
Extremadura destina 650.000 euros públicos para llevar a Cáceres la Bienal Vargas Llosa de un ‘think tank’ ultraliberal
La organizadora es la Fundación Internacional para la Libertad, apoyada por personalidades de la derecha y la extrema derecha. El desemboloso público coincide con la elimnación de los 200.000 euros que hasta ahora ofrecía la Junta a ayuntamientos y entidades locales para contratar gestores culturales
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Cáceres acogerá este otoño la celebración de la VI Bienal Mario Vargas Llosa. Se trata de un proyecto de la cátedra que lleva el nombre del premio Nobel, impulsada por la Fundación Internacional para la Libertad (FIL), de corte ultraliberal, integrada y apoyada por políticos y economistas del ala más dura del PP y de Vox.
Se celebrará en octubre en esa ciudad extremeña porque el Gobierno de María Guardiola ha ofrecido 650.000 euros públicos bajo el pretexto de impulsar la candidatura de Cáceres como Capital Europea de la Cultura en 2031, a pesar de que el evento no ha tenido, hasta ahora, relación oficial con España. Las dos primeras bienales se celebraron en Lima (Perú) y las otras tres, en Guadalajara (México).
Pero la Junta no solo financiará la celebración íntegra del evento, sino que los 100.000 dólares con los que está dotado el premio de novela que se falla ese día también saldrá de las arcas autonómicas y están incluidos en el presupuesto total, auque no es la entidad ni institución que lo convoca. Este dispendio ha puesto en pie de guerra al sector de la Cultura de Extremadura porque, por un lado, el gasto en la Bienal Mario Vargas Llosa coincide con recortes en proyectos regionales de reconocido prestigio y en la desaparición de ayudas para la contratación de gestores culturales en los pueblos y mancomunidades, y, por otro lado, el evento está relacionado con una organización ultraliberal.
La Fundación que creó la cátedra de Vargas Llosa está presidida por el escritor. Según se recoge en su web, defiende la libertad individual, los derechos de propiedad, un gobierno limitado y los mercados libres. Uno de sus vicepresidentes es Javier Fernández-Lasquetty, exconsejero de la Comunidad de Madrid e impulsor de la privatización de la sanidad pública en esa comunidad. Entre los asesores de la FIL hay empresarios, economistas y políticos de derecha y extrema derecha.
El último evento que ha celebrado la organización ha sido una jornada en Madrid titulada ‘¿Qué futuro le espera a España?’, en la que participaron Iván Espinosa de los Monteros, Esperanza Aguirre y Albert Rivera. A finales del año pasado organizó una gira por Latinoamérica del economista Danie Lacalle, que le llevó a México, Chile, Argentina y Uruguay.
En sus redes sociales, la fundación comparte frases de la diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo; de Manuel Llamas, director del Instituto Juan de Mariana, en contra del feminismo; y de políticos como el presidente argentino Javier Milei; la presidenta de Italia, Giorgia Meloni; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, sobe la inmigración, la okupación y la banda terrorista ETA, entre otros muchos.
Espinosa de los Monteros, Esperanza Aguirre, Albert Rivera, Daniel Lacalle y Juan Bravo, en actos recientes recogidos en la web de la Fundación Internacional para la Libertad
Rechazo de la cultura extremeña
La Junta ya es conocedora del malestar que ha generado su decisión. Más de 180 personas de la cultura extremeña han firmado una carta abierta de la poeta Ada Salas Bienal de Novela Vargas Llosa o el timo (también político) de la estampita [aquí en PDF] en la que critica el desembolso comprometido por la Junta y que, además, tenga que ser la administración extremeña la que aporte el dinero que conlleva el premio “cuando ni lo convoca”.
“Parece que algunos se frotan las manos cuando se asoman a Extremadura y, lo que es peor, Extremadura se lo permiten y, lo que es aún peor, sus gobernantes se sienten orgullosos de haber sido víctimas de una estafa”, recoge el escrito de Salas, que considera que ese dinero debería invertirse en la contratación de gestores culturales en los pueblos “y, en el caso de Cáceres, en apoyar a los artistas y agentes culturales que trabajan con denuedo, con pasión, y con poco más, para que la ciudad no se asfixie en un marasmo de adocenamiento”.
En la carta, que ya ha entregado, resalta la relación de la Bienal con la Fundación ultra y pide a la Junta “que piense con miras más amplias, que evite lo que, además de un error absurdo y políticamente interesado, puede ser una forma de hacer el ridículo”.
La respuesta del Gobierno regional a esta texto no se ha hecho esperar. La Consejería de Cultura dijo este jueves en un comunicado que se trata de una “instrumentalización de la política” desde la Diputación de Cáceres para hacer oposición a la Junta. La impulsora del manifiesto, Ada Salas, es actualmente la responsable del área de Cultura de la institución provincial, pero también un referente en el mundo literario regional y recibió en 2019 la Medalla de Extremadura.
En ese comunicado, la Consejería asegura que la Bienal de Vargas Llosa es “un evento de alcance internacional que convertirá a Cáceres en el epicentro de la literatura hispanoamericana durante cuatro días y una oportunidad para la cultura, el turismo y la proyección exterior de la comunidad, con la participación del sector literario extremeño”.
Recortes en el Festival de Cáceres y en la cultura de los pueblos
Los 650.000 euros que la Consejería de Cultura está dispuesta a gastar en la celebración de la Bienal coincide con la eliminación de los 200.000 euros que hasta ahora ofrecía la Junta a ayuntamientos, mancomunidades y entidades locales para la contratación de gestores culturales. Ahora esta figura clave en muchos pueblos, que impulsan, organizan y colaboran en una amplia variedad de proyectos, y están muy cerca de las asociaciones y colectivos alentando la participación social, reivindica el presidente de la Mancomunidad de la Serena, Raimundo Dávila, que atiende a 13 municipios de la provincia de Badajoz.
El Gobierno extremeño argumenta que cada año se quedan sin usar miles de euros de esas ayudas y por eso ahora la Junta quiere crear una oficina con gestores culturales donde se centralice la dinamización cultural de todos los municipios de Extremadura. Sin embargo, trabajadores de las mancomunidades consultados por este periódico creen que es una forma de suplir la falta de personal propio de la Consejería de Cultura, de centralizar un trabajo en detrimento de la “democratización de la cultura” e invitan a reformular unas ayudas que solo cubrían el 50% de los costes salariales.
Otro de los tijeretazos de la Junta ha afectado al Festival de Cine Español de Cáceres, que precisamente este sábado celebra su gala anual. Cultura ha recortado la ayuda más de un 40%. El director del certamen, Paco Rebollo, ha explicado que se trata del festival de cine nacional más longevo de España, este año llega a su 32ª edición, con prestigio y que, además, se celebra en Cáceres, que quiere aspirar a convertirse en Capital Europea de la Cultura en 2031.
“Nadie nos ha explicado el motivo, aunque nos lo podemos imaginar. Es verdad que podemos estar en las antípodas ideológicas, pero eso nunca se ha reflejado en nuestro proyecto. ¿Será que se trata de cine español”, ha cuestionado Rebollo.
El director del festival cinematográfico ha lamentado que se hayan enterado “tarde” del recorte de la subvención, lo que ha impedido tomar medidas. La fundación que lo organiza es una entidad sin ánimo de lucro y todos los años dona el dinero que recauda a proyectos sociales y humanitarios. Pero el dinero conseguido este año tendrá que ir a pagar facturas y compromisos adquiridos para la celebración de esta edición.
El PSOE también ha denunciado el desembolso en el premio literario de Vargas Llosa. Su secretaria de Cultura y Patrimonio, Miriam García Cabeza, ha lamentado “este gasto en un solo proyecto sobre el que no hay transparencia porque no sabemos qué se va a pagar, ni a quién ni conocemos la agenda”.
García Cabeza compara esta iniciativa con la que tuvo el Gobierno de José Antonio Monago con los premios Ceres, “que costaban lo mismo”. “Lo que hicieron fue recortar para reunir dinero e invertirlo en propagandas y fotografías, que en este caso solo redundarán en la consejera y en la presidenta de la Junta, en lugar de hacerlo en los municipios”, sostiene.