Los Bomberos en periodo de formación reclaman el salario mínimo: «Pasamos la oposición y no tenemos un sueldo digno»

Los Bomberos en periodo de formación reclaman el salario mínimo: «Pasamos la oposición y no tenemos un sueldo digno»

El Govern se compromete a aprobar un decreto que aumente la retribución a los aspirantes a esta profesión, que tras superar las pruebas perciben solo 861 euros por dedicar toda la jornada a la formación

El salario mínimo sube a 1.184 euros al mes: quién lo cobra, cuál es el neto y cuánto se pagará de IRPF

Júlia Sabater, Georgina Sancho y Òscar Vicens son tres de los futuros aspirantes a Bomberos de la Generalitat, lo que significa que ya han superado el concurso de oposición, una serie de pruebas que superaron durante varios meses, desde mayo de 2024 hasta febrero de 2025.

“Este proceso requiere una preparación de más de tres años y hemos calculado que implica un gasto de casi 11.000 euros”, explica Sabater. El problema, señalan, es que una vez superada la oposición y mientras están en la formación de la Escuela de Bomberos, solo perciben 861 euros brutos mensuales por una formación que requiere dedicación exclusiva.

“No recibimos un salario digno, que corresponda con la exigencia de todo lo que hemos pasado para llegar hasta aquí ni con la dedicación total que se nos requiere”, lamenta Sabater.


Júlia Sabater, futura aspirante a Bombera, en la concentración de este jueves frente a la sede central de Bombers de la Generalitat

En mayo iniciarán este periodo formativo de ocho meses en el Institut de Seguretat Pública de Catalunya (ISPC), con 900 horas lectivas. Aunque el horario establecido es de lunes a viernes de 8:00 a 18:00 horas, existe la posibilidad de añadir sesiones adicionales en otras ubicaciones o fuera del horario habitual, señala Vicens.

“Esto nos obliga a tener una disponibilidad total, lo que hace inviable compatibilizar esta formación con una jornada laboral que nos permita obtener ingresos suficientes para cubrir los gastos básicos”, añade esta aspirante.

Sabater subraya que se encuentran en una situación de vulnerabilidad económica, porque la retribución durante este periodo no les permite cubrir ni siquiera sus necesidades básicas, después de toda la inversión realizada para llegar hasta allí.

“Así es como se está excluyendo de la profesión a las personas con menos recursos”, advierte esta joven, que recuerda que los 861 euros brutos están muy por debajo del salario mínimo interprofesional(SMI), situado en 1.184 euros.

La situación también afecta a otros cuerpos de seguridad, como los Mossos d’Esquadra y los Agentes Forestales, aunque, hasta el momento, no han presentado ninguna reclamación.


Òscar Vicens, futuro aspirante a Bombero, en la concentración de este jueves frente a la sede central de Bombers de la Generalitat

Espera sin respuesta

En julio de 2023, el Govern, a través del entonces conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, firmó un compromiso con las cinco organizaciones sindicales del cuerpo de Bomberos (CCOO, UGT, Intersindical, IAC-CATAC y CSIF) para garantizar que los aspirantes perciban el SMI durante su formación.

El Ejecutivo catalán se comprometió a cumplir este acuerdo en un plazo máximo de dos años desde su firma. Estaba previsto en el proyecto de presupuestos, pero quedó bloqueado debido a la prórroga de los de 2024 por la falta de entendimiento entre los partidos.

Ante la falta de una solución, los aspirantes registraron el pasado 27 de febrero en el Parlament una propuesta de resolución, con el apoyo de ERC, CUP, Comuns y Junts, junto a los grupos sindicales del cuerpo.

“Hoy estamos aquí para seguir reivindicándonos”, afirma Georgina Sancho, una de las futuras aspirantes a Bombera, en una concentración celebrada este jueves frente a la sede central de Bombers de la Generalitat, en la que han participado tanto aspirantes actuales y futuros como Bomberos que también vivieron esta situación durante su etapa formativa.


Georgina Sancho, futura aspirante a Bombera, en la concentración de este jueves frente a la sede central de Bombers de la Generalitat

La protesta se ha llevado a cabo durante una reunión de la Comisión de Seguimiento de los acuerdos entre la Dirección General de Protección, Extinción de Incendios y Salvamento (DGPEIS) y los sindicatos del cuerpo de Bomberos, donde se ha debatido el estado del acuerdo firmado por el Govern.

En el encuentro se ha acordado la elaboración de un decreto ley que prevé que, por ahora, los aspirantes puedan cobrar el 90% del salario mínimo interprofesional. Aunque se considera un primer paso, los asistentes han dejado claro que no se conformarán con este porcentaje y que continuarán movilizándose para lograr el 100%.

Se espera que el decreto se publique el 25 de marzo o, a más tardar, a principios de abril, y deberá ser aprobado en el Parlament. Sin embargo, hasta entonces, no habrá certeza sobre si finalmente se garantizará un salario digno a estos aspirantes.

“Entendemos que cualquier porcentaje del salario mínimo, por definición, deja de ser el mínimo. No es negociable y continuaremos con las protestas hasta que se cumpla lo firmado hace dos años”, asegura David Fernández, bombero de Cornellà de Llobregat y delegado de prevención de riesgos laborales de UGT.

“Durante la reunión existía la preocupación de los otros cuerpos como Mossos o los Forestales pidieran lo mismo, ya que supondría un coste muy elevado”, apunta David Curto, futuro aspirante a Bombero. “Sin embargo, a diferencia de nosotros, ellos no tienen un acuerdo firmado desde hace dos años que respalde esta demanda”, añade.


‘Si la formación es la escalera hacia la profesión, el sueldo debe ser el primer peldaño’, el lema de la concentración

Rubén García, bombero desde 2003, explica que en su época el periodo de formación duraba solo tres meses. “Ya era injusto lo que cobrábamos, pero ahora son ocho meses”, afirmaba. “Es una vergüenza”.

“Debemos estar unidos por aquellos que están haciendo un esfuerzo enorme para llegar hasta aquí. No puede ser que, por motivos económicos, alguien no pueda optar a un trabajo que es totalmente solidario y dedicado a ayudar a los demás”, reclama Isaac Sánchez, futuro aspirante.

Óscar Virgili, otro de los aspirantes, tildaba de “clasista” el hecho de que, para poder ser bombero, hubiera que dejarlo todo para hacer la formación. “Hay personas que no pueden permitírselo”, se queja.

“Es muy clasista que, si tienes que dejarlo todo para empezar esta formación, haya personas que no puedan permitírselo económicamente o que se encuentren con dificultades”, añade Óscar Virgili, también futuro aspirante a Bombero. “Es una vergüenza que los aspirantes tengan que depender de la ayuda de familiares”, añadía Fernández, el bombero de Cornellà.

La vocación

Sabater subraya que, según datos de la pasada promoción de aspirantes, la mayoría no son jóvenes recién incorporados al mercado laboral, sino profesionales con experiencia previa que, en muchos casos, deben compaginar la formación con responsabilidades familiares, el cuidado de personas dependientes o compromisos económicos como alquileres e hipotecas que no pueden cancelar.


Júlia Sabater, Òscar Vicens y Lídia M. leyendo el manifiesto durante la concentración frente a la sede central de Bombers de la Generalitat

Esta situación agrava aún más el impacto de una retribución insuficiente durante tantos meses. Además añade que el 40% de los aspirantes de esa promoción provienen de fuera de Barcelona, lo que les obliga a asumir gastos de alojamiento o transporte.

“Aunque el Institut de Seguretat Pública de Catalunya (ISPC) cuenta con una residencia para los aspirantes, el número de plazas es limitado y las instalaciones no disponen de cocina, lo que les obliga a comer fuera a diario”, subraya.

Los aspirantes también destacan que dentro de la misma categoría laboral existen diferencias: “Aquellos que ya son funcionarios o personal laboral de la misma administración pueden mantener su sueldo anterior durante la formación, lo que genera grandes desigualdades salariales”, explica uno de ellos. “Mientras unos cobran 861€, otros perciben una cantidad mucho mayor por realizar el mismo curso”.

También subrayan que los aspirantes a bombero de Barcelona reciben un complemento salarial que les garantiza cobrar el SMI, a diferencia de los bomberos de la Generalitat, que abarcan el resto de Catalunya y no cuentan con esta compensación. “Esto resulta aún más incoherente, dado que el Acuerdo de 2023 reconoce la necesidad de movilidad interadministrativa dentro del cuerpo”, expresa Fernández.

“Nos dejamos la piel para poder llegar al final del proceso”, admite Georgina Sancho, futura aspirante a bombera, mientras recuerda que la profesión es muy vocacional y no puede depender de la situación económica, sino de la capacidad y el compromiso con el servicio público.


Pancarta en la concentración con el mensaje: «El salari mínim és un dret, defensem-lo».

Los futuros aspirantes a Bomberos de la Generalitat han dejado claro que solo hay dos opciones: callar y esperar, o continuar luchando por lo que realmente quieren. Al unísono, la respuesta ha sido contundente: “Movilizarnos y seguir.”