
«¿Qué pasó dentro del barco?»: el caso de Marouan, el joven desaparecido en un ferry de Marruecos a España
El joven, que había llegado a Andalucía en patera, visitaba por primera vez a su familia en Marruecos tras haber regularizado su situación en España
Así es la primera asistencia a migrantes en Motril, uno de los puertos con mayor recepción de pateras
La última vez que Mohamed habló con su hermano pequeño Marouan El Mokadim, un joven marroquí de 18 años, eran las 2 y 28 de la madrugada del 21 de abril de 2024. Volvía a Motril tras celebrar con su familia el Eid Al Fitr, la celebración anual del fin del Ramadán, era la primera vez que regresaba a celebrar esta tradición junto a su familia, tras haber conseguido la residencia en España. Desde el puerto de Beni Ansar (Nador) y con su documentación en regla, subió a un ferry de Naviera Armas Transmediterránea (antigua Naviera Armas) desde donde envió vídeos y habló por teléfono con su familia, hasta que su móvil emitió la última señal y su rastro se perdió en el mar.
Desde entonces, casi un año después, la familia de Marouan aguarda respuestas que no llegan y denuncia los “obstáculos institucionales” a los que se enfrentan en la búsqueda del desaparecido. “Mi madre no sale de casa, no puede dormir, pregunta constantemente por su hijo, llora todo el tiempo y vive en un profundo dolor”, cuenta Mohamed, quien inició una huelga de hambre el pasado 10 de febrero frente a la sede de la compañía de transporte marítimo Naviera Armas Transmediterránea de Beni Ansar, exigiendo información sobre la desaparición de su hermano durante el viaje.
El joven Marouan había terminado sus estudios en secundaria y comenzó a trabajar en la industria del aluminio en Marruecos, hasta que decidió irse a España, a través de la ruta del mar de Alborán. Viajó en un pequeño barco de pesca desde Alhucemas junto a otras nueve personas, llegó siendo menor y pasó los primeros meses en un centro de menores hasta que alcanzó la mayoría de edad y obtuvo plaza en uno de los pisos tutelados que ofrece la Junta de Andalucía. Tiempo después consiguió regularizar su situación y obtener su residencia, momento en el que quiso volver a casa para reunirse y pasar los días de festejo y tradición junto a su familia, detalla su hermano.
El viaje de Marouan tendría que haber terminado en el puerto de Motril, donde cogería un taxi hasta el piso tutelado, como había indicado a su familia, pero nunca llegó. Un día después de abandonar Beni Enzar, un familiar desde Gijón (Asturias), denunció su desaparición ante la Policía, desde Marruecos, su hermano Mohamed también denunciaba la desaparición ante las autoridades locales de Beni Ansar. Posteriormente como órganos competentes de la investigación, la policía judicial de Motril remitió la denuncia al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Granada.
El día de su desaparición sus familiares le acompañaron al puerto de Nador, donde se despidieron de él antes de embarcar. El joven pasó el control fronterizo, según confirman las autoridades marroquíes en un atestado policial, al que ha accedido elDiario.es. “Se comprobó efectivamente que el denominado Marouan El Mokadim, abandonó el territorio nacional marroquí […] el 20/04/2024, a través del puerto de Beni Ensar con destino España”, recoge el documento.
Lo último que su familia supo de Marouan es que se encontraba en la cafetería del ferry, donde pasaría la noche. Viajaba con billete económico y no tenía camarote. “Vino a compartir la felicidad del Eid [fiesta de ruptura del ayuno tras el Ramadán] con nosotros. No tenía dinero y yo le compré el pasaje de vuelta para el 20 de abril de 2024”, recuerda con tristeza su hermano. Marouan le envío vídeos enseñándole las vistas desde el barco. Fueron los últimos mensajes que recibió de él.
Marouan no llegó a entrar nunca, al menos no oficialmente, en territorio español junto al resto de los pasajeros desembarcados en Motril el pasado 21 de abril. En un documento remitido por la policía judicial al Juzgado de Motril, al que ha accedido elDiario.es, las autoridades españolas confirman que “el desaparecido en ningún momento entra en territorio nacional por puesto fronterizo habilitado, según consta en las bases de datos de la Policía Nacional”.
El joven viajaba con dos tarjetas telefónicas, una española y otra marroquí. Digi, la compañía española, ha confirmado a la policía judicial que el teléfono no se volvió a encender desde la noche de la desaparición, según confirma la abogada de la familia a este medio. La letrada también ha iniciado los trámites en el juzgado para solicitar a Inwi, la operadora de Marruecos, la geolocalización y posición del móvil.
“¿Cuál fue el destino de Marouan durante ese viaje? ¿Dónde están sus objetos personales que pesaban 20 kilos?”, se pregunta su hermano. Su familia explica que el joven viajaba con una maleta y su móvil, aunque estas pertenencias tampoco han sido localizadas. La abogada de la familia se trasladó hasta las oficinas de Naviera Armas Transmediterránea de Granada en busca de los objetos perdidos, pero “según su personal, no constaba ningún objeto relacionado con el ferry del 21-22 de abril de 2024”, indica su defensa en un documento donde resume los pasos seguidos por la familia en la búsqueda del desaparecido.
El juzgado solicitó a la empresa las imágenes del sistema de videovigilancia tanto de la embarcación como de la zona de embarque, con el fin de localizar Marouan, pero Naviera Armas Transmediterránea respondió que las cámaras no estaban operativas, por lo que no contaban con grabaciones del viaje, explica la abogada de la familia. Contactada por elDiario.es, la compañía ha rechazado responder a las preguntas de este medio “al estar abierta la investigación”.
Una de las diligencias clave para saber si Marouan llegó a bajar del barco o no pasa también por pedir las imágenes de la aduana de Motril, pero solo se puede solicitar a través de los juzgados con un poder, ya que el perjudicado se encuentra desaparecido, lo que prolonga el procedimiento, explica la letrada. La familia denuncian la lentitud de la investigación, las “trabas burocráticas” y la falta de información casi un año después de los hechos.
Fuentes de la jefatura de Policía de Granada aseguran a elDiario.es que “como en todos los casos genéricos de desaparición, una vez conocidos los hechos, se estableció el protocolo a seguir por Policía Nacional”. Según añaden, “ha existido comunicación tanto con la embajada como con las autoridades marroquíes” pero declinan responder a las preguntas de este medio porque “el caso se encuentra actualmente judicializado”.
Decidí hacer una huelga de hambre y de agua después de 10 meses de búsqueda, y estoy dispuesto a intensificar mis acciones de lucha
La huelga de su hermano
Durante todos estos meses de búsqueda, el hermano acudió a varias instituciones marroquíes sin recibir respuestas. “Viajé por varias ciudades y llamé a todas las puertas, incluso en el Ministerio de Asuntos Exteriores en Rabat. Fui a Alhucemas, envié cartas a la provincia de Alhucemas, al Ministerio del Interior, al Ministerio de Asuntos Exteriores, al Gabinete Real en Rabat y a la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, sección de Nador. Desde mayo, he estado buscando.”
Mohamed El Mokadim (derecha), junto a Said Haddad de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) sección Nador, frente a la sede de Naviera Armas Transmediterránea en Beni Ansar, Marruecos
Desesperado por la inacción de las autoridades, Mohamed El Mokadem, inició una huelga de hambre el pasado 10 de febrero exigiendo una investigación formal en Marruecos sobre la desaparición de su hermano. “Decidí hacer una huelga de hambre y de agua después de 10 meses de búsqueda, y estoy dispuesto a intensificar mis acciones de lucha”, dice. Pasó varios días frente a la sede de Naviera Armas en Beni Ansar con el apoyo de las autoridades locales y la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (sección Nador). “Las autoridades locales y provinciales intervinieron para negociar conmigo sobre la huelga de hambre, brindándome también apoyo”, recuerda Mohamed. Finalmente, el Fiscal General del Tribunal de Apelación de Nador intervino y abrió una investigación de los hechos, dando fin a la huelga de hambre de 3 días del hermano mayor de Marouan.
Marouan, como muchos jóvenes marroquíes, creció en un entorno donde la emigración a Europa se cree como una de las oportunidades que le llevarían a conseguir un futuro mejor. “Vivimos en una zona donde todos tenemos la cultura de la migración, todos pensamos en emigrar. En verano, vemos a los inmigrantes cuando regresan a Marruecos con sus coches y en buena situación, lo que refuerza en nosotros la idea de emigrar a Europa”, cuenta su hermano mayor. Atravesó la ruta del mar de Alborán, una de las más peligrosas para llegar a España, tras la canaria.
Sin embargo, su desaparición no ocurrió con una embarcación clandestina, sino en un barco oficial español, con sus papeles en regla y su residencia en vigor. Ahora la incertidumbre rodea a la desaparición de este joven de 18 años, que deja a su familia atrapada en una lucha por respuestas, que hasta ahora, nadie les ha dado.