
Conmoción en Argentina por la represión policial que dejó grave a un fotógrafo: «No tenemos miedo a estos fascistas»
El hermano del fotógrafo Pablo Grillo señala que la policía le disparó a quemarropa y el cura Paco Olveira afirma que a un compañero de la parroquia lo detuvieron sólo por estar en la marcha de los jubilados. El gobierno de Milei insiste con su versión de que los manfestantes eran «barrabravas»
Más de cien detenidos y cientos de heridos en la represión de Milei a la protesta de los jubilados
Un fotógrafo herido de gravedad y 114 detenidos –que fueron liberados por orden de una jueza– es el saldo de la represión policial que conmociona a la Argentina. El gobierno de Javier Milei ha insistido con un mismo argumento: que los aficionados de clubes de fútbol que marcharon junto a los jubilados eran unos barrabravas violentos. Sobran testimonios que desmienten la versión oficial, entre ellos, el del padre Francisco “Paco” Olveira, de Curas en la Opción por los pobres, un referente en trabajo social, y el de Emiliano Grillo, hermano del fotógrafo Pablo Grillo.
El “ajuste más grande la historia” como lo ha definido el propio presidente ultraderechista ha recaído sobre las personas mayores que cobran una jubilación de 340 mil pesos (300 dólares). Ese es el trasfondo de las marchas de cada semana frente al Congreso, a la que este miércoles se sumaron aficionados de fútbol, agrupaciones sociales y de izquierda. El operativo represivo que diseñó la ministra de Seguridad Patricia Bullrich puede ser leído como un eslabón más en el proyecto político de Milei que asfixia voces disidentes.
El Gobierno reprimió con gases, palos y carros hidrantes. El fotógrafo Pablo Grillo, de 35 años, fue herido en la cabeza y está en estado de extrema gravedad en cuidados intensivos. Sobre el fotoperiodista la ministra Bullrich dio la información falsa de que estaba detenido en momentos en que era sometido a una cirugía en el hospital Ramos Mejía. Emiliano Grillo, hermano de Pablo, señala a elDiario.es el cuadro de situación. “Mi hermano es fotógrafo independiente y trabaja como jardinero en un hospital público de la provincia de Buenos Aires. Él estaba en la marcha como va siempre a todas las movilizaciones para sacar fotos. Se ve que para algunos eso es un delito y merece ser castigado, entonces le dispararon a quemarropa. Habrás visto las imágenes. Los profesionales del hospital Ramos Mejía lo operaron, actuaron rápido, le salvaron la vida. Pero su estado es muy delicado y ahora es el minuto a minuto. Hay que esperar. Le están haciendo otros estudios para ver cómo está la otra parte del cerebro porque la intervención fue de un hemisferio; hay muy pocas probabilidades, pero hacemos fuerza para que mi hermano pueda salir”.
Las cámaras de televisión mostraron cómo el padre Paco Olveira, que llevaba una camiseta del club Boca Juniors, buscó intervenir para que los uniformados no detuvieran a un compañero de su parroquia Beato Enrique Angelelli. Oliveira cuenta a elDiario.es lo que define como persecución. “A mí no me llevaron preso porque un policía le dijo a otro, ´a este no te lo lleves porque es cura´. Carlos Ávila, que estuvo todo el rato conmigo, yo sé que no hizo absolutamente nada. A él se lo llevaron porque conmigo se armaban más escándalos si me llevaban preso. Éramos seis personas de la parroquia que fuimos a apoyar a los jubilados”.
Ávila fue liberado con la orden de la jueza Karina Andrade.“Respecto de las detenciones informadas se encuentra en juego un derecho constitucional fundamental como es el derecho a la protesta, a manifestarse en democracia y a la libertad de expresión”, señaló la magistrada al ordenar la liberación de los 114 arrestados. En su resolución advirtió que los adultos mayores son parte de los sectores más vulnerables de nuestra Nación y que están protegidos convencionalmente“.
El vocero presidencial Manuel Adorni salió a criticar a la jueza. En su cuenta de X posteó: La jueza Karina Giselle Andrade dio la orden de liberar a los 114 detenidos que junto a muchos otros ayer destruyeron la Ciudad de Buenos Aires y atacaron a las fuerzas de seguridad. La justicia de la puerta giratoria es responsable directa de la inseguridad en la Argentina. Los que militan la impunidad en cada fallo también son cómplices“. En esa línea, el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, anunció que hará una presentación ante el Consejo de la Magistratura porteño contra la magistrada.”No se trató de una protesta ni del ejercicio de la libertad de expresión“, lanzó el ministro.
