia»
José Luis Olivera declara en la Audiencia Nacional como testigo y señala a dos subordinados, un comisario y un inspector jefe, como responsables de las investigaciones al europarlamentario
El invento bajo secreto de la Policía contra Podemos: Miguel Urbán y 40 kilos de coca en el pub Nueva Visión de Malasaña
El comisario jubilado José Luis Olivera, artífice del montaje de la cocaína contra Miguel Urbán, ha declarado como testigo en la Audiencia Nacional. Olivera ha descargado la responsabilidad de la investigación sobre el entonces europarlamentario de Podemos en dos mandos a sus órdenes en el momento de los hechos, cuando él dirigía el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO). Según informan a elDiario.es fuentes presentes en la declaración, Olivera ha identificado a los dos subordinados, un comisario principal y un inspector jefe, y ha dicho que él ni siquiera sabía quien era Miguel Urbán y que tuvo que mirarlo “en Wikipedia”.
El 21 de enero de 2016, José Luis Olivera firmó en persona un informe del CITCO, alejado por su contenido de las funciones atribuidas al organismo de coordinación y que tenía como destino a la Fiscalía Antidroga. Se trata del relato de “una fuente conocida por el Centro” que señala a Miguel Urbán, miembro de Anticapitalistas y eurodiputado por Podemos en ese momento, vendiendo 40 kilos de cocaína en un pub de Malasaña. Pese a lo inaudito del relato, con ese informe la Fiscalía Antidroga abriría una investigación que se prolongaría tres meses y que incluiría un rastreo completo de Urbán y la implicación de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude y la unidad antidroga de la Policía.
Olivera ha declarado este lunes en el marco de la causa que instruye el juez Santiago Pedraz sobre investigaciones ilegales a miembros de Podemos. El comisario, ya jubilado, ha dicho que los confidentes que adornan el relato no eran suyos y ha descargado toda la responsabilidad en sus subordinados. De una nota que incluyó en la información que él mismo envió a la Fiscalía Antidroga, y que apuntaba a una supuesta actividad de blanqueo de capitales en Podemos según fuentes anónimas, Olivera ha dicho que es probable que le llegara de la Dirección Adjunta Operativa de la Policía, el órgano de dirección del Cuerpo donde se fraguó la brigada política durante la primera legislatura de Mariano Rajoy.
José Luis Olivera también ha mencionado al secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, con el que ha dicho que es “probable” que abordara el asunto de Urbán, como el resto de temas que afectaban a Podemos. Martínez esta imputado en la pieza de la guerra sucia contra Podemos, cuyas principales maniobras tuvieron lugar en el primer semestre de 2016, después del resultado récord de la formación en los comicios de diciembre de 2015 y ante el temor del PP y el Ministerio del Interior de Mariano Rajoy de que pudieran alcanzar el Gobierno en las elecciones de junio siguiente.
El relato de los confidentes es solo un trampolín. La disparatada historia de los 40 kilos de coca en una bolsa es la excusa para acceder a las cuentas de Urbán, para investigar a Pablo Iglesias y llegar a una supuesta financiación irregular de Podemos. Por eso, a diferencia de otros dosieres, la peripecia del pub Nueva Visión no es filtrada a la prensa afín, como ocurrió con la cuenta de Pablo Iglesias en Granadinas o el informe PISA (Pablo Iglesias Sociedad Anónima). Es lo que sospechan en la formación política cuando conocen los primeros datos de aquella operación.
El policía que buscó en una base de datos a Pablo Iglesias con la excusa de la investigación a Miguel Urbán también está imputado en la causa.