Cómo evitar que la IA te estafe con las compras ‘online’ por el Black Friday
El auge del comercio electrónico y la inteligencia artificial ha abierto nuevas oportunidades de fraude: desde productos hiperrealistas e imposibles hasta libros y perfiles falsos, los consumidores pueden aprender a identificar engaños digitales
Black Friday 2025: Cuándo empieza, cuándo termina y dónde encontrar las mejores ofertas
Comprar por internet se ha convertido en un hábito cotidiano para millones de personas. Lo que antes requería desplazarse a una tienda física, comparar productos, hablar con un vendedor y hacer una fila para pagar, hoy puede solucionarse desde el sofá de casa en cuestión de minutos. Comodidad y rapidez han transformado no sólo los hábitos de consumo, sino también la forma en que las empresas venden, promocionan y diseñan sus estrategias de marketing digital. La digitalización del comercio ha impulsado un crecimiento exponencial: en España, según datos de la CNMC, el volumen de negocio alcanzó 13.047 millones de euros, un 14,7% más que el año anterior, lo que refleja la consolidación del como una de las principales formas de consumo moderno.
Y es que esta alta demanda de productos ha generado nuevas oportunidades para estafas que utilizan la inteligencia artificial, para engañar a los consumidores. El año pasado, el Black Friday –que este 2025 se celebra oficialmente el viernes 28 de diciembre, pero con ofertas que están disponibles en muchos casos desde bastantes días antes y después de la fecha– subió un 4% las ventas navideñas online, estableciéndose como el mayor día de compras online del año, según los datos de Salesforce España.
Es por ello que durante estos meses, el interés por los precios bajos y las promociones irresistibles aumenta, y con ello también riesgos que hacen que acaban saliendo caros.
Cuando la IA generativa se convierte en herramienta para estafar
Muchos consumidores buscan el precio más bajo posible con la idea de ahorrar, pero esa mentalidad puede convertirnos en objetivos fáciles. Una rebaja exagerada, un producto de lujo a precio ridículo o una promoción “solo por tiempo limitado” activa los mecanismos psicológicos de urgencia y recompensa, fomentando compras impulsivas.
Antes, las estafas online dependían de fotografías robadas, montajes básicos o descripciones ambiguas. Hoy, con la IA generativa, los estafadores pueden crear imágenes inexistentes de productos perfectos, aspiracionales y extremadamente realistas, diseñadas no para mostrar un objeto real, sino para vender un deseo.
Entre los comportamientos más habituales se encuentran:
Imágenes hiperrealistas con materiales imposibles, texturas de lujo o acabados que no pueden fabricarse al precio ofrecido.
Diseños futuristas que apelan al efecto “wow” y prometen funcionalidades ‘mágicas’.
Precios sospechosamente bajos, disfrazados de descuentos “exclusivos” o “stock limitado”.
No obstante, el resultado es siempre el mismo: cuando el producto llega, si es que llega, no se parece en absoluto a lo anunciado. Materiales de baja calidad, colores incorrectos, tamaños reducidos o funciones inexistentes decepcionan al comprador. Para protegerse, muchos vendedores añaden cláusulas ambiguas como “el producto puede diferir de la imagen”, lo que complica procesar devoluciones o reclamaciones.
Ejemplos abundan. En redes sociales se han viralizado las llamadas “tazas artísticas de cristal”, que en las imágenes promocionales parecen diseños artesanales, delicados y elegantes, con reflejos imposibles. Al recibirlas, los consumidores reportan asas deformadas, cristales defectuosos o copias baratas fabricadas en serie. La estética aspiracional es parte de la trampa: venden una fantasía, no un objeto real.
La creadora @maggiemccaugh en Instagram pública videos probando productos “demasiado buenos para ser ciertos”. El patrón es repetitivo: muestra una imagen promocional impecable, abre el paquete ante la cámara y revela la decepción. Productos mal acabados, materiales plásticos y diseños inútiles. Su contenido evidencia que el fraude no es casual, sino sistemático.
Más allá del objeto físico: estafas con contenido generado por IA
Los avances de la IA no se limitan a objetos físicos. Plataformas como Amazon han visto un aumento en la publicación de libros creados íntegramente por inteligencia artificial, muchos de ellos sin indicar que no fueron escritos por humanos e incluso como falsificaciones de otros libros y autores ya existentes.
Además, la IA está facilitando otras formas de engaño, entre los que se encuentran:
Perfiles falsos con fotos generadas por IA, que parecen personas reales en redes sociales o plataformas de citas.
Deepfakes utilizados para suplantación de identidad, con fines económicos o románticos.
Bots comerciales que interactúan como vendedores reales, persuadiendo a los usuarios con lenguaje natural y generando confianza falsa.
Estas prácticas muestran que el riesgo no está solo en el precio o la calidad de los productos, sino también en la confianza que los consumidores depositan en la información digital y en las personas que la presentan.
Cómo identificar imágenes generadas por IA
Aunque los modelos han mejorado enormemente, todavía dejan señales detectables. Algunas preguntas clave para evaluar si una imagen es auténtica:
¿La imagen tiene sentido físico? Muchos objetos creados por IA tienen proporciones imposibles, sombras incoherentes o diseños que desafían la gravedad.
¿Los bordes presentan fallos o distorsiones? Las IA suelen fallar con transparencias, cristales, reflejos o texturas complejas.
¿Los materiales parecen demasiado perfectos, brillantes o suaves? El acabado suele ser surrealista, como un render de videojuego.
¿El precio es incompatible con la calidad del producto? Si parece salido de una película futurista y cuesta 9 euros, probablemente no exista.
Cómo protegerte como consumidor
Siguiendo las recomendaciones de la Europol, la mejor estrategia son medidas de prevención:
Compara precios entre tiendas. Un descuento razonable puede ser real; una diferencia de cientos de euros es señal de alerta.
Desconfía de productos complejos con precios extremadamente bajos.
Haz búsquedas inversas de imágenes para ver si el mismo producto aparece en sitios distintos con descripciones contradictorias.
Lee reseñas reales, no solo las que aparecen en la propia tienda.
Verifica políticas de devolución, origen del vendedor y métodos de pago seguros.
Sea como sea, la defensa, por ahora, no es una tecnología más avanzada, sino consumidores informados, atentos y dispuestos a cuestionar, por muy ideal que pueda parecer la oferta.