De su lado, el alcalde de la Ciudad de Buenos Aires, el conservador Jorge Macri, dijo que más de la mitad de los detenidos en la manifestación tienen antecedentes penales y adelantó que realizarán una denuncia conjunta con el Gobierno nacional contra 94 personas
Ante la pregunta sobre si había barrabravas, Olveira responde, categórico. “Todos, acá en Argentina somos hinchas de algún club. Y otra cosa es ser un barrabrava, como nos quisieron nombrar a todos los que fuimos a manifestarnos. Los que empezaron con la violencia fueron ellos a las 16.40 de la tarde. Cuando yo llegué ya estaba todo lleno de humo. Ellos no permiten que la gente se manifieste. Cualquiera que piensa distinto es un zurdo de mierda y como dijo Milei en Davos, ´tiemblen porque van a correr´. Bueno, ayer corrimos y corrimos mucho. No temblamos, porque no le tenemos miedo a estos fascistas. No hay que perder de vista que la movilización era para apoyar a nuestros jubilados. Los miércoles los gasean, los reprimen, personas que tienen 70 años, 80 años y que cobran 340 mil pesos por mes, cuando para no ser pobre en la Argentina tenés que ganar más de un millón de pesos”.
La movilización que terminó en las puertas de la Casa Rosada encontró a su paso detenciones arbitrarias de menores de edad. Mariela Gómez, madre de un chico de 14 años, contó al sitio Eldestape cómo la policía detuvo a su hijo y a un compañero de él, ambos menores. “Ellos salían del colegio a las seis de la tarde, como vieron que estaba todo cortado empezaron a buscar paradas de colectivos para poder volver. En medio de las corridas , corrieron por miedo porque escucharon los disparos. A uno se le cayó un mate, y la policía dijo que los chicos estaban tirando piedras a la Casa Rosada. Los detuvieron, los tiraron al piso para ponerles precintos y tenerlos esposados. Una señora me llamó por teléfono. Estuvieron dos horas así”.
Con todo, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) informó a la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la magnitud del operativo represivo.
Ana Valverde, de la Unión de Trabajadores Jubilados en Lucha, que marcha cada miércoles, señala a elDiario.es su indignación. “El presidente Milei es un ultraderechista, estafador y represor, con su motosierra nos ataca a nosotros como casta, pero los jubilados no somos la casta, nosotros somos uno de los sectores más postergados porque nuestro haber mínimo, después de haber pagado 30 o más años (para jubilarte tenés que tener 30 o más años de aporte), estamos ganando 340.000 pesos. Nos sacan los remedios al 100%, vetan la reforma jubilatoria que nos beneficiaba un poquito, ahora quieren quitar la moratoria, es decir, que los que hoy son trabajadores activos no se van a poder jubilar si no tienen los 30 años de aporte. Es tan doloroso para los que hemos trabajado toda la vida y pretendemos una vida digna nuestros últimos años”.
Valverde describe la actuación policial como una caza de brujas. “La ministra Bullrich tendría que renunciar porque ella es de nuestra misma franja etaria, y lo que ha hecho es una caza de brujas, nos recuerda a la dictadura militar. Ella quiere despejar las calles para que el gobierno nacional pueda aplicar el plan de hambre con su motosierra, para poder pagar la deuda externa al FMI y que se enriquezcan 10 o 15 familias, ¿A vos te parece que Beatriz Bianco, de 87 años, con un palazo en la cabeza es un barrabrava?. A este chico Pablo Grillo, un fotógrafo part-time, que le rompen la cabeza, que pierde masa encefálica y ella, mientras el joven estaba en una sala de operaciones y los médicos trataban de salvarle la vida, ella decía que estaba preso y que estaba bien que estuviera detenido. Esa mujer se tiene que ir, no podemos tener un ministro de seguridad que maneje las fuerzas federales de la manera que la utiliza. Ayer, lo que se han gastado en las fuerzas de represión, en los gases, ¿sabés cuánto vale un spray de gas pimienta? Lo mismo que una jubilación mínima”